VALÈNCIA, 30 (EUROPA PRESS)
Expertos en nutrición han advertido en una jornada de la Universidad Católica de Valencia (UCV) sobre los principales peligros de la dietas cetogénica –también llamada dieta keto– y han explicado los beneficios de su correcta aplicación y sus “grandes resultados” en pacientes con enfermedades neurodegenerativas.
En esta dieta, el aporte de las calorías que una persona necesita al día reduce las kilocalorías que dependen de los hidratos de carbono, aumentando el que aportan las grasas. En la sesión han participado José Enrique de la Rubia, vicedecano del grado en Nutrición; Guillermo Bargues, enfermero y dietista nutricionista; la doctora Lucía Redondo, directora del equipo Redondo Cuevas, y José Espinosa de Herbolario Navarro, informa la institución académica.
“Existe tanto interés por las dietas cetogénicas como desinformación de estas, y esto puede llegar a ser muy peligroso –ha expuesto De la Rubia–. Al ser una dieta con mucha grasa, si no la planifica una persona clínica y con una base científica, pueden aparecer problemas como la hiperlipidemia, problemas gastrointestinales e incluso, si es muy severa, provocar una falta de minerales o de vitaminas, que a la larga puede ser muy perjudicial para la salud”.
Por tanto, “no todas las personas pueden seguir una dieta de esas características, ni todas las personas la necesitan, además de que siempre han de estar supervisadas por profesionales”.
Paralelamente, el investigador de la UCV ha expuesto los beneficios que estas dietas tienen en los pacientes con enfermedades neurodegenerativas: “Siempre utilizamos dietas cetogénicas en los proyectos que nuestro grupo de investigación ha liderado con pacientes de alzhéimer, párkinson, esclerosis múltiple y ELA, porque entendemos que son buenas para paliar el hipometabolismo que sufren estos pacientes y frenar la progresión de la neurodegeneración”.
“En este tipo de patologías, al no utilizar eficientemente la glucosa como fuente de energía para las neuronas, has de proporcionarles otra de la que sí hay evidencia científica de su aprovechamiento, y esta es la de los cuerpos cetónicos –ha explicado–. De esta manera se consigue mejorar aspectos como la actividad del glutamato a nivel sináptico o disminuir la neuroinflamación y el estrés oxidativo, que son muy importantes en todas estas patologías”.
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