VALÈNCIA, 22 (EUROPA PRESS)
Bioparc València ha recibido este mes la “sorpresa doble” del nacimiento de mellizos de la especie de puercoespín más grande del mundo, que reciben atención durante las 24 horas del día y son criados con mini-biberones.
El parque valenciano alberga el grupo más numeroso en España de esta llamativa especie sudafricana, incluida en la Lista Roja de Especies Amenazadas de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN). Pese a la presión de la caza, el trabajo por su protección ha conseguido estabilizar su población, explican los responsables del espacio.
La sorpresa llegó cuando la hembra ‘Pincha’ se puso de parto, ya que en lugar de una cría tuvo mellizos. Y no son dos “bebés” cualquiera: son ejemplares del puercoespín sudafricano (Hystrix africaeaustralis), la más grande de todas las especies de puercoespín presentes en la Tierra.
Esta “pequeña pareja” se encuentra fuera de peligro y estable. El grupo de profesionales responsable de su bienestar puso en marcha el protocolo especial de crianza “a mano”, dado que la hembra no facilitaba la lactancia y podían perder la vida si no se actuaba con rapidez.
La asistencia a los mellizos implica el establecimiento de turnos durante las 24 horas para mantener las tomas de biberones tamaño “mini” cada dos horas. Siempre pendientes de su evolución, esta rutina se mantiene al menos durante el primer mes de vida, tras lo que las tomas se pueden espaciar. A partir del mes y medio se comienza a introducir alimento sólido.
El objetivo es que los mellizos crezcan fuertes y sanos y puedan relacionarse con sus congéneres lo antes posible. Bioparc València alberga un grupo de diez animales, el más numeroso de España de puercoespín sudafricano.
UTILIZAN LAS PÚAS PARA DEFENDERSE
La vistosidad de esta especie de puercoespín y su capacidad para enfrentarse a poderosos depredadores como leones o leopardos ha motivado la creencia de que lanzan sus púas para defenderse de sus enemigos, aunque la realidad es que esas púas son una impresionante protección que se clava y desprende en caso de ataque. Además, las impregnan con su propia orina para que infecten al adversario.
Al nacer, con un peso de entre 350 y 400 gramos, las púas son blandas y la queratina que las forma va endureciéndose hasta formar una auténtica coraza. Normalmente las utilizan de forma intimidatoria, emitiendo un sonido que recuerda al de las serpientes, y al erizarse todavía parecen más desafiantes.
En el parque valenciano se puede contemplar esta especie en la zona que recrea la sabana, junto al bosque de baobabs donde se encuentra la manada de elefantes con la pequeña ‘Makena’ que acaba de cumplir nueve meses.
También forma parte de la exhibición educativa ‘El ciclo de la vida’, un complemento a la visita para observar en vivo las estrategias de caza y defensa de especies de aves y mamíferos. Durante todo el verano se desarrolla dos veces cada día, junto con las actividades gratuitas que ofrece el recinto.
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