
La conexión entre las plantas permitirá mejorar la seguridad hídrica ante posibles fallos en alguna planta
VALÈNCIA, 13 (EUROPA PRESS)
Las dos plantas potabilizadoras de la ciudad de València y su área metropolitana –la de La Presa, ubicada en el término municipal de Manises, y la de El Realón, situada en el término de Picassent– estarán interconectadas a finales del año 2026, tras una inversión de 100 millones de euros.
Las actuaciones las lleva a cabo Emimet, la empresa mixta de Global Omnium y la Entidad Metropolitana de Servicios Hidráulicos (EMSHI) –esta última es una administración pública que desarrolla su competencia en el área metropolitana de Valencia, conformada por 48 municipios, con más de 1,6 millones de habitantes, de los que la ciudad de València representan la mitad–.
El objetivo de interconectar ambas potabilizadoras es aportar “mayor seguridad hídrica”, para que, en caso de que haya algún fallo en una de las plantas, se pueda continuar dando servicio al conjunto del área metropolitana con la otra.
Así lo han detallado este jueves Dionisio García Comín, CEO de Global Omnium, y el presidente de la EMSHI y concejal de Gestión del Agua en el Ayuntamiento de València, Carlos Mundina, durante una visita a las obras de las nuevas instalaciones de conexión en Mislata, en la que también han participado Pepe Díaz, gerente de Emimet; Ricardo Triviño, jefe de servicio de EMSHI; y Pura Almenar, directora de La Presa.
Díaz ha detallado que el tramo 3 de las obras de interconexión –en la zona de Mislata– está conformado por dos tuberías de acero de gran diámetro (2 metros por 1,4 metros), con 11 kilómetros de longitud. Entrará en funcionamiento en verano de 2025, con una inversión de 44,4 millones de euros, tras iniciarse en 2017 y planificar las obras en 2015.
Tras ello, quedarán cerca de 1,5 kilómetros para interconectar las dos plantas potabilizadoras –entre Xirivella y la carretera CV-36, a donde llega una tubería desde la instalación de Picassent–, actuación que se prevé iniciar en el último trimestre de 2025 y finalizar a finales de 2026.
De esta forma, a finales de 2026 se prevé que las dos potabilizadoras estén interconectadas, lo que permitirá tener “una resiliencia brutal ante cualquier problema”. En total, se destinarán 100 millones de euros y la longitud de la obra es de 21,5 kilómetros.
García Comín ha expresado que durante la dana la seguridad hídrica hubiera estado “más segura” de contar con la interconexión, ya que la planta de La Presa estaba “muy afectada, porque el río (Túria) bajaba muy turbulento y porque el canal Júcar-Túria se rompió”. “Si hubiésemos tenido esta conexión, hubiéramos estado más seguros. A pesar de todo, las infraestructuras aguantaron bien y pudieron dar servicio”, ha resaltado.
Por su parte, Ricardo Triviño ha destacado “la parte inteligente” de las tuberías de interconexión, ya que cuentan con válvulas para regular caudales, caudalímetros, manómetros para regular la presión, dispositivos de control multiparamétrica sobre el agua –como ph, turbidez, cloro o temperatura– y una canalización con fibra óptica para mejorar las comunicaciones y la detección de fugas. Todo ello se analiza desde el centro de control en Vara de Quart.
LA PRESA AMPLÍA LA CAPACIDAD DE TRATAMIENTO
Por otro lado, también han visitado la potabilizadora de La Presa –que es la planta en funcionamiento más antigua de Europa, con más de 100 años desde su construcción–, con nuevas infraestructuras como un nuevo decantador y nuevos colectores, que permiten aumentar la capacidad de tratamiento de la instalación.
En este sentido, la directora de La Presa, Pura Almenar, ha resaltado que la planta ha evolucionado conforme lo hacía el abastecimiento del agua. Ha detallado que esta planta tenía una capacidad de 3.400 litros por segundo (l/s) y la de El Realón tiene una de 3.000 l/s, por lo que “trabajan coordinadas porque hasta la fecha ninguna de las dos puede abastecer a toda la zona y es necesaria la interconexión”.
No obstante, Emivasa –empresa mixta de Aguas de Valencia y el Ayuntamiento de València– destina anualmente 4,4 millones de euros a mejorar infraestructuras de La Presa. En este sentido, esta potabilizadora puso en marcha un nuevo decantador, que adelantó su inicio a causa de la dana para dar mejor servicio.
Este decantador permite ampliar la capacidad de tratamiento de la instalación hasta los 4.300 litros por segundo y cuenta con una inversión de 4,2 millones.
Al respecto, Carlos Mundina ha puesto en valor “el trabajo de previsión de los técnicos” para plantear estos proyectos. “Gracias a estar realizados en el momento de la dana, un momento crítico en el que La Presa dejó de tener suministro de agua del Xúquer y del canal Xúquer-Túria, y si no hubiera estado el decantador, habríamos tenido problemas de suministro y de cortes de agua”.
TUBERÍAS DE 2 METROS
Asimismo, La Presa está ejecutando las obras de los nuevos colectores de 1.500 y 2.000mm de diámetro, ya que con el aumento de la capacidad de tratamiento y con vistas a futuras ampliaciones de la instalación, las tuberías actuales son insuficientes para transportar el caudal. Por ello, con esta obra –que se prevé terminar a finales de 2025– se amplía la capacidad de transporte del agua tratada hasta los depósitos interiores de almacenamiento. Cuenta con una inversión de más de 5 millones de euros.
Mundina ha resaltado que para estas obras “no solo se está utilizando la mejor tecnología, sino que también hay una apuesta por la transición energética”. Al respecto, ha precisado que en las plantas se están instalando placas fotovoltaicas para “no tener tanta dependencia del suministro eléctrico”, aunque ha añadido que actualmente no alcanzan toda la demanda de la planta.
No obstante, ha insistido en que supone “menos emisiones de gases de efecto invernadero” y permite ser “más eficientes” y que las subidas del coste de la energía “no repercutan en el contribuyente”, por lo que “son inversiones que a largo plazo son fundamentales”.
“GARANTÍA Y SEGURIDAD AL SUMINISTRO DE AGUA POTABLE”
“Son unas inversiones importantes, tanto por parte de la EMSHI como por parte también del Ayuntamiento de València en la planta, en el sentido de que todos los años se destinan, de esa tarifa que se paga de precio de agua, se destinan a inversiones para mejorar y dar esta seguridad”, ha resaltado Mundina.
El presidente de la EMSHI ha apuntado que estas actuaciones requieren de “una inversión, y sobre todo de esa apuesta decidida para dar una garantía y una seguridad al suministro de agua potable, no solo a la ciudad de València, sino a todos los municipios de la EMSHI”.
En la misma línea, García Comín ha enfatizado que se trata de “servicios imprescindibles” y ha recalcado que es “muy importante continuar haciendo inversiones de manera continua para que la red sea resiliente y que el servicio sea impecable”.
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