VALÈNCIA, 2 (EUROPA PRESS)
Los profesionales del Instituto de Rehabilitación Neurológica (Irenea) del Hospital Vithas Valencia Consuelo, con motivo de la llegada de los Reyes Magos, recuerdan a Sus Majestades de Oriente que una buena opción para que los pequeños con diversidad funcional puedan disfrutar de este momento es la adaptación de juguetes a sus necesidades particulares.
“Es muy importante saber qué juguete regalar para fomentar la creatividad, la imaginación y la motivación, pero, además, en el caso de niños con necesidades especiales, hay que tener en cuenta cuáles son los que mejor se adaptan a sus habilidades manipulativas, sus capacidades cognitivas y sus posibilidades de percepción sensorial”, expone en un comunicado la directora de Irenea Vithas Valencia Consuelo, Belén Martínez.
Y es que “aunque en la actualidad existen varias empresas especializadas en la fabricación, desarrollo, investigación y distribución de juguetes adaptados y accesibles, son múltiples las familias que optan por adaptar los comercializados para que sus hijos también puedan jugar con ellos”.
“Lo primero que debemos tener en cuenta es que juguetes adaptados son aquellos juguetes estándar a los que se les ha realizado alguna modificación física que facilita su uso y el juego en sí”, señala la profesional, para recordar que existen muchos tipos de adaptaciones, desde la más sencillas que puede ser poner velcros con el fin de fijar el juguete, hasta traducir los efectos sonoros a visuales o instalar un ‘jack’ que facilite su uso.
RECOMENDACIONES PARA ADAPTAR UN JUGUETE
Algunas de las recomendaciones para adaptar los juguetes a nivel motor son fijar las bases con velcros o imanes para evitar movimientos no deseados durante el juego, modificar la ropa de los muñecos con velcros, añadir cuerdas para facilitar su arrastre, adaptar el juguete para que pueda ser accionado mediante un pulsador, que no exijan mucha rapidez de movimientos o que se puedan regular los tiempos de respuesta o que pueda entrar la silla de ruedas en estructuras grandes como cocinitas.
Así mismo, a nivel auditivo, se pueden colocar dispositivos electrónicos que traduzcan los sonidos a otro tipo de efectos como vibración o luces o traducir mensajes orales a mensajes escritos. Es recomendable que los juguetes que llevan sonido dispongan de control de volumen y salida de auriculares con la finalidad de adaptar el sonido al posible resto auditivo.
Por otro lado, algunas de las opciones a nivel visual son incorporar sonidos, relieves o texturas que sustituyan o acompañen a un estímulo visual o que las instrucciones o piezas estén traducidas al Braille, así como poner relieve, colocar velcros, imanes o ventosas en juegos de mesa para evitar los desplazamientos involuntarios.
A nivel intelectual es conveniente que los juguetes tengan fácil manejo de todas sus funciones para que el niño pueda jugar con autonomía, así como que resulten atractivos desde el principio hasta el final de su uso porque permitirá mantener la atención y el interés durante todo el juego. También que no requieran altos niveles de concentración o razonamiento o que permitan tiempos de respuesta largos para que todos puedan jugar aunque su ritmo sea un poco más lento.
En el caso de que se trate de juegos con reglas, es aconsejable que tengan la posibilidad de adaptarse a niveles cognitivos más bajos, reduciendo el número de reglas y la complejidad.
“No debemos olvidar en ningún momento que un niño con diversidad funcional es ante todo un niño y que, más allá de estas recomendaciones e independientemente de sus dificultades, es importante dar la posibilidad de jugar, evolucionar y aprender a su ritmo, aunque eso es algo que Melchor, Gaspar y Baltasar no necesitan aprender”, concluye la experta.
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