“Retrato las situaciones violentas con toda la crudeza porque creo que no hay que escamotear nada al lector”, afirma el autor
VALÈNCIA, 24 (EUROPA PRESS)
El escritor Ramón Palomar regresa a las librerías con ‘El novio de la muerte’, un repaso a la actual historia de España, desde los años 50 hasta la ‘Ruta del Bakalao’, que ofrece a los lectores “un verdadero carrusel de sangre, fuego, arena, uniformes y desparrames”.
“Es un retrato donde desfila la marcha verde, toda una serie de acontecimientos tenebrosos y siniestros, una serie de muertes, los primeros grandes envíos de costo a la península, y cómo crearon una droga que se popularizó enormemente en la Ruta del Bakalao, que era la mescalina”, resumen el escritor en declaraciones a Europa Press.
En ‘El novio de la muerte’ (Grijalbo) se recupera el personaje de Ventura Borrás, que ya aparecía en su obra ‘La Gallera’. Es un sargento de la legión “muy trapicheador y muy trapisondista”, que tenía una especie de pequeño imperio del mal, desde Ceuta extendiendo sus tentáculos hacia toda la península.
“Siempre había sido una presencia que flotaba por arriba en 600 kilos y en ‘La Gallera’, y me pareció buena idea y necesario contar cómo le educan, por qué llega a la legión y cómo empieza a escalar poco a poco hasta alcanzar la cúspide y forjar lo que será su imperio del mal”, ha relatado.
Entonces, gracias de la mano de Ventura vamos a recorrer toda una serie de sucesos y de acontecimientos, que espero sean del gusto del lector”, comenta Palomar.
La descripción de ambientes es uno de los puntos fuertes de la producción del autor valenciano, que defiende que “hay que pisar” los escenarios reales para reproducirlos.
“Josep Pla decía que hay literatura de imaginación y de observación. Él era de observación y yo espero ser también de observación. Yo no tengo imaginación. En ese sentido hay mucho escritor que se nutre de internet y entonces yo creo que eso queda artificial. Hay que pisar los sitios y hay que vivir los ambientes , como los describe sobre todo Baroja en ‘La busca’, que eran esas descripciones tan “barojianas” que a mí siempre me han parecido una maravilla”, señala.
Ramón Palomar acepta el apelativo de autor “canalla” y lo atribuye a que no se “corta” a la hora de describir situaciones violentas en todas su máxima expresión.
“Las retrato con toda la crudeza porque yo creo que no hay que escamotear nada al lector y hay que intentar agarrarlo por la solapa, incluso darle un puñetazo metafóricamente en la barriga. Eso sería por lo de canalla”.
“NINGÚN JUEGO DEL GATO Y EL RATÓN”
Asimismo, sostiene que su obra no se puede encuadrar dentro del género del thriller, puesto que no plantea ningún misterio al lector, ni “ningún juego del gato y el ratón”.
“Yo le planteo descripciones de ambientes y personajes que se dedican exclusivamente al mal. Son todos unos hijos de perra pero son nuestros hijos de perra y les acabamos tomando inevitablemente cariño”, concluye.
Ramón Palomar nació en Nancy (Francia), hijo de padres valencianos. Vivió en Tánger, donde estudió en un colegio francés y, posteriormente, se trasladó a València, donde cursó el bachillerato.Inició la carrera de Filología Románica, aunque terminó dedicándose a la comunicación.
En 2013 publicó ‘Sesenta kilos’, cuyo ‘noir cañí’ recibió una cálida bienvenida de los lectores y la crítica. Seis años más tarde, refrendó la singularidad de su voz con ‘La gallera’ y, siguiendo la misma senda, presenta ‘El novio de la muerte’.
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