El erudito valenciano es investido doctor ‘honoris causa’ en la Universidad de Alicante
ALICANTE, 27 (EUROPA PRESS)
El erudito valenciano Joan Francesc Mira ha reivindicado la influencia de la universidad en la sociedad durante su investidura como doctor ‘honoris causa’ en la Universidad de Alicante (UA). Además, se ha mostrado muy crítico con lo que considera “un modelo de universidad como un simple centro superior de formación profesional” y ha defendido la institución como “depositaria de un bien público, que es el conocimiento”.
Así se ha expresado este viernes Mira en el Paraninfo de la UA, que ha acogido la celebración del patrón de las universidades, Santo Tomás de Aquino, con una ceremonia en la que 156 estudiantes han recibido los premios extraordinarios de grado, máster y doctorado que les acreditan como mejores expedientes en estos tres niveles de formación, según ha indicado la institución académica en un comunicado.
La celebración ha servido también para que la UA rindiera homenaje público –a propuesta del Departamento de Filología Catalana– a Joan Francesc Mira, quien ha expresado su “preocupación” por la deriva que ha tomado la universidad actual y ha reivindicado el valor de esta como “depositaria de un bien público, que es el conocimiento, el pensamiento, la conciencia racional y la acumulación y la irradiación de aquello que, de una manera o de otra, decimos ‘cultura'”.
Asimismo, ha mostrado sus dudas en relación a los estudiantes actuales, “a menudo preocupados sobre todo por las ‘salidas de la carrera’ y por poca cosa más”. “Víctimas, en definitiva, de un sistema que ellos no han establecido, pero en el cual tienen que encontrar un lugar para sobrevivir”, ha denunciado.
“Continúan representando un fermento de la vida social y un elemento de comunicación entre ciudades, culturas y países como en algún tiempo pasado”, ha resaltado sobre los estudiantes, al tiempo que ha apuntado el valor que han supuesto en tiempos de crisis para las sociedades cuando estas “han necesitado una sacudida o un empujón para salir de un estado de lasitud o parálisis o para enfrentar el poder represivo del Estado”.
En este sentido, ha recalcado que “son los estudiantes, no los claustros o las autoridades académicas, quienes establecen aquella conexión dinámica y, a veces, decisiva entre universidad y sociedad”. “Ya sea al Mayo del 68 y sus efectos, las protestas contra la guerra del Vietnam, o las huelgas y manifestaciones durante la última etapa del franquismo”, ha enfatizado.
“SIMPLE CENTRO DE FORMACIÓN PROFESIONAL”
Mira ha destacado que este compromiso y conexión social entre la universidad y el mundo es “fruto de esta universidad transversal y preocupada por su trascendencia en todos los ámbitos”, aunque ha dudado que ahora se pudiera dar.
“Dudo que esta interacción viva y dinámica tenga posibilidades de mantenerse si acaba triunfando del todo y definitivamente este modelo de universidad que ahincadamente se nos propone, como un simple centro superior de formación profesional. Todavía será más imposible si, al otro lado, se extiende como único posible el modelo de estudiante como individuo que define su vida –incluida la experiencia de los años universitarios– únicamente en términos de adecuación implacable al mercado de trabajo”, ha lamentado.
El erudito ha expresado su “gratitud” por una decisión que le honra y ha reivindicado sus orígenes familiares, “de los Mira de Xixona desde el siglo XV, de los Mira de Novelda y de Monòver del siglo XVII, que son los Mira del Fondó dels Frares, donde nació mi padre a finales del siglo XIX”.
“REFERENTE” PARA JÓVENES ESTUDIANTES
Por su parte, la rectora de la UA, Amparo Navarro, le ha brindado los símbolos universitarios que le distinguen como doctor honoris causa, el birrete, los guantes, el anillo y el libro de la ciencia. Además, ha calificado a Mira como “un ejemplo de excelencia académica y profesional”.
Asimismo, le ha definido como “un auténtico humanista renacentista”. “Hoy diríamos un intelectual contemporáneo por todos los lados, de aquellos que ponen en práctica que no se puede saber de una sola cosa sin saber de muchas”, ha subrayado, al tiempo que lo ha considerado “referente” para los jóvenes estudiantes.
El reconocimiento como honoris causa ha sido fundamentado por el catedrático Enric Balaguer, con la laudatio en la que ha hecho un extenso y completo recorrido por la vida y la obra del “antropólogo, ensayista, traductor, filólogo, viajero, escritor de viajes, biógrafo, autor de libros de divulgación sobre personajes y figuras históricas y conferenciante”.
“Es innegable que constituye un referente ineludible en nuestras letras y en nuestra literatura. Ha aportado muchas cosas, no a nuestra cultura, sino a la cultura; no a nuestra literatura, sino a la literatura. Su obra es un antídoto contra los ‘post’ que nos asedian, como la posmodernidad, la postestética, la posthistoria, el posthumanismo o la postcultura. Ante la quincallería y lo kitch, nos recuerda la belleza y el buen gusto; ante el relativismo, el dictum ilustrado; ante el cinismo, el compromiso y ante la banalidad, la desiderata humanista”, ha sostenido.
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