VALÈNCIA, 28 (EUROPA PRESS)
El actor Javier Cámara ha abogado por “abrir las páginas de los clásicos, releerlos y revisitarlos”, para lo que ha puesto como ejemplo las dos versiones de ‘Vania x Vania’, que se representan con los mismos actores en los teatros Principal y Rialto de València.
Las dos representaciones, escritas y dirigidas por Pablo Remón, se podrán ver hasta este domingo 29 en València. Ambas son versiones nuevas de ‘Tío Vania’, obra del dramaturgo ruso Antón Chéjov, que Cámara –miembro del elenco– ha puesto como ejemplo de cómo “releer” y de “una nueva visión de los clásicos”, durante una entrevista abierta al público en el Teatro Principal.
“Les hemos echado mucho polvo encima. Se han quedado en las estanterías, entonces tenemos esos libros de cátedra maravillosamente, con esa hoja limpia. Creo que esos son los que hay que tocar, los que incluso hay que romper y desgranar, porque esos son los libros que nos han contado durante siglos”, ha aseverado Cámara, galardonado con el premio Goya a mejor actor en 2014.
De este modo, ha destacado que “después de esta aventura” y de lo que ha leído de Chéjov, tanto en las bibliografías como en sus obras, ha descubierto que “es el autor más importante del siglo XX, por su forma de escribir y la forma de ser psicológicamente audaz con los personajes”. En esta línea, ha criticado las “barreras erróneas” que hay con los clásicos y ha abogado por “contemporaneizarlos”.
Por su parte, Pablo Remón ha explicado que el punto de partida de la concepción de este proyecto es “un clásico que se puede mirar desde muchas partes y con diferentes focos”, además de “ver a los mismos actores haciendo la obra en dos tonos completamente distintos”.
“Ninguna versión es definitiva ni la mejor, ‘Tío Vania’ va a seguir existiendo y esto es una mirada que no quita otra ni pretende ser la única”, ha aseverado.
“DESVIRTUAR” LAS OBRAS
El director del proyecto ha subrayado que le interesa “desvirtuar” las obras porque considera que “es la mejor manera de mantener las cosas más profundas en un texto”. “No es hacerle una cierta reverencia al texto o verlo con una sensación de demasiado respeto, sino que yo personalmente prefiero pasarme de irrespetuoso desde el amor”, ha expuesto, a lo que Cámara ha añadido que le “encantaría” hacer 20 versiones porque “seguro” que encontraría algo nuevo en cada una de ellas.
En cuanto a la obra, Remón ha destacado la “humanidad” de Chéjov. “Es un autor que con la edad y con el tiempo redescubres y lees de otra manera, es un autor más sutil y maduro, que habla con voz suave pero cuando golpea, lo hace muy fuerte”, ha descrito.
El director de ‘Vania x Vania’ ha señalado que el dramaturgo ruso tiene obras “un poco extrañas” en las que “aparentemente no está pasando nada, tampoco es tan fácil dilucidar qué está sucediendo y parece que nada es tan importante y, al mismo tiempo, puede ser devastador o divertido”.
“HACER LAS PACES CON EL PASADO”
En este sentido, Javier Cámara ha coincidido en que esta obra le interpela “muy personalmente” por la edad y por su forma de pensar, siendo dos temas centrales sobre los que hace reflexionar Vania: hacer las paces con el pasado y tomar decisiones que marcan.
“A mí por ejemplo, me encantan las abstracciones, pero la primera versión es un disparo al corazón. En la primera nos interpelamos y los actores nos miramos directamente”, ha subrayado.
En cuanto a su personaje, Javier Cámara ha precisado que Vania “dice muchas cosas que es incapaz de hacer” porque sabe que “tiene que hacer las paces con la realidad”. “Chéjov te ofrece la posibilidad de decir: ‘Sí, te vas a volver loco, te vas a quedar destruido, pero seguiremos, viviremos y luego diremos, hemos vivido, hemos gozado, hemos llorado, pero estamos aquí'”, ha ensalzado.
AÑADIR “CAPAS DE COMPLEJIDAD”
Por lo que respecta al trabajo de redacción en las versiones, Remón ha precisado que “no es lo mismo” conocer una obra para dirigirla o ensayarla que trabajar en el texto para hacer una versión “más profunda, más con frases, más tomando decisiones desde el texto”. Además, ha resaltado que disfrutó el proceso por ver la “carpintería dramática” en acción.
Por último, Pablo Remón ha abogado por abordar los personajes con “complejidad” ante las interpretaciones diversas sobre considerarlos “erráticos” o vanagloriarlos cuando cree que “no se debería”. “Las interpretaciones están fuera de control, es muy particular de cada uno y yo creo que tratar de controlar eso no es teatro, eso es política”, ha sostenido. Para ello, piensa que añadir “capas de complejidad” al personaje sirve para quitar las ideas preconcebidas.
“Para mí el teatro está para limar esas opiniones o ponerlas un poco en duda. Lo que me resulta interesante es esa contradicción, ese llevarte a un sitio diferente del que piensas en tus ideas. Creo que eso es lo realmente potente del teatro y de la ficción”, ha concluido.
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