VALÈNCIA, 3 (EUROPA PRESS)
Farmamundi cierra un 2022 marcado por la guerra de Ucrania, que el próximo 24 de febrero cumplirá un año, y la asistencia humanitaria a más de 3,5 millones de personas.
Según ha informado la organización farmacéutica en un comunicado, la entidad ha suministrado más de 110 toneladas de medicamentos y material sanitario en 2022, de los cuales cerca de 80 toneladas se han repartido en distintos centros hospitalarios de Ucrania, entre ellos los de Dnipro, Leópolis y Odesa.
Además del suministro de cerca de 80 toneladas de medicamentos y material sanitario, Farmamundi ha llevado a cabo la acción directa en Ucrania, sobre todo en la región de Poltava.
“Hemos realizado la entrega de enseres de primera necesidad, kits nutricionales y de higiene, grupos electrógenos, así como la atención sanitaria y psicológica a miles de personas. La intervención en Ucrania continuará durante todo el 2023 a través de varias iniciativas centradas en la prevención y tratamiento de la salud mental y la puesta en marcha de centros de estancia temporal”, ha afirmado el director general de Farmamundi, Joan Peris.
Aunque el foco principal ha estado en Ucrania, desde la entidad han pedido no olvidar la grave violación de derechos humanos que se sigue produciendo en muchos países del mundo donde la ONG trabaja y se esfuerza por mantener los proyectos en alianza con sus socias locales. Es el caso de Nicaragua, Perú, El Salvador, Uganda, Etiopía o Yemen, por citar algunos casos.
ALIANZAS QUE SUMAN SALUD
Este año la organización farmacéutica ha conseguido que más de 120 empresas e instituciones se hayan aliado para contribuir en la mejora de la asistencia sanitaria y el acceso a medicamentos donde más se necesita. Tanto para apoyar en emergencias como la de Ucrania, aportando al Fondo Emergencias o colaborando en proyectos concretos de la ONG.
“Generar nuevas alianzas colaborativas y empresas que quieren aportar su granito de arena es esencial para actuar en situaciones tan devastadoras y que afectan a tantas personas. Por ello, agradecemos el apoyo brindado tanto a las empresas, como instituciones públicas y privadas, así como a las personas socias y donantes que han permanecido a nuestro lado este año”, ha añadido Peris.
Por otro lado, con 42 proyectos de educación en marcha, destaca la participación activa en el nacimiento de la I Red Aragonesa de Comunicación para la Transformación Social y el trabajo para garantizar la equidad de género y dignificar los cuidados. También el apoyo para la visibilidad de las defensoras guatemaltecas y salvadoreñas de su territorio en una gira por España, y a las mujeres rurales que reivindican la erradicación de todas las formas de violencia.
Además, la organización ha alertado del impacto sobre el medio ambiente de los residuos de medicamentos y material sanitario durante la pandemia y ha recomendado un uso prudente de los antibióticos desde las aulas universitarias.
DESAFÍOS PARA 2023
En cooperación, la ONG sigue trabajando en la prevención del embarazo adolescente, con acciones de farmacovigilancia y la restitución de DDHH en El Salvador.
También impulsa los derechos sexuales y reproductivos y la prevención de la violencia sexual en países como República Dominicana, Perú, Mali o República Democrática del Congo; y contribuye a mejorar la nutrición infantil y la soberanía alimentaria en Guatemala y Ecuador.
Por otro lado, la entidad denuncia la “grave” situación y la violación de derechos humanos en países como Ucrania, Nicaragua, Etiopía, Uganda o Yemen, donde están previstas nuevas acciones para mejorar la salud y calidad de vida de miles de personas. Destacan las acciones para reducir la incidencia de la malaria entre la población refugiada congolesa en Uganda.
La organización avanza en el desarrollo de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de cara al 2030 con muchas iniciativas y de la mano del Consejo Asesor Social de Farmacéuticos en el que participa activamente; también suma más alianzas con empresas que apoyen el Fondo de Emergencias y reivindica un mayor espacio en Congresos farmacéuticos como Infarma para activar aún más la solidaridad del colectivo sanitario.
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