VALÈNCIA, 5 (EUROPA PRESS)
El conseller de Medio Ambiente, Infraestructuras y Territorio, Vicente Martínez Mus, ha asegurado que el Consell pretende que la Ley de la Huerta “sirva para protegerla” y ha remarcado que “no es un jardín, es una actividad económica, es una agricultura”, y los agricultores necesitan “las herramientas para que su trabajo sea rentable y poder mantenerlo”.
Así lo ha señalado el conseller, en declaraciones a los medios antes de la presentación de la cartografía dana elaborada por su departamento, preguntado por el decreto ley por el que se modifica la Ley de la Huerta de València y el Plan de Acción Territorial de Ordenación y Dinamización, que contempla la eliminación del Consell de l’Horta y el hecho que se permitirá el uso residencial dotacional en la zona de huerta más degradada o con árboles, la calificada como grado 3.
“En la Ley de la Huerta lo que pretendíamos y lo que pretendemos es que de verdad sirva para proteger la huerta. La normativa que había sería muy teóricamente proteccionista, pero no ha servido. No ha habido ni un metro de mejora en toda la actuación”, ha señalado el titular de Medio Ambiente.
Martínez Mus ha recalcado que la huerta “no se puede entender solo como un entorno paisajístico, tiene que tenerse presente que es una actividad económica y eso necesita unos ciertos usos”, ha insistido.
El conseller ha añadido: “La única posibilidad que ahora permitimos relativa a poder construir donde antes no se podía es en los aspectos más degradados, lo que se llama H3, la zona donde ya prácticamente no hay manera de recuperarlo y siempre teniendo en cuenta usos que sean emergencia habitacional y especialmente en los municipios que ahora han sido afectados por la dana”.
Martínez Mus ha subrayado que se trata de “una cuestión muy tangencial dentro de toda la normativa”, que “busca precisamente rehabilitar la huerta como tal, que sea un entorno donde se pueda ejercer con tranquilidad una actividad agrícola sostenible”.
El conseller ha remarcado que se trata de una normativa urbanística y que “depende de cada impulso que le quiera dar cada ayundamiento”. Las corporaciones municipales podrá cambiar los usos del suelo con “protección mínima” y se tendrá que analizar cada caso en particular y “si se cumplen o no los estándares que se marcan también en la propia ley”.
El resto de suelos protegidos, los clasificados como H1 y H2, “continúa teniendo las mismas limitaciones y la capacidad vinculativa” de los informes de las conselleries, “que también se pueden salvar si se justifica por qué no se ha de cumplir”.
“Lo que se intenta es evitar que por un informe paisajístico tengamos un obstáculo para poder hacer obras de protección, que es uno de los impedimentos que dicen que han tenido para no poder hacer obras básicas para prevenir lo que ha pasado el día 29”, ha dicho en alusión a la dana. “Por tanto, estos informes en cualquier zona se desvinculan, o sea, ya no son vinculantes”, ha añadido.
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