VALÈNCIA, 29 (EUROPA PRESS)
El Instituto de Biomecánica de Biomecánica (IBV) ha desarrollado el proyecto ‘Moda Digital’, que tiene como objetivo principal avanzar en el desarrollo de un ‘test de ajuste’ digital que permita a las empresas de diseño validar el patrón, usando diseño digital 3D mejorado, sin necesidad de construir prototipos físicos de prendas.
Todo ello, utilizando avatares humanos realistas en movimiento, generados con tecnología 4D en programas de diseño de patronaje tres dimensiones de ropa que mejoran la información actual sobre el ajuste y caída de estas prendas.
Desde el instituto de investigación señalan que la industria de la moda es una de las más globalizadas y es el segmento de la indumentaria uno de los más representativos con un valor de mercado en Europa de, aproximadamente, 65.000 millones de euros, según Euratex 2022.
Uno de los “desafíos” a los que se enfrentan los diseñadores es, en particular, al problema del ajuste de la prenda sobre el cuerpo de una persona, teniendo en cuenta sus movimientos y la variabilidad de formas del cuerpo. Además, con el aumento vertiginoso de las ventas de ropa online experimentado en la última década, donde los consumidores se ven obligados a elegir tallas y estilos sin una experiencia de prueba, el ajuste de la prenda se ha convertido, sin duda, un factor esencial en la satisfacción del consumidor.
Por otra parte, la mayoría de las pequeñas y medianas empresas del sector de la confección utilizan un esquema de diseño tradicional basado en bocetos 2D y en prototipos físicos -en lugar de programas de patronaje 3D- para acabar de definir el producto y sus patrones definitivos, con los consiguientes costes y tiempos para la fabricación de estos prototipos.
Los programas de patronaje 3D de ropa han evolucionado mucho en los últimos dos años, mejorando aspectos clave que hasta ahora limitaban su uso e implementación real en las empresas de confección. Se ha avanzado en las funciones de patronaje 3D, en la visualización de las prendas, en el tiempo de computación, y en la implementación de cambios y variantes de diseño. Sin embargo, sigue habiendo una brecha entre el patrón obtenido mediante los programas de diseño 3D y el patrón manual generado mediante metodologías manuales tradicionales 2D.
Esto se debe a que los modelos antropométricos y corporales de estos programas no se corresponden con los utilizados por los patronistas de referencia de las empresas. Por lo tanto, es necesario generar modelos antropométricos 3D personalizados y adaptados para cada empresa.
El proyecto ‘Moda Digital’ permite introducir modelos más realistas del cuerpo humano, en los programas de diseño 3D, para mejorar sustancialmente la información sobre el ajuste y caída de la ropa.
En palabras del director de Innovación en Indumentaria de IBV, Juan Carlos González, “ello permitirá sustituir los tests de ajuste actuales, que se realizan con prototipos físicos de prendas de ropa, por un ‘test de ajuste digital’ que haga posible validar las holguras que se aplican a cada diseño nuevo de prenda”. “Este proceso ahorraría mucho tiempo y recursos en el proceso de desarrollo de nuevas colecciones”, agrega.
En ‘Moda Digital’ colaboran las empresas Atika Sport Garment, Profi Creaciones Deportivas, Prima Protección y Aimsa Grupo Textil, aportando patrones y muestras de sus productos que se utilizan en las simulaciones 3D, y así poder validar la metodología desarrollada en estas investigaciones.
“Con el proyecto contribuimos a optimizar el proceso de diseño de las PYMES mediante el diseño digital 3D mejorado con las herramientas de escaneado y análisis de forma 3D con las que contamos”, destaca González.
Además, el proyecto va a permitir comparar, por primera vez, los resultados de la simulación obtenida a través de las herramientas de diseño 3D con escaneados de personas reales en movimiento, generados mediante la tecnología MOVE4D.
“MOVE4D es un escáner dinámico del cuerpo humano en movimiento, de última generación, desarrollado por el IBV y utilizado en estas investigaciones. Tiene múltiples usos en diferentes ámbitos como el deporte, la salud, o la indumentaria como en este proyecto”, destaca Beatriz Mañas, Responsable de Desarrollo de Negocio de la División de Tecnologías en IBV.
“GRAN OPORTUNIDAD”
Los resultados suponen “una gran oportunidad para un sector esencial para la Comunitat Valenciana por volumen de negocio y por arraigo industrial, como es el del textil y confección”. Sin embargo, el impacto también es extensible a otros sectores, como son el deporte y los equipos de protección individual, entre otros, destacan los impulsores de la iniciativa.
El proyecto está financiado por el programa 2023 de ayudas del Instituto Valenciano de Competitividad Empresarial, IVACE, dirigidas a centros tecnológicos de la Comunitat Valenciana para el desarrollo de proyectos de I+D de carácter no económico realizados en colaboración con empresas, financiado por la Unión Europea (IMDEEA/2023/47).
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