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La justicia estima que la reconstrucción del depósito de Riba-roja, gravemente afectado por la dana, tardará de 9 a 15 meses

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El almacén guardaba unas 77.000 piezas de convicción de juicios y en diciembre tenía registradas más de 25.000, el 57% destruidas

VALÈNCIA, 20 (EUROPA PRESS)

La Dirección General de Justicia calcula que se necesitará un plazo de entre 9 y 15 meses para reconstruir el depósito de Riba-roja donde se almacenan y custodian las piezas de convicción que se utilizan en juicios y que resultó gravemente dañado por la dana del 29 de octubre.

El Servicio Común Procesal de Asuntos Generales del partido judicial de Valencian (SCAG) tiene encomendada la recepción, conservación, custodia y clasificación de los procedimientos judiciales y las piezas de convicción de las oficinas judiciales a las que extiende su ámbito de actuación. Actualmente, en el momento de la riada, gestionaba unas 77.000 piezas de los diversos juzgados, según consta en un informe al que ha tenido acceso Europa Press.

La dana provocó daños a las infraestructuras físicas (almacenes y estanterías); daños a los sistemas de información (hardware, softwarew, comunicación); a la documentación judicial y piezas de convicción y tuvo también impacto en la salud laboral de los funcionarios que presentan su servicio en el edificio.

Ambos servicios –este y el Servici Común Procesal del Archivo Judicial Territorial de la Comunitat Valenciana (SCAT), que gestiona lo relacionado con el archivo de documentación y vehículos)–, vieron paralizada su actividad en los primeros días por la imposibilidad de acceder al edificio y falta de suministros dado que el agua entró en el sótano y alcanzó 1,25 metros de altura, que afectó a un buen número de piezas y efectos judiciales del depósito del SACG, que están en dos dependencias.

Además, uno de los muros de uno de los dos almacenes se derrumbó y provocó que estanterías se vinieran abajo. La documentación judicial no se vio afectada porque la del SCAG está en los archivos de la Ciudad de la Justicia y la de SCAT tampoco, al ubicarse en la primera planta de ese edificio.

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Esas 77.000 piezas del SCAG estaban ubicadas en su mayoría en alguno de los 5.330 estantes o baldas de las 900 estanterías que hay en los dos almacenes. Estas estanterías tienen seis niveles y el agua cubrió el primero y el segundo, por lo que las piezas ahí depositadas se vieron afectadas en diversa medida. La estimación apuntaba al 35 por ciento de los estantes, unos 1.875. Además un número indeterminado de piezas estaban sobre el suelo, con lo que también resultaron afectadas.

Ante esta situación, se requería llevar a cabo una labor de triajes para determinar si el hecho de estar sumergiadas en el agua supuso que quedaran inutilizadas; si a pesar de ello únicamente precisaban de limpieza y si en los dos casos las etiquetas identificativas constaban o se habían destruido. Las labores de limpieza del espacio comenzaron el 21 de noviembre, según un informe del 26 de noviembre.

Los encargados del proceso llevaron a cabo una identificación de las piezas afectadas y revisar la lista de las conservadas. El resultado de este trabajo, según un informe de este mismo mes, es que a fecha de 29 de diciembre se encontraban registradas en Riba-roja 25.289 piezas, de las que afectadas y destruidas fueron 14.603 (el 57 por ciento) y conservadas 10.686 (43%). Esto supone 3.640 procedimientos afectados por destrucción de piezas y 57 órganos judiciales y fiscales afectados.

El Plan de Acción para la recuperación del depósito había recogido inicialmente una estimación de piezas de convicción afectadas del 35% del total, de acuerdo con una proyección del número de baldas dañadas. La diferencia con el porcentaje final de destruidas se debe a que esas dos primeras baldas estaban “colmatadas” porque, al ser las más accesibles, se suelen usar en mayor medidas para depositar las cajas, unidas a las que estaba en el suelo por volumen o peso y que también han sudo destruidas.

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El SCAG ha comunicado a cada uno de los 57 órganos afectados la relación detallada de piezas coorrespondientes a sus procedimientos que hans ido destruidas.

TRASLADO

La gerencia provincial, en coordinación con la Subdirección de Infraestructuras, identificó espacios en la Ciudad de la justicia para el uso provisional y reubicación de las piezas en buen estado en un almacenamiento seguro temporal mientras duren las labores de reconstrucción y almacenamiento. Esto suponía extraer las cajas de los niveles de estante tres o superior y ubicarlas en un lugar accesible.

A fecha 12 de diciembre, se habían trasladado a la Ciudad de la Justicia 24 palets con piezas no afectadas, y se calculaba alcanzar los 50, a los que se debería añadir los que se pudieran seguir conservando tras el triaje de las dos primeras estanterías. En este caso, existía una previsión inicial de que la vuelta al complejo de Riba-roja no se prolongaría por un plazo superior a los seis meses, por lo que se pretendía mantener todas ellas sin desembalar en esos palets y únicamente hacerlos con las que fuese “imprescindible” devolver al juzgado.

Al aumentar los plazos, se acordó sacarlas de los palés para colocarlas en el sótano de la Ciudad de la Justicia para seguir con s normal gestión, según consta en un último informe de este mes de febrero, En este momento, la fase es la de reubicación física e informática de todas las piezas conservadas de esas dos estanterías y en los próximos días se comunicará a los juzgados que se retoma la actividad normal en lo relativo a la remisión y solicitud de las piezas depositada.

Los encargados del proceso se encuentran llevando a cabo el registro informático de las piezas identificadas que se encontraban en estado “aparentemente conservable”, dado que al principio aparecían como destruidas por estar en las baldas afectadas, y hay un “pequeño grupo” sin etiqueta identificativa que se ha considerado que, por su naturaleza y estado, podría tener “un valor económico apreciable”. En ese caso, se han dejado fuera de los primeros procesos de destrucción para que en el trámite oportuno se valore la posibilidad de sacarlos a subasta y destinar el producto resultante a los gastos ocasionados por la dana.

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EL CASO DE CAMPANAR

Entre las piezas destruidas en este proceso se encuentra el motor compresor del frigorífico y fragmentos metálicos de los paneles que recubrían la fachada del edificio incendiado ahora hace un año en Campanar, según consta en en una diligencia de ordenación del Juzgado de Instrucción número 9 de València, que investiga el incendio, que se saldó con diez víctimas mortales y 138 viviendas calcinadas.

El ‘Informe de inspección técnico policial’ de la Policía Científica situaba a este electrodoméstico como “único y principal” foco del fuego. Asimismo, han sido destruidos fragmentos metálicos de los paneles que recubrían la fachada del edificio –por la que el fuego se propagó con gran rapidez–, formados por una capa externa metálica, una capa intermedia de una sustancia sólida y una capa interna mentálica o un fragmento del material situado entre la pared del edificio y los paneles exteriores, recogidos en un bote de vidrio. También restos de sustancia sólida sometidos al efecto del calor del fuego, recogidos en un bote de cristal, encontrados adheridos en una de las chapas metálicas desprendidas de la fachada.

Sin embargo, en este caso, según precisaron fuentes del Tribunal Superior de Justicia a Europa Press, tanto el motor del frigorífico como los elementos de la fachada de muestra que se conservaban ya habían sido objeto de análisis pericial por especialistas en investigación de incendios de la Policía Científica, que emitieron en su día el correspondiente informe. Además, en el caso del motor del frigorífico también pudo ser examinado por peritos de las compañías aseguradoras.


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