La Conselleria de Agricultura, Medio Ambiente, Cambio Climático y Desarrollo Rural casi ha duplicado el presupuesto destinado a la Dirección General de Prevención de Incendios Forestales durante esta legislatura. Ha pasado de los 15 millones de euros destinados en 2015 a los más de 25 millones de este año.
De esta forma ha aumentado el presupuesto año tras año hasta alcanzar en 2018 la cifra de 25,5 millones de euros, lo que supone un aumento del 30,61% respecto al ejercicio anterior. Este incremento consecutivo del presupuesto destinado a la prevención de incendios forestales supone un enorme esfuerzo de recuperación, precedido por una senda de reducción de los recursos en prevención que había alcanzado recortes de hasta el 50% en los últimos años de la anterior legislatura.
Con este incremento presupuestario se han reforzado diversas líneas de trabajo. Se han potenciado las acciones de concienciación para la prevención de incendios ocurridos por causas humanas con campañas como la de Stop al Foc, la cual se va reforzando año tras año con nuevos materiales de divulgación para trabajar con la población general y en particular con el público escolar.
A su vez, se ha impulsado la conciliación de determinadas prácticas agrarias con uso del fuego que suponen un riesgo de incendio en parcelas colindantes con terreno forestal, mediante procesos participativos con el sector. En este sentido, se quiere priorizar las alternativas a las quemas agrícolas en el ámbito de los espacios naturales protegidos. Con este objeto se pondrá en marcha por primera vez un servicio de trituración de restos de poda en los parques naturales, que estará operativo en la próxima campaña otoñal de podas.
Otro objetivo es el de consolidar la senda de mejora del dispositivo que refuerza las actuaciones de vigilancia, información y disuasión. En esta campaña se ha aumentado un 13% de horas de vigilancia, con 22 unidades móviles más y una nueva unidad motobomba, así como el refuerzo en los observatorios, dos de los cuales pasan a ser de 24 horas.
La interfaz urbano-forestal, prioritaria También se prioriza la adecuación en prevención de incendios de los núcleos urbanos enclavados en suelo forestal, una interfaz urbano-forestal en la que se generan muchos inicios de incendio pero a la vez es muy vulnerable por el peligro para las personas y sus casas. Aparte de las campañas de concienciación para sus habitantes, que este año se han duplicado, se han ejecutado fajas de seguridad alrededor de núcleos urbanos colindantes con monte público, en un total de 20 núcleos de población.
Otra línea de trabajo fundamental es la de potenciar las inversiones en infraestructuras de prevención, especialmente en el marco de cofinanciación del Programa de Desarrollo Rural (Feader). Se están ejecutando grandes inversiones, por ejemplo en lo referente al mantenimiento de accesos para los medios de extinción, en trabajos de selvicultura preventiva para establecer discontinuidades y crear áreas de oportunidad para la extinción, y en la mejora de la red de observatorios forestales y para nuevos depósitos de agua.
Por último, se pretende apoyar la planificación local en prevención de incendios e impulsar el voluntariado ambiental. A lo largo de este mes está previsto resolver las ayudas convocadas, a las que se han presentado más de 300 ayuntamientos, en un refuerzo sin precedentes a la corresponsabilidad municipal en la gestión del riesgo de incendios. Por su parte, el voluntariado está destinado a proyectos que abarcan rutas de vigilancia, actuaciones de sensibilización, campañas de conservación de la biodiversidad.
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