Inicio Comunidad Valenciana “La Iglesia tiene como uno de los retos en la actualidad ganarse...

“La Iglesia tiene como uno de los retos en la actualidad ganarse la confianza de la sociedad”, dijo el Arzobispo de Valencia

0

VALÈNCIA, 27 (EUROPA PRESS)

El arzobispo de Valencia, monseñor Enrique Benavent, ha señalado que uno de los “retos” actuales de las instituciones públicas, “y también la Iglesia”, es “ganarse la confianza de la sociedad”.

“La sociedad debe tener confianza en sus poderes públicos, confianza porque ve que buscan el bien. Es necesaria la confianza de la administración de justicia y uno de los retos que también la Iglesia tiene en el momento actual es precisamente ganarse la confianza de la sociedad”, ha incidido el prelado, que ha presidido el solemne acto de Apertura del Año Judicial, informa el Arzobispado.

Respecto a las relaciones de la Iglesia con los poderes públicos, Benavent ha manifestado que “muchas de las situaciones que hoy estamos viviendo tienen un referente histórico”. “Y mirando la historia –ha proseguido– es como aprendemos a desdramatizar el presente, con serenidad y con esperanza. Pero, sobre todo, creo que nos tiene que hacer pensar, en el fondo, la relación siempre existirá, y cuando hay relación, siempre hay puntos de acuerdo y siempre hay momentos de tensión. Pero afrontando el futuro con esperanza, desdramatizando los problemas, podemos vivir en paz”.

Para el arzobispo, “el ideal de justicia tiene que estar presente tanto en la vida pública como en la vida de la Iglesia” y ha adverido de que “tampoco en la Iglesia puede caer en arbitrariedades”. “La Iglesia contribuye a la realización de la justicia en la sociedad con una reflexión sobre su doctrina social y además la Iglesia tiene que administrar justicia justamente. Y eso también me parece que es una responsabilidad, una aspiración de toda autoridad civil”, ha destacado.

El religioso ha considerado que “tiene que haber un respeto a la autonomía de la Iglesia y a la autonomía del Estado”. Sobe sta cuestión ha puntualizado que “respeto no significa que tengamos que estar siempre de acuerdo en todo, sino desde nuestra doctrina, sin ninguna voluntad coercitiva ni de imponer”. Y ha recalcado: “La Iglesia tiene que respetar la autonomía del Estado, del poder público, está claro que todos, Iglesia y poder público, tenemos un límite en el ejercicio de nuestro poder: los derechos de la persona”.

Monseñor Benavent se ha referido a que “la autoridad legislativa debe buscar la promulgación de leyes justas” y ha dicho que es “bueno que nos conozcamos, que dialoguemos, que tengamos estos momentos de encuentro movidos por ese deseo de justicia”.

En este punto, ha subrayado que “es una obligación el derecho a la libertad y un derecho especialmente importante, la libertad religiosa y de conciencia correctamente interpretada”.

“Hoy hay una tendencia a reducir la libertad religiosa a una libertad de culto, es una interpretación minimalista. El derecho a la libertad religiosa exige también el derecho de cada cual a formarse su propia opinión sobre los problemas de la sociedad y a expresar libremente su opinión. El derecho de asociación de los miembros de una misma religión, fundar asociaciones e instituciones para vivir más perfectamente su ideal de vida religiosa. El derecho evidentemente de los padres a educar a sus hijos según sus condiciones religiosas. Y la limitación del poder del Estado que no puede utilizar todos los instrumentos que tiene a su alcance para difundir, imponer una determinada visión de la vida o una determinada visión de los valores morales”, ha argumentado.

En la misma línea, ha aseverado que “el respeto del Estado a la libertad religiosa exige el respeto a todas las opiniones que en las cuestiones morales o en las cuestiones que se debaten en la sociedad puedan tener los ciudadanos de una sociedad y en ese ámbito es posible el diálogo, es posible la convivencia respetuosa y el diálogo para buscar el bien de la persona”.

Y ha añadodo: “Porque aquí hay un horizonte que también es común al Estado y a la Iglesia y es que todos buscamos el bien de las personas. Todos queremos estar al servicio de las personas, al servicio de las familias, al servicio de cada uno de los miembros que forman parte de nuestra sociedad”.

Respecto a la memoria judicial, ha señalado que “en la Iglesia también somos conscientes de que no basta una administración fría de la justicia”, ya que detrás de cada causa judicial “hay muchas personas, hay muchas veces un drama, hay frecuentemente mucho sufrimiento”.

“Cuando en una sociedad la institución familiar tiene estabilidad, es una institución familiar, recogida, vivida, acompañada, protegida, eso es una fuente de felicidad para las personas. Y también en la Iglesia, una familia que se integre bien en la vida de la Iglesia es también importantísima para la evangelización. El Estado y la Iglesia estamos también al servicio de las familias, qué importante, y esto los tribunales eclesiásticos son conscientes en su actividad diaria, que tiene que ser muchas veces un servicio a la familia, un servicio a la institución matrimonial, un servicio, en definitiva, a las personas”, ha concluido.

Por su parte, el Obispo Auxiliar de Toledo y Secretario General de la Conferencia Episcopal Española (CEE), Francisco César García Magán, ha afirmado que “ni debemos abdicar del diálogo ni de la cooperación, ni debemos asustarnos ante los retos que ese diálogo con el poder político y con el poder civil representa y asumir los retos que ello supone y conlleva”.

Como conclusión al recorrido histórico en la lección magistral titulada ‘Iglesia y comunidad política a lo largo del tiempo. Encuentros y desencuentros’, ha señalado que “no se trata de una condena a entenderse sino de una exigencia y una responsabilidad recíprocas para ambos interlocutores de ese diálogo”.

“En cada etapa histórica, aunque en medio de dificultades y tensiones, la Iglesia ha querido y buscado el acuerdo y el diálogo con la potestad civil. Ayer como hoy, Iglesia y Estado, ámbito espiritual y ámbito temporal, están llamados a encontrarse y a descubrir soluciones conjuntas para los distintos problemas y desafíos que la sociedad vaya presentando”, ha manifestado.

Y ha acabado: “La respuesta a Dios no implica una opción política concreta, pero tampoco excluye la obediencia debida a las autoridades en su ámbito propio. El mesianismo político no tiene cabida”. Toda la historia de las relaciones entre la Iglesia y el poder político “son consecuencias del principio anunciado por Jesús de Nazaret” y existe “el dualismo en el ámbito de la relación entre la Iglesia y el poder político, aunque en la práctica histórica haya tenido sus oscurecimientos u opacidades”.


- Te recomendamos -