La producción valenciana, protagonizada por Karra Elejalde y Daniela Pezzoti, llega a los cines este viernes
VALÈNCIA, 13 (EUROPA PRESS)
Alejandro Suárez debuta en la dirección de largometraje con ‘Kepler Sexto B’, un “drama social de ciencia ficción” que, en palabras del cineasta, propone un “viaje espacial y de emociones” a través de un ‘Quijote’ moderno interpretado por Karra Elejalde, que ha emprendido su propia misión intergaláctica imaginada contra la crudeza de la realidad, la soledad y la pérdida.
En esta producción valenciana, rodada en localizaciones de Castelló, La Vall d’Uixó, València y Torrent, un apartamento se transforma en toda una nave espacial y la ciudad se convierte en un planeta hostil e inhabitable. Perdido en su atmósfera irrespirable, el protagonista, Jonás, se ha refugiado en este transbordador que ha ideado él mismo y vaga perdido, hasta que la niña Zai, interpretada por la joven Daniela Pezzoti, acude al rescate. El trauma, la soledad, la exclusión social y la falta de cariño se abordan con ternura e inocencia en este relato emotivo.
“Mi intención es que el espectador encuentre un viaje de emociones. A mí me gustan las películas que me hacen sentir algo, no solo que me cuenten historias y me hagan pensar. Me gusta salir movido por dentro y esa ha sido siempre mi intención: que el espectador, al final, no solo tenga un viaje espacial, sino que tenga un viaje emocional y que sienta todo tipo de cosas, que se ría, que llore y que siente por los personajes”, ha explicado a los medios tras una proyección Alejandro Suárez, que da el salto del corto al largo con este montaje que se estrenará en cines este viernes 16 de junio.
Además, “la película tiene un punto transgeneracional”, especialmente por cómo se contagian la imaginación e ilusión un “hombre mayor en la tercera edad y una niña preadolescente”. En opinión de Suárez, “curiosamente son dos mundos que convergen”, porque “los niños tienen una visión inocente todavía del mundo” y, aunque pueden ver y vivir sus maldades, su forma de verlas es “todavía inocente”. Por su lado, “los mayores a veces, en este caso sobre todo con este tipo de enfermedades mentales –que se entreven en el personaje de Jonás– curiosamente vuelven a ser niños”.
“Esto lo he vivido personalmente con un familiar que tenía Alzheimer, que es una gran inspiración de la historia. De alguna manera vuelven a ser niños y ese punto de confluencia era en el que yo quería moverme, en el que no sabes quién es el adulto y quién es el niño. Eso le da una cierta ternura que además es real”.
“Este familiar –prosigue– que tenía, en las últimas fases de Alzheimer, creía que estaba en la niñez y ya no se acordaba de ti. Si le seguías el juego, creía que era un amigo del cole o algo así. Le empezabas a seguir el juego porque era la única manera de comunicarte. Al final veías que sonreía, vislumbrabas algo de felicidad, y ese era un motor fundamental que yo quería contar en la historia”.
El director, en su exploración entre las fronteras de la ilusión y la realidad, anima al espectador a “entrar en el juego” que plantea ‘Kepler Sexto B’: “Veo el cine como un juego de comunicación entre el autor, el equipo y el espectador. Vamos a jugar y estas son las reglas. Te voy a decir que estamos en un avión espacial, créetelo y déjate llevar. Si consigo eso, misión cumplida”, ha comentado.
UNA CONSTELACIÓN DE REFERENCIAS
‘Kepler Sexto B’ está repleta de referencias al cine y la literatura de ciencia ficción, a través de sus escenas y las propias películas y libros que atesora el ‘comandante’ Jonás en su piso. Son un reflejo de la admiración del cineasta por el género desde niño. La película se constituye como “un homenaje que hace el propio personaje, Jonás, porque al final es un Quijote espacial, que intercambia, en lugar de novelas de caballerías, novelas y películas de ciencia ficción que ha visto durante la época de los 80 los 90, todos esos grandes clásicos como ‘Alien’ de Ridley Scott, como ‘2001’ de Kubrick”.
“Invito al espectador a que se lo tome como un juego. Si es un fan de la ciencia ficción y ese tipo de películas, hay un montón de ‘easter eggs’, de pequeñas pistitas y homenajes plagados por toda la película”, ha destacado Suárez.
El director también toma como “dos referencias claras desde el principio” a Terry Gillian (Monty Python), por su “mezcla perfecta entre locura y realidad”, y el cine social de Achero Mañas, en el que el propio Suárez ha trabajado con películas como ‘El Bola’ y ‘Noviembre’.
Sobre Gillian, ha expresado su admiración por cómo consigue ser “dulce, tierno, tener humor” y, al final, un mensaje. Un tono que ha intentando reflejar en su obra. También resalta que las películas del británico “no siempre tienen por qué ser redondas”. “Hay que tomar riesgos y hay que decir ‘vamos a ser originales’. Al final, es un arte y, como en todas las artes, como cuando haces poesía, hay recursos literarios. Yo he utilizado la metáfora y la alegoría para hablar de algo mucho más profundo”, ha resaltado.
“DANIELA PEZZOTI VA A DESPEGAR”
La joven Daniela Pezzoti se estrena en la gran pantalla con un personaje delicado, a veces esperanzado y otras roto. “Aterrizó en la película, pero yo creo que a partir de ahora va a despegar”, ha asegurado el director, que añade: “Lo de Daniela, a la que encontré en la Comunitat Valenciana, es monstruoso, lo digo positivamente. Fue una gran suerte encontrarla”.
Para acompañar a Karra Elejalde, Alejandro Suárez buscaba un “‘partenaire que fuese desconocido” y “totalmente nuevo” para “darle frescura a la película”, algo que “implica un reto grandísimo”, “ha sido maravilloso”.
“Lo que pasa con muchos actores, sobre todo cuando son muy jóvenes, es que al no tener método, si consigues que esa emoción transpire, es real. Con Daniela, en el momento en que entrábamos en materia, ese juego emocional nos emocionaba a todos”, ha asegurado. De hecho, cuenta que en una escena de “carga emocional fuerte” descubrió al director de fotografía “buscando su lentilla porque estaba llorando y no la encontraba”. “Si lo sientes en set, esperas que también la película a través del celuloide lo transmita”, ha concluido.
‘Kepler Sexto B’ es una producción de Turanga Films (Lina Badenes), Pincheforn Producciones (Gonzalo de Santiago) y Kepler Sexto B, A.I.E. en coproducción con Quexito Films y Noodles Production (Francia). Cuenta con el apoyo del ICAA y del Institut Valencià de Cultura, y con la participación de RTVE, À Punt Media, Crea SGR y el ICO. Filmax se encarga de la distribución nacional y las ventas internacionales.
- Te recomendamos -