Son Concepción Aleixandre, Elia Garci-Lara y las contemporáneas Pilar Mateo, Susana Aucejo, Blanca Calderón y Ana Rodes
VALENCIA, 8 (EUROPA PRESS)
El Consell Valencià de Cultura (CVC) ha reivindicado, en el contexto del Día de la Inventora que se celebra el 9 de noviembre, la figura de seis mujeres valencianas de diferentes épocas con “importantes contribuciones” en el campo de la investigación y las patentes.
Se trata de dos mujeres nacidas en el siglo XIX –Concepción Aleixandre y Elia Garci-Lara– y las contemporáneas Pilar Mateo, Susana Aucejo, Blanca Calderón y Ana Rodes, según ha informado la institución en un comunicado. En algunos casos, la entidad ha subrayado que hicieron su trabajo en contextos históricos “muy complicados”.
Según ha recalcado el CVC, hasta el año 1923 las inventoras en España estaban relegadas al ámbito doméstico y tenían que pedir a maridos u otros familiares que registraran por ellas las patentes. Estas circunstancias hacen “muy complicado” saber exactamente cuántas de las patentes registradas son fruto de la inventiva de las mujeres. Por otro lado, el hecho de que pudieran registrar sus patentes tampoco significa que se borraran los obstáculos y las dificultades para ellas.
En esta línea, ha hecho hincapié en que “a pesar del machismo imperante en el mundo empresarial e industrial de las décadas de los 80 y 90 del siglo pasado”, las inventoras valencianas hicieron una contribución “clave” en la creación y consolidación de la red de institutos tecnológicos del Impiva, actualmente el parque tecnológico Redit, y desarrollaron un “papel esencial” para avanzar en el desarrollo tecnológico y empresarial y en la consolidación de la I+D valenciana.
Concepción Aleixandre Ballester (Valencia, 1862-1952) fue una de las primeras mujeres en España en obtener la licenciatura de Medicina. Fue una doctora en ginecología pionera y gran divulgadora. Además de su trabajo para difundir la necesidad de una mejor higiene femenina, ideó un dispositivo con dos pesaris mecánicos en forma de sortija, con la flexibilidad suficiente para adaptarse a las paredes vaginales y con una función asimilable a la de las bolas chinas que contribuyen a fortalecer el suelo pélvico. Se trataba de un dispositivo “revolucionario” para la época.
La valenciana Elia García-Lara Catalá, por su parte, figura en todos los listados de mujeres inventoras por haber patentado en 1890 una ingeniosa patente: una lavadora mecánica con numerosas funciones, que completaba mecánicamente todos los ciclos de lavado, incluyendo la clasificación, el escurrido, el secado, el planchado y el plegado de la ropa. De García-Lara no se conocen muchos datos biográficos, fruto de la “invisibilización femenina”.
Pilar Mateo (Valencia, 1959) es doctora en Ciencias Químicas por la Universitat de València y doctora honoris causa por la Universidad Anáhuac, en México. La vinculación en América Latina tiene que ver con su trabajo, en concreto, con la búsqueda de soluciones para enfermedades sufridas por las comunidades indígenas que se tradujo en la patente de tecnologías con polímeros micro-encapsulados y pinturas que conseguían controlar la enfermedad de Chagas, una afección muy extendida que afecta 25 millones de personas.
Susana Aucejo, doctora en Ciencias Químicas por la Universitat de València, pertenece a la generación de mujeres investigadoras que se incorporaron en la red de institutos tecnológicos. Su tarea durante dos décadas ha estado centrada en el desarrollo de nuevos materiales para la industria alimentaria con el fin de reducir el enorme impacto ambiental que provocan sus residuos. Su investigación ha generado una cincuentena de patentes internacionales concedidas en Europa, EEUU, Japón o China.
INVENTORA JOVEN
Blanca Calderón, ingeniera química de la Universidad de Alicante, ha sido distinguida este año con el premio a la ‘Mejor Patente de Inventora Joven’ que premia la tarea de inventoras menores de 40 años por parte de la Oficina Española de Patentes y Marcas (OEPM). El reconocimiento es fruto de una tesis doctoral que se tradujo en la patente ‘Nanopartículas para la descontaminación ambiental a partir de residuos agrícolas’, un método revolucionario y de bajo coste a partir de un residuo generado por la producción de aceite de oliva, la morca.
Finalmente, otra investigadora muy joven, Ana Rodes (Alcoi, 1991), ingeniera industrial y directora de proyectos I+D en el centro tecnológico textil Aitex, fue conocida a partir de 2021, gracias un proyecto que conseguía integrar células fotovoltaicas en tejidos para aprovechar al máximo la energía solar. Este concepto, en la práctica, se tradujo en un toldo capaz de generar energía de manera sostenible, con diseños adaptados a varios entornos y condiciones climáticas.
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