La muestra exhibe cerca de 500 piezas, algunas de ellas inéditas, procedentes de 21 museos europeos
ALICANTE, 26 (EUROPA PRESS)
Los primeros reinos de la Europa prehistórica han aterrizado este martes en el Museo Arqueológico de Alicante (MARQ) con una amplia relación de ajuares, joyas y armas que muestran la evolución de estas sociedades, que estaban interconectadas.
La nueva exposición internacional, titulada ‘Dinastías. Los primeros reinos de la Europa Prehistórica’, ha abierto sus puertas este martes y podrá visitarse hasta el 13 de octubre. En la presentación han participado el presidente de la Diputación, Toni Pérez, el diputado de Cultura, Juan de Dios Navarro, el director del Museo Arqueológico Provincial, Manuel Olcina, y los tres comisarios de la muestra, János Dani (del Museo Déri de Debrecen de Hungría), Robert Risch (Universidad Autónoma de Barcelona) y Juan Antonio López Padilla (MARQ).
La muestra, que se exhibe en las tres salas temporales del museo, cuenta con un total de 482 piezas “de extraordinario valor” de las culturas de Unetice, en Alemania; El Argar, en España; y Otomani-Füzesaboni, en la cuenca carpática, procedentes de 21 museos e instituciones de toda Europa.
Se trata de la primera exposición que relaciona estas tres sociedades, que estaban emparentadas biológicamente entre sí, según han demostrado las pruebas de ADN, ha explicado Robert Risch. La muestra se inicia en el 2.200 a.C con la tumba de Halberstadt, el esqueleto de un guerrero campaniforme de Alemania que representa la élite guerrera y constituye “uno de los elementos catalizadores de construcción de la Edad de Bronce”.
La primera sala expone la historia del mundo que abandona la Edad del Bronce y la formación de los nuevos estados, su construcción y la conformación de las bases de los dirigentes políticos y los reinos. Muestra diferentes yacimientos y ajuares, así como elementos armamentísticos, como grandes hachas de bronce, una alabarda de cobre, el “primer objeto metálico diseñado para el combate” o la diadema de oro de Quinta da Água Brava (Portugal).
El visitante abandonará la era de cobre tras adentrarse por una puerta diseñada por Ángel Rocamora, que dará paso a un espacio dominado por una colección de recipientes cerámicos de las tres sociedades, con la identidad de cada una de ellas, así como su relación entre sí, porque “la identidad de los pueblos donde más se refleja es en la cotidianeidad”.
Algunas de estas piezas de cerámica regresan a España tras 120 años de ausencia, después de ser hallados en Almería en el siglo XIX y depositados desde entonces en el Museo del Cincuentenario de Bruselas (MRAH).
También se muestra la vida diaria de las sociedades y los distintos sectores de la economía, como la fabricación de textil o las comunicaciones, donde se muestran pesas de Alemania, otras de Callosa de Segura (Alicante) o Linares (Jaén) o modelos de carro en cerámica que provienen de Eslovaquia y Hungría.
La exposición también se centra en el momento en que las sociedades pasaron a ser estados, con la recolección de impuestos y su gestión, una sociedad de clases y los privilegios hereditarios, que llega a estas tres zonas diferentes al mismo tiempo.
FIGURAS A TAMAÑO NATURAL
La segunda sala, por su parte, muestra las redes de intercambio que comparten objetos preciosos –oro, ámbar o estaño–, además de cómo se trabajaban y qué se fabricaba con ellos. Estas piezas acababan depositadas en la tierra de forma ritual, en depósitos o acompañando a sus poseedores en las tumbas, ha detallado López, quien ha añadido que la metalurgia de cobre es “pieza angular” de los intercambios.
En este espacio se reúnen objetos como mazas de minero, vasijas, lingotes, moldes de armas o yunques, además de los primeros lingotes fabricados en Europa. Además, se exponen figuras a tamaño natural para mostrar la extracción y preparación de la fundición, que se acompañan con distintos sonidos para que los espectadores se adentren en los procesos de elaboración de materiales.
En esta simulación de personajes aparecen también mujeres, puesto que las evidencias arqueológicas revelan que ellas forjaban las joyas, ha precisado Risch, quien también ha puesto en valor los trabajos de investigación, “fundamentales” para armar esta exposición.
También se exhibe un conjunto de pequeños cinceles de metal, una tumba excavada en 1884 en Bruselas y ajuares de enterramiento metalúrgico de la cultura de El Argar y otro de la otomana.
CUERPO MILITAR
La tercera sala ofrece una explicación de cómo esos personajes se convierten en héroes y cómo su impulso de perpetuar esos privilegios permite, por primera vez, la construcción de las dinastías. Se muestra la generación del cuerpo militar, uno de los elementos para sustentar a las élites, con “uno de los conjuntos de alabardas más importantes de Europa”, que se encontraron como parte de un depósito en Meltz (Alemania).
Sin embargo, esta arma se sustituye por otras de “combate más heroico”, como las espadas, que también llegan a las tres sociedades en la misma época, como las de Peñalosa y Jaén. También se muestra un conjunto de hachas, que aparecían con regularidad en los depósitos, enterradas tras la muerte de un rey y que se presupone que representan las unidades militares.
También se muestra la importancia de las mujeres como garantes de la continuidad y pervivencia de los derechos hereditarios, con los ajuares de tres mujeres –dos del extremo oriental de Europa, con ámbar; y otra en el sur de Alicante, con un ajuar argárico–, todos ellos con conos de oro que se cosían a los trajes.
La exposición cuenta con piezas inéditas que se exhiben por primera vez, algunas de excavaciones de Hungría, como un modelo gigante de brazalete de bronce, que posiblemente estaba formando parte de una escultura o adornando un poste de madera; así como tesoros de Dohmsen y Teicha, hallados en Alemania y restaurados recientemente.
Entre las piezas “más emblemáticas” de El Algar, se encuentran una diadema de oro de Caravaca y una espada con pomo de oro de Guadalajara, que es la primera vez que se expone fuera del Museo Arqueológico Nacional.
DISCO DE NEBRA Y DECADENCIA DE LAS SOCIEDADES
Este espacio también muestra una reproducción del Disco de Nebra, la primera representación conocida de la bóveda celeste en Europa, donde representa “fielmente” la constelación de pléyades, elaborado en Europa central con oro de las Islas Británicas y con el conocimiento astronómico de Mesopotamia, para ajustar el año lunar y el solar.
Con la decadencia de estas tres sociedades, alrededor del 1.550 a.C., las élites pierden privilegios y en Europa central “intentan salvar lo más valioso” por lo que depositan el Disco con el sol y la luna creciente.
La exposición la cierra un sombrero de oro de Schifferstadt (Alemania), enterrado junto con tres hachas, “como una especie de alegoría de que el mundo de los primeros estados acaba en crisis, depositando elementos emblemáticos”, ha expresado Risch.
“UNA DE LAS EXPOSICIONES MÁS RELEVANTES”
El presidente de la Diputación, Toni Pérez, ha puesto en valor una exposición que “va a maravillar” al público y ha destacado que supondrá un “polo de atracción y una manera de inyectar en vena la cultura con mayúsculas”.
Pérez ha rechazado hacer comparaciones de cifras de visitantes con la muestra de ‘Los guerreros de Xi’an’ y ha pedido valorar ‘Dinastías’ por su “vocación de acercar la cultura en su máxima expresión”, ya que considera que es “una de las exposiciones más relevantes que se puede ver en Europa”. Por ello, ha avanzado jornadas de puertas abiertas este martes, así como los días 29, 30 y 31 de marzo.
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