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La Universidad de Alicante solicita la catalogación de una planta recién descubierta en Villena que cuenta con 432 individuos, con el objetivo de protegerla de la extinción

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ALICANTE, 13 (EUROPA PRESS)

La Universidad de Alicante (UA) ha pedido que se catalogue una nueva planta descubierta en Villena (Alicante), de la que solo hay 432 individuos, para poder protegerla de la extinción, puesto que en el territorio en el que se encuentra se prevé implantar una planta fotovoltaica.

Este mes de julio se ha publicado en la revista internacional de reconocido prestigio en el ámbito de la Botánica ‘Plant Biosystems’ esta nueva especie de planta, Helianthemum bilyanense, que aumenta la biodiversidad mundial conocida hasta el momento, según ha indicado la UA en un comunicado.

Se trata de un caso de ciencia ciudadana, puesto que el descubridor de la especie, José Carlos Hernández –un miembro de la asociación Salvatierra, cuyo objetivo es la conservación del patrimonio natural de Villena–, la encontró en las prospecciones de los terrenos en los que se tiene prevista la instalación de una planta fotovoltaica.

Posteriormente, Hernández contactó con los científicos de la Universidad de Alicante Lluís Serra, agente medioambiental de la Generalitat Valenciana y miembro de la estación Biológica de la Font Roja, y los profesores Manuel B. Crespo y María Ángeles Alonso, del Grupo de Investigación de Botánica y Conservación Vegetal.

El hecho de haberse descubierto en Villena y que solo se conozca en esa localidad fue “determinante” para que los autores eligieran el nombre de este municipio alicantino –en su forma árabe, Bilyana–, para denominar a la nueva especie. De esta forma, ha quedado para los anales de la historia natural como ‘Helianthemum bilyanense’ Serra, J.C.Hern., M.Á.Alonso & M.B.Crespo, la “jarilla de Villena”.

Hasta el momento, solo se conocen 432 individuos de Helianthemum bilyanense, localizados en una única población con un área de ocupación 1.037 metros cuadrados. Este hecho, según ha señalado María Ángeles Alonso, “la categoriza según los criterios de la UICN (Unión Internacional de Conservación de la Naturaleza) en Peligro Crítico (CR), el mayor grado de amenaza que puede tener un organismo”. “Más allá de esto sólo queda la extinción”, ha alertado.

“En este caso, y teniendo en cuenta la fragilidad del ecosistema propio y la amenaza que supone la instalación de una planta fotovoltaica, que sigue adelante pese a las denuncias que se han realizado ante las administraciones valencianas para suspender este proyecto y que conllevaría movimientos de tierra, compactación del suelo y antropización del ecosistema, las perspectivas de supervivencia de la especie disminuyen y el riesgo de extinción aumenta”, ha advertido.

CATEGORIZARLA Y ACCIONES URGENTES

Por todo ello, los expertos de la Universidad de Alicante han considerado que, para una “buena gestión” de esta especie y que sea susceptible de conservación por parte de las administraciones, es necesario categorizarla para que se incluya en las listas rojas de los catálogos de plantas amenazadas a escala regional y nacional.

Además, ha añadido que posteriormente debería ser incluida en las órdenes que recogen los listados de especies protegidas de la Comunitat Valenciana y que pueda ser una de las especies sobre las que se decrete un plan de recuperación.

Sin embargo, mientras esto ocurre y “por la urgencia de preservar la viabilidad de la población”, ha propuesto establecer una microreserva de flora y emprender tareas activas de conservación ‘ex situ’, que incluyan la recogida de semillas para depositarlas en el Banco de Germoplasma de Flora Amenazada de la Comunitat Valenciana, del CIEF (Generalitat Valenciana).

“Así nos aseguramos la supervivencia de esta llamativa especie y una posible reintroducción de dicho material en su hábitat principal o en zonas cercanas con un hábitat similar”, ha afirmado Alonso.

En la actualidad, en la Comunitat Valenciana hay tres plantas sobre las que se trabaja en un plan de recuperación: en Alicante, Silene hifacensis; en Valencia, Cistus heterophyllus; y en Castellón, Limonium perplexum.

SIMILAR A OTRAS JARILLAS

La nueva especie, ‘Helianthemum bilyananse’, es una planta pequeña y leñosa, postrada en el suelo, con unas vistosas flores amarillas que en su morfología son similares a las de otras jarillas –pertenecientes a mismo género y la misma familia, las Cistáceas–. Sin embargo, sus demás caracteres (hábito, hojas, frutos o semillas) son “muy diferentes y permiten reconocerla fácilmente”.

Los expertos han apuntado que existe una especie con “morfología similar” a la villenera y que también se desarrolla en una ecología similar, suelos salinos y con yesos. Esta otra especie, denominada ‘Helianthemum polygonoides’ Peinado, Mart. Parras, Alcaraz & Espuelas, crece exclusivamente en los saladares de Tobarra, en la vecina provincia de Albacete. Como la planta de Villena, también está sometida a impactos que la pueden hacer desaparecer. No obstante, ambas tienen las diferencias morfológicas y genéticas.


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