
Defiende que “gracias a los avisos ciudadanos al 112 se pudo activar y desplegar el operativo de respuesta”
VALÈNCIA, 4 (EUROPA PRESS)
El número de llamadas recibidas y atendidas en el 112 de Emergencias de la Generalitat Valenciana el pasado 29 de octubre fue similar al de otros episodios de gota fría y de alerta roja vividos anteriormente en la Comunitat, según señalan fuentes del Gobierno valenciano que, como ejemplo, citan la dana de Orihuela (Alicante), que tuvo lugar el 13 de septiembre de 2019.
Este día de 2019, el 112 recibió entre las 00.00 y las 19.00 horas unas 14.374 llamadas, mientras que el pasado 29 de octubre se recibieron en esa misma franja horaria 15.188, apuntan desde la Generalitat.
El informe remitido por la secretaria autonómica de Emergencias a la jueza de Catarroja que investiga la gestión de la dana del 29 de octubre revela que este día el 112 recibió un total de 19.821 llamadas entre las 0.00 y las 23.59 horas, la mayoría a partir de las 15.00 horas, y gestionó 4.770 incidentes, según consta en el documento consultado por Europa Press.
Las inundaciones del 29 de octubre provocaron la muerte de 227 personas y causaron daños millonarios en la provincia de Valencia. La dana de 2019, que afectó a todas las provincias del sureste peninsular, dejó tres muertos la Comunitat Valenciana: dos en Orihuela y uno en San Fulgencio (Alicante).
“FALTA DE INFORMACIÓN”
Según defienden fuentes de la Generalitat, Emergencias atendió las llamadas que se recibieron durante la jornada del 29 de octubre “con la derivación de las incidencias a todos los servicios de intervención correspondientes y pese a la falta de información de la Confederación Hidrográfica del Júcar sobre los desbordamientos de ríos y barrancos”.
En esta línea, señala que los incidentes se derivan “en tiempo y forma” a los Consorcios de Bomberos y los servicios de intervención “que son quienes van movilizando los recursos y medios necesarios para atender cada situación en función de la tipología de la emergencia” y añade que los servicios técnicos “actúan en tiempo real, con protocolos claros, y garantizando la respuesta desde el primer minuto, actuando con criterios técnicos, mediciones hidrológicas y avisos formales que tienen que ser proporcionados por las agencias estatales”.
Fuentes de la Generalitat han subrayado que “gracias a esas llamadas ciudadanas” es “por lo que se activan los servicios de emergencias, ya que ni la CHJ del Júcar ni ninguna agencia estatal estaban informando en tiempo real de lo que estaba ocurriendo el 29 de octubre en las distintas zonas afectadas por la riada”.
OPERATIVO DE RESPUESTA
“Precisamente gracias a los avisos ciudadanos al 112 se pudo activar y desplegar el operativo de respuesta. Esa colaboración ciudadana es clave en cualquier emergencia. Que el 112 recibiera un incremento de avisos de particulares a partir de las 16.00 horas evidencia que las emergencias se activan en base a situaciones reales, no a suposiciones, y los primeros avisos ciudadanos son habituales en episodios de lluvias torrenciales”, han apuntado.
En esta línea, subrayan que parte de estas llamadas proceden de Chiva, población donde las lluvias “superaron los 400 litros por metro cuadrado, frente a la previsión máxima de 180 litros emitida por Aemet, que había establecido una probabilidad máxima de lluvia del 70%”.
La Generalitat ha incidido en que “si se hubiera contado con los sistemas de alerta temprana que permiten detectar la crecida de los barrancos y anticipar y minimizar los riesgos de inundaciones, los servicios de Emergencia habrían podido disponer de más y mejor información para actuar”.
Sin embargo, ha reiterado que “la entidad responsable de tener este dispositivo activo y operativa en las cuencas fluviales de la provincia de Valencia, que es la CHJ, dependiente del Ministerio de Transición Ecológica, no tiene instalado aún este este sistema de ayuda para la toma de decisiones clave para la seguridad de la población”.
Ello, ha criticado, “pese a que el propio Gobierno central reconoce que este sistema de alerta temprana salva vidas, tal como admitió la ministra Teresa Ribera en su comparecencia del pasado noviembre en el Congreso de los Diputados”.
“El Gobierno inició los trámites administrativos para la contratación de este sistema tres semanas después de la riada del 29 de octubre”, han añadido desde el Consell.
MÁS DE 36.000 RESCATES
La Generalitat cifra en más de 36.000 los rescates que se realizaron el 29O y jornadas posteriores con los servicios de Emergencias propios y el “resto de cuerpos de acción”, “pese al apagón informativo” que aseguran que ha “reconocido ya” la CHJ, y la “inacción” del Gobierno central, “que no cortó ni la alta velocidad con Madrid, ni carreteras clave como la A-3 a la altura de Chiva, el by-pass y la pista de Silla”.
La Generalitat señala que el organismo de cuenca “ha admitido también que se produjo un incremento súbito de caudal (en el barranco del Poyo) a partir de las 17.40, y que los datos de esta subida tan abrupta estuvieron disponibles en el CPC (Centro de Proceso de datos de la Cuenca) entre las 18.00 y las 18.10”.
Sin embargo, reitera que “pese a ello, el correo electrónico de comunicación de aumento de caudal en la rambla no se envió a Emergencias de la Generalitat hasta las 18.43 horas, cuando el caudal ya era de 1.686 metros cúbicos por segundo”.
En esta línea, insisten en que “tras llegar ese mail entre más de 200 correos a Emergencias, la situación del barranco del Poyo, que ya se había desbordado en poblaciones como Paiporta, no se trató en la reunión del Cecopi, pese a la presencia en la misma del presidente de la CHJ, Miguel Polo, y de otros técnicos de la Confederación”.
“Ninguno de ellos, ni tampoco la Delegación del Gobierno, responsable de las agencias estatales, alertaron en ningún momento ni del riesgo de desbordamiento ni del desbordamiento de la rambla, pese a que tenían información de la brutal subida del caudal desde las 17.40 horas”.
FORATA
A su juicio, “vuelve a quedar meridianamente claro que el aviso ES-Alert que se envía a las 20.11 horas no fue por el desbordamiento del barranco del Poyo, sino por el riesgo de rotura de la presa de Forata”, un mensaje que se mandó “tras la llamada del secretario de Estado de Medo Ambiente, Hugo Morán, que desde Colombia telefoneó a la consellera de Emergencias, Salomé Pradas, para comunicarle que la presa podía romperse definitivamente”.
Tras ello, el Cecopi, “previo acuerdo de todos sus miembros y del comité de dirección, formado por la consellera y la delegada del Gobierno, Pilar Bernabé, decidió lanzar el mensaje por el riesgo de rotura de la presa”.
“El Cecopi solo puede tomar decisiones sobre la información que recibe. Y si no hay comunicación oficial ni datos de los organismos competentes, no se puede actuar sobre algo que no se informa”, ha incidido, y se pregunta si hubo “desbordamientos perceptibles” a partir de las 17.30 horas, “¿por qué la CHJ no activó los mecanismos de alerta antes de que se produjeran”.
- Te recomendamos -