“Si no nos dejan participar en la reconstrucción será una segunda manera de ahogarnos”, advierten
VALÈNCIA, 18 (EUROPA PRESS)
La destructiva dana que arrasó gran parte de la provincia de Valencia el 29 de octubre ha puesto a decenas de municipios ante una encrucijada: “volver a lo viejo” o intentar “afrontar la reconstrucción apostando desde la economía social y local”. “Al menos, queremos intentar soñar con que otra forma de hacer las cosas es posible y contando siempre con las personas que han padecido la barrancada en primera persona”.
Este es el punto de partida de los Comités Locales de Emergencia y Reconstrucción, un movimiento que ya se está organizando en varias de las localidades de la ‘zona cero’ de la riada y que nace con una premisa fundamental: “dar una respuesta a la situación que se ha creado a partir de la catástrofe con la participación de las personas que han sufrido directamente el drama y que deben estar presentes en la planificación de su futuro”.
Así lo explica a Europa Press Toni Valero, integrante de la Koordinadora de Col·lectius del Parque Alcosa, en Alfafar, que está impulsando la iniciativa. Más de un centenar de personas de diversas poblaciones han participado en una primera reunión para acordar los próximos pasos que van a seguir.
Como primer fruto surgen nuevas propuestas de comités –este mismo sábado se desarrolla en Benetússer una asamblea abierta para habilitar un espacio propio de reflexión y acción– y un calendario, que incluye una presentación pública de estos órganos el 29 de enero.
“Ahora toca reconstruir y esto solo será posible con la participación directa de todos los afectados mediante la creación de Comités de Emergencias y Reconstrucción en cada municipio enfangado en los que participan todas las personas afectadas, las asociaciones, las iglesias, el personal sanitario y docente, las empresas locales, los negocios pequeños y, por supuesto y los ayuntamientos…”, explican.
“DE LA MISMA FAMILIA QUE LOS ‘SALVEM”
Así pues, los comités recuperan el espíritu de movimientos sociales como las plataformas ‘Salvem’. “Son iniciativas de la mima familia, que pretender dar el protagonismo a la población para participar en política con su propia voz”, señala Valero.
Desde este punto de vista, se marcan como meta constituir organismos participativos que elaboren y coordinen planes de medidas de emergencias y que, a la vez, puedan funcionar como interlocutores con las instituciones para movilizar recursos.
Y lo hacen, apuntan, desde una “visión crítica de lo que ha ocurrido” y de la gestión de la tragedia, ya que “la administración no ha estado a la altura”. “Ahora, si no nos dejan participar será una segunda manera de ahogarnos”, advierten.
VOLUNTAD POLÍTICA
Para que estos retos se hagan realidad, los promotores de los comité son conscientes de que deben contar con la voluntad política para acompañarlos.
“Entendemos la política como acción y como derecho de la ciudadanía. Las palabras están tan pervertidas que se confunde la política con la gestión particularizada de intereses de la administración, pero de lo que realmente se trata es de trabajar por intereses comunes colectivamente para poder sobrevivir. Eso es la política y hay que llamarla por su nombre para que no se la apropien los que se proclaman salvadores y se la apropian”, reflexiona este portavoz.
Por eso, confía en que las corporaciones municipales se unan y apoyen estos proyectos. “Sería lo ideal. Nos gustaría que el espacio que ofrecemos sea respetado y cuidado para logra nuestra participación, pero no como ‘floreros’ que apoyan decisiones ya tomadas, sino contando con nosotros”, concluye.
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