La Unidad de Reconstrucción mamaria del Hospital General Universitario de Elche ha sentado las bases de estandarización de una técnica pionera internacional de reconstrucción mamaria para pacientes que han sido tratadas con radioterapia.
Tal es la importancia de esta estandarización, que el trabajo de los profesionales del hospital ilicitano ha sido seleccionado finalista en los prestigiosos premios internacionales otorgados en el ‘London Breast Meeting’, celebrado en Londres el pasado mes de septiembre, donde quedó finalmente en tercer lugar.
El doctor Mario Márquez, del servicio de Cirugía Plástica del Hospital General Universitario de Elche, miembro de la Unidad de Reconstrucción Mamaria y líder del estudio que ha sentado las bases de la técnica a nivel mundial, fue el encargado de recoger el tercer premio tras haber sido seleccionado el trabajo entre los 10 mejores del mundo y tras pasar una selección previa en la que se presentaron un total de 600 trabajos internacionales provenientes de reconocidos hospitales.
Además, han aceptado la comunicación del trabajo completo del hospital en el Congreso Internacional de Cirugía Plástica que se ha celebrado recientemente en Miami, y la revista más prestigiosa a nivel mundial, ‘Plastic Reconstructive Surgery journal’, va a publicar los artículos de la investigación.
Técnicas de reconstrucción mamaria Tal y como explica el doctor Márquez “la importancia del trabajo premiado radica en que con esta técnica se puede reconstruir la mama de las pacientes tratadas con radioterapia sin tener que utilizar colgajos ni microcirugía, que es como se suele hacer habitualmente. La nueva técnica se realiza además de manera ambulatoria, ahorrando así a las pacientes intervenciones más complejas y días de ingreso”.
Las pacientes con cáncer de mama que han sido tratadas con radioterapia y a las que hay que realizarles una reconstrucción mamaria suelen ser intervenidas mediante los denominados colgajos, que consisten en la extracción de tejido y músculo de la espalda de la paciente para ponerlo en el área radiada de la mama, o mediante microcirugía, en la que se extrae tejido del abdomen con la misma finalidad.
Ambas intervenciones son complejas, largas, presentan secuelas como cicatrices y requieren bajas prolongadas.
Técnica pionera Hace varios años se puso en marcha una nueva técnica que consiste en reconstruir la mama mediante injertos de grasa de la propia paciente, extraídos de la zona baja de la espalda, algo que se realiza de forma ambulatoria y permite a la mujer que se reincorpore a su vida normal y laboral en 48 horas.
Estos injertos de grasa o lipoinjertos, han resultado ser muy efectivos ya que son ricos en células madre y consiguen regenerar el área radiada de las pacientes antes de proseguir con la reconstrucción mamaria.
Tal y como explica el doctor Márquez, “Se crearon 3 grupos en el mundo, uno americano y dos europeos en uno de los cuales está el Hospital de Elche, para poner en práctica esta técnica pionera. El problema es que se desconocía qué cantidad de volumen de grasa necesitaba cada paciente y en cuantas ocasiones era necesario realizar los lipoinjertos”.
“Eso fue lo que me llevó en el año 2009 a reunir toda la bibliografía existente sobre la técnica y a intentar dar con el volumen adecuado y la metodología de la técnica”, continúa el especialista.
Resultados del estudio Tras años de investigación, el grupo liderado por el doctor Márquez ha ha averiguado como determinar el volumen mínimo necesario de grasa que hay que injertar a cada mujer para que el tejido dañado por la radioterapia se regenere, con las ventajas que ello conlleva.
En ese sentido, el grupo del doctor Márquez ha descubierto un factor matemático (0’635) que multiplicado por el área radiada de la mama, da como resultado el volumen exacto de grasa que la paciente necesita.
Además, los especialistas han conseguido demostrar científicamente que repartiendo ese volumen adecuado en tan solo dos intervenciones ambulatorias es suficiente para que se regenere la zona quemada por la radioterapia.
Ventajas de la técnica De esta forma la mujer pasa de tener que ser intervenida en una media de cinco ocasiones mediante la técnica de colgajos o microcirugía, a tan sólo tener que realizarse tres intervenciones y de forma ambulatoria.
Así, a la paciente se le realiza una primera intervención ambulatoria en la que se le inyecta la mitad del volumen de grasa necesario, se espera tres meses a que hagan efecto las células madre del lipoiinjerto y entonces en una segunda intervención, también ambulatoria, se coloca el expansor de la mama y se le inyecta la segunda mitad del volumen de grasa necesario. Tres meses más tarde, se cambia el expansor por la prótesis mamaria también de forma ambulatoria.
El doctor Márquez mantiene que los resultados “son sorprendentes hasta el punto de que se ha hecho seguimiento de hasta ocho años de algunas de las pacientes tratadas en el Hospital General Universitario de Elche con esta técnica y nos hemos dado cuenta de que el dolor postoperatorio en la mastectomia que sufren algunas pacientes por la radioterapia desaparece de forma precoz en tres semanas comparado con las anteriores intervenciones, y que además disminuye considerablemente la probabilidad natural de que se presente contractura en la mama, incluso por debajo de los casos de las pacientes con cáncer de mama que no han recibido radioterapia”.
Unidad de Reconstrucción Mamaria Un centenar de mujeres ya han sido tratadas con esta técnica en el Hospital General Universitario de Elche.
La Unidad de Reconstrucción Mamaria es una unidad multidisciplinar formada por el doctor Álvaro Rodríguez Lescure, Jefe de Servicio de Oncología Médica; la doctora Pilar Cansado, de Cirugía General; la doctora Ángela Pomares, de Oncología Radioterápica; la doctora Laura Heredia, de Anatomía Patológica; el doctor Manuel Montes de Radiología, y los doctores Francisco Solesio, Raquel Rubio y Mario Márquez, de Cirugía Plástica.
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