VALÈNCIA, 21 (EUROPA PRESS)
La Unió Llauradora ha conminado a la Unión Europea a no autorizar importaciones de productos de terceros países que contengan materias activas como el Clorpirifos y Metil clorpirifos.
Para ello, ha remitido un escrito al Ministerio de Agricultura para que tome cartas en el asunto y presione en Bruselas en este sentido. La organización considera que el Gobierno de España podría seguir la línea de lo que ha hecho ya Francia con la materia activa fosmet y las importaciones de cerezas, ya que ha prohibido su entrada en territorio galo durante el periodo de un año cuando este insecticida proceda de países terceros donde su uso esté permitido.
Al respecto, un estudio elaborado por La Unió Llauradora con datos oficiales corrobora que en los últimos dos años (de mayo de 2021 a mayo de 2023) se han detectado en el ámbito de la Unión Europea un total de 372 alertas con presencia de Clorpirifos y Metil clorpirifos en productos provinentes de terceros países.
En la lista de alertas durante ese periodo se refleja que el grueso de éstas, más del 38%, procede del uso de Clorpirifos y de Metil clorprifos. Los datos indican que hasta mayo de este año han sido un total de 67 alertas, en el año 2022 fueron 192 y desde mayo hasta finales de 2021 se detectaron 113.
Carles Peris, secretario general de La Unió, ha indicado que “no puede ser que exista barra libre para los terceros países a la hora de entrar con sus productos en los mercados europeos, mientras aquí nosotros hacemos esfuerzos en la reducción del uso de pesticidas que nos han provocado más dificultades para controlar las plagas y mayores costes productivos que debemos asumir”.
La organización justifica su petición por distintos motivos y, el primero, es el de ser coherente en la política de la UE de desautorización del uso de ciertas sustancias activas sobre el argumento de evitar riesgos para la salud para los consumidores europeos. “Es incomprensible que se retiren del uso ciertos fitosanitarios en la producción europea y que luego nos los podamos encontrar en los productos que importamos. Eso es engañar y jugar con la salud de los consumidores europeos”, ha criticado.
En la misma línea, además, “la entrada de estos productos genera una clara competencia desleal para los agricultores de la Unión Europea que no tienen los mismos mecanismos de lucha contra las plagas y que ven cómo aumentan también sus costes de producción, con pérdidas evidentes en un porcentaje de fruta que no es útil para salir a los mercados o mayores gastos al tener que implementar la lucha biológica y disponer de tratamientos menos efectivos”, ha señalado.
La Unió ha pedido que se realice un análisis de riesgo sobre las importaciones de productos procedentes de lugares en los que se usen sustancias no autorizadas en la UE y, en base, a los resultados, se adopten las restricciones que se estimen necesarias para salvaguardar la salud de los consumidores y evitar la competencia desleal que distorsiona los mercados de nuestras producciones.
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