Explica que esas algarrobas todavía no tienen “ningún tipo de valor comercial”, pero que los ladrones “destrozan” los árboles
VALÈNCIA, 10 (EUROPA PRESS)
La Unió de Llauradors ha detectado un aumento de robos de algarrobas en las zonas productoras de la Comunitat Valenciana, cuando “todavía están verdes y no tienen ningún tipo de valor comercial”. Ante esta situación, ha solicitado a la Delegación del Gobierno en la Comunitat una reunión para que se diseñe un plan especial de vigilancia.
El responsable del sector en la organización agraria, Iván Monroig, ha explicado que “el garrofín está tierno y no vale para nada ahora”, y que los ladrones “lo único que consiguen es destrozar árboles a base de varazos para tirar las algarrobas a tierra”.
El aumento de robos se ha detectado en los últimos días en la comarca del Maestrat y el Alto Palancia, aunque es un problema generalizado, según ha lamentado la Unió en un comunicado. Todo ello en un contexto en el que la previsión de la cosecha, aunque es “bastante mayor” que en la pasada campaña, se espera de aproximadamente el 80% de una normal.
Así las cosas, la recolección se adelanta cada vez más debido a los robos que se producen en las últimas campañas ante el mayor valor del producto. De hecho, la Unió ha constatado en los últimos años los primeros robos en las explotaciones agrícolas “cada vez más pronto, ante la impotencia y rabia de los productores que ven como se echa a perder el esfuerzo de todo un año”.
Ante los primeros hurtos detectados, la organización agraria ha pedido a la Delegación del Gobierno en la Comunitat Valenciana una reunión para que se diseñe un plan especial de vigilancia que contemple que las Fuerzas de Seguridad del Estado extremen las labores de vigilancia tanto en campo como con cualquier vehículo o almacén sospechoso de transportar o comerciar con mercancía robada.
La Unió ha advertido que los robos se producen porque existe “un mercado negro consolidado con compradores seguros que se quedan con la mercancía”. Por ello, reclama “mayor control y vigilancia en los campos durante la época de recolección y que posteriormente se controle la procedencia de las algarrobas en la distribución comercial, así como se investiguen aquellos comercios o personas que se dedican presuntamente a comprar algarrobas hurtadas en los campos”.
En ese sentido, considera “muy importante que se controlen los puntos sospechosos de venta de esa posible mercancía robada, verdadero centro de atención para acabar con estos robos porque si se roba es porque alguien compra”. Ha explicado que, al contrario de lo que sucede con otras frutas y hortalizas donde existen muchos puntos de venta, en el caso de estos frutos secos es más fácil porque se concentran en unos pocos.
En ese sentido, ha reclamado la colaboración de los almacenes que compran algarroba con las fuerzas de seguridad para que trasladen enseguida cualquier posible mercancía proveniente de un robo y ha pedido a las empresas del sector “un mayor esfuerzo” verificando la procedencia y denunciando a toda persona sospechosa de vender producto procedente de robos.
También ha solicitado a los agricultores afectados que interpongan la correspondiente denuncia ante la Guardia Civil para que se inicie la investigación y conste el delito en las estadísticas, clave para un incremento de la presencia policial en el mundo rural.
A los productores les preocupa también “la gran especulación que hay con este cultivo pues se encuentra en manos de un monopolio de pocas empresas”. “Cuidan los árboles todo el año y realizan laboriosas tareas de recolección para percibir unas cantidades que ahora es cierto que son superiores a otros años, pero que obtienen muchos más ingresos aquellos que venden luego la pasta y el garrofín para alimentación o productos de la salud. De la masa salen espesantes o conservantes y también edulcorantes o productos para la industria farmacéutica”, ha explicado.
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