Investigadores del Instituto de Investigación Sanitaria del Hospital Clínico de València han demostrado que una molécula (la llamada PD033299) aumenta el número de un tipo de células protectoras (conocidas como células T) de la placa de colesterol, haciéndola más resistente a las roturas de las arterias. Esta molécula, que actualmente se utiliza en el tratamiento del cáncer, podría mejorar los casos más graves de aterosclerosis.
La aterosclerosis ocurre cuando se acumula colesterol y células inflamatorias en las paredes de las arterias. Estos depósitos que se denominan placas, con el tiempo, pueden estrechar u obstruir las arterias y romperlas.
La investigación ha sido desarrollada por Herminia González, del Laboratorio de Enfermedades Metabólicas de Incliva.
En los pacientes con aterosclerosis grave el riesgo de sufrir un accidente cardiovascular es muy alto, en particular aquellos pacientes que ya han tenido un episodio previo de infarto miocárdico o de ictus o aquellos que tienen la placa de colesterol especialmente vulnerable lo que les puede producir este tipo de episodios agudos.
Los resultados mostraron que el tratamiento con una molécula (PD0332991) aumenta la cantidad de estas células T protectoras y disminuye la enfermedad cardiovascular y la vulnerabilidad a rotura de la placa en modelos animales.
Los autores consideran que vías terapéuticas basadas en la activación de estos genes podrían ser un posible tratamiento para aquellos pacientes con alto riesgo de sufrir un episodio cardiovascular. Para ello será necesario realizar más estudios, no solo en el laboratorio, sino también con pacientes.
El problema del colesterol o hipercolesterolemia Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), las enfermedades cardiovasculares suponen la principal causa de muerte en todo el mundo.
En Europa mueren cada año más de 3,9 millones de personas por su causa.
En España, el 31% de las muertes son debidas a las enfermedades cardiovasculares, de las cuales el 24,6% en hombres y 22,5% en mujeres son atribuibles a la Hipercolesterolemia.
El estudio se ha realizado en el Instituto de Investigación Sanitaria Incliva por los Grupos de Investigación de Inflamación y el Grupo de Investigación sobre Riesgo Cardiometabólico, con la colaboración del Grupo de Neuroendocrinología Molecular del CIPF. Estos dos últimos, miembros del Ciberdem (Ciber de Diabetes y Enfermedades Metabólicas).
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