Los economistas señalan que los pisos turísticos impactan significativamente en el mercado del alquiler, pero que el principal inconveniente radica en la inseguridad

Creen que la situación económica de la Comunitat Valenciana es mejor que la de España

VALÈNCIA, 3 (EUROPA PRESS)

Los economistas de la Comunitat Valenciana consideran que el auge de los apartamentos de uso turístico tiene un impacto “notable” en el precio del alquiler de la vivienda, si bien señalan como principales problemas dos cuestiones relacionadas con la “inseguridad”: las dificultades para el desalojo de morosos en primer lugar y la incertidumbre de la Ley de Vivienda.

Así se ha puesto de manifiesto durante la presentación de la encuesta ‘Los Economistas Opinan’ del Consejo General de Colegios de Economistas de la Comunitat Valenciana, que en su trigésimo segunda edición dedica una parte a la problemática de la vivienda. En la encuesta han participado 614 profesionales de Castellón, Valencia y Alicante.

En palabras del presidente del Consejo de Colegios de Economistas de la Comunitat Valenciana y decano presidente del de Alicante, Francisco Menargues, “los economistas consideran que lo que más influencia tiene en el precio actual de los alquileres es la falta de seguridad que la actual Ley de Viviendas ofrece tanto a propietarios como a inquilinos”.

“También la valoración de la influencia del alquiler de los pisos turísticos es importante, pero más que por la rentabilidad, por la seguridad porque los inquilinos de los pisos turísticos no se quedan en el piso, sino que se marchan cuando cumple su temporada”, ha añadido.

En concreto, al valorar del cero al cinco el impacto de la Ley de Vivienda y otros factores sobre el mercado del alquiler, el más relevante con una puntuación media de 4,31 son “las dificultades y demoras para el desalojo de inquilinos morosos” que es el principal problema para el 59,9% de los encuestados.

Le sigue la “regulación actual e inseguridades futuras” que genera la norma (4,14), el factor más relevante para el 53,2%. La demanda de apartamentos turísticos obtiene la tercera mayor nota con un 4,02, y el 42,2% le da la máxima relevancia.

La “escasez en la promoción de nuevas viviendas”, con 3,96 puntos de media, es de máxima relevancia para el 42,3%; y la “moratoria y limitaciones a la subida de rentas del arrendamiento”, con 3,73 puntos de media, tiene máxima relevancia para el 30,8%. Finalmente, “la tributación de las rentas inmobiliarias del arrendamiento de la vivienda” se sitúa con una media de 2,82 puntos y es de máxima relevancia para el 40,8%.

“En resumen, tenemos una descripción de la enorme importancia de la seguridad jurídica para el propietario. Todo lo que sea incertidumbres, limitaciones a la expulsión de inquilinos morosos, que el propietario privado deba hacerse cargo de la atención social de un inquilino con problemas en vez de las administraciones públicas, está teniendo una incidencia directa”, ha explicado el vicepresidente del Consejo y decano del Colegio de Economistas de Valencia, Juan José Enríquez.

SITUACIÓN DE LA COMUNITAT VALENCIANA

Respecto a la situación económica de la Comunitat Valenciana, su puntuación media es de 5,86 puntos sobre diez la mitad de los economistas encuestados considera que es buena y el 11,6% opina que es muy buena. En cambio, el 20,7% señala que es regular, el 15,1% mala y muy mala el 2,7%. En este punto, los más optimistas son los de la provincia de Alicante y los más pesimistas son los de la provincia de Castellón.

Por lo que se refiere a la evolución del último año en la economía de la Comunitat Valenciana, casi la mitad considera que se mantiene igual (41,2%), mientras que los que opinan que ha empeorado es del 20,6% y que ha mejorado, el 19,4%.

En cambio, los economistas dan una nota de 5,43 puntos a la economía española, ligeramente por debajo de la valenciana. El 48,9% la considera buena o muy buena, el 19,8% cree que es regular, el 26,5% la ve mala y el 4,3% la cree muy mala.

Las perspectivas para los próximos meses son de regularidad tanto para la economía valenciana como para la economía española. Concretamente, un 44,5% considera que la economía de la Comunitat Valenciana irá mejor, y un 33,1% para España. Los que piensan que se va a quedar igual en la Comunitat son el 20,1% y un 20,3% para España. Mientras que el 14,8% de los economistas creen que la situación empeorará en el territorio valenciano y un 24% para el español.

A lo largo del informe, la tónica general es que los economistas castellonenses sean más pesimistas respecto a la situación actual y las previsiones, y los expertos alicantinos son los que mejores perspectivas tienen.

A este respecto, el tesorero del Consejo y decano del Colegio de Economistas de Castellón, José Manuel Salvador, ha indicado que la razón es la difícil situación que atraviesa el sector cerámico, que representa casi el 30% del PIB provincial y arrastra ERE, concursos de acreedores y cierres de factorías.

PRINCIPALES PROBLEMAS

En cuanto a los principales problemas para la economía valenciana, se ha producido una importante variación respecto al año anterior, donde la inflación suponía el principal dolor de cabeza para la economía valenciana. De ocupar el primer puesto para el 70,7% de los encuestados, ha bajado a la cuarta posición.

El primer puesto en el ranking de problemas lo ocupa actualmente la inadecuada dimensión o estructura de las empresas valencianas. Es el principal problema para el 52,4% de los economistas. Le sigue el déficit de infraestructuras y comunicaciones (43,9) y los costes laborales (42,8%).

SISTEMA IMPOSITIVO

Otras cuestiones sobre las que los economistas se han pronunciado a través de esta encuesta es el actual sistema impositivo. El 85,9% opina que los tipos impositivos aplicados son “muy elevados”, al tiempo que se muestran “moderadamente de acuerdo” y “totalmente de acuerdo” en que las deducciones autonómicas son de difícil aplicación debido a los requerimientos que exigen. Estas opiniones suman el 89,9%.

Sobre la reforma del despido obligada por la resolución del Comité Europeo de Derechos Sociales y su impacto sobre el empleo, el 49,1% de los encuestados considera que la opción de encarecer el despido es “nada o poco idónea”. El 23,5% ofrece una valoración “moderadamente idónea” y para el 11,9% es “bastante o muy idónea”. Por el contrario, una de las medidas que mejor valoración obtiene es la de “reducir la duración de los procesos laborales”.