ALICANTE, 27 (EUROPA PRESS)
El Pleno del Ayuntamiento de Alicante ha dado luz verde a la aprobación inicial de la Ordenanza reguladora de Protección contra la Contaminación Acústica, conocida como ordenanza del ruido, en el último pleno de la legislatura.
En el pleno ordinario correspondiente al mes de abril, celebrado este jueves, la ordenanza ha contado con los votos a favor del equipo de gobierno –formado por PP y CS– y del PSPV; mientras que Compromís y Vox se han abstenido y Unides Podem (UP) ha votado en contra.
El debate se ha iniciado con la intervención de Francisco Galdeano, representante de la Asociación de Locales de Restauración y Ocio de Alicante, quien ha ironizado con cambiar el nombre de la norma por el de “ordenanza para acabar con el sector de la hostelería en la ciudad de Alicante”, puesto que ha censurado que “el 90 por ciento va dirigida a medidas sancionadoras a infracciones del ocio y la hostelería”.
En este sentido, ha abogado por realizar un mapa del ruido para identificar las “causas objetivas” y dirigirse así a los “problemas reales”, en lugar de dirigirla, a su juicio, al colectivo de la hostelería, del que ha enfatizado su “colaboración”.
“Vamos a hacer alegaciones cuando corresponda y judicializaremos todo esto, porque no se merece el sector una ordenanza así”, ha aseverado Galdeano, al tiempo que ha denunciado que los representantes del sector no han sido consultados para redactar la ordenanza.
Posteriormente, el concejal de Urbanismo, Adrián Santos, ha defendido que esta ordenanza modifica la existente, que no está actualizada y no permite aplicar la legislación autonómica y estatal vigente. “Se ha tratado de identificar todas las fuentes emisoras de ruido posibles, ver cuáles son las herramientas con que se puede actuar y hacer que sea efectiva, actualizando la normativa vigente para que pueda ser sancionadora”, ha detallado.
Asimismo, ha expresado que la ordenanza incluye “todo el abanico” del ruido, y ha ejemplificado que va desde una fiesta en una vivienda, un aire acondicionado en una casa, o el ruido del tráfico. “Quien cumpla con las consideraciones que marcan las leyes superiores, no tendrá ningún tipo de problema”, ha afirmado.
Por su parte, desde Vox, Mario Ortolà ha afeado que “no se han realizado diagnósticos precisos” en la cuestión del ruido y ha abogado por aumentar la presencia policial, puesto que a su juicio el ruido “lo generan las aglomeraciones cerca de la hostelería, no los clientes ni los trabajadores”. “Nos preocupa mucho esta ordenanza porque en las manos equivocadas, y vienen elecciones, puede suponer una destrucción de empleo sin precedentes”, ha alertado.
Por su parte, el portavoz de Compromís, Natxo Bellido, ha coincidido con Galdeano y ha lamentado que la aprobación inicial de la ordenanza llegue en el último pleno del consistorio y ha criticado que no exista un mapa del ruido para saber “qué ruido se produce y quién lo produce”.
No obstante, ha insistido en que Galdeano “se ha olvidado de los vecinos del casco histórico y del centro tradicional, que piden que se garantice el derecho al descanso”. Bellido ha tachado de “insuficiente” la ordenanza, pero ha optado por “tomarla como un avance, un paso adelante insuficiente”. “Seremos otros los que gestionemos este problema, los que tengamos que desarrollar esta ordenanza”, ha expresado.
UP CRITICA LA “FALTA DE MODELO DE CIUDAD”
Por su parte, el portavoz de UP, Xavier López, ha rechazado que la ordenanza busque acabar con la hostelería y ha subrayado que “nadie culpa a la hostelería de los males de la ciudad”, sino que considera que “el problema es de modelo de ciudad, de no tener una estrategia turística y de no saber cuál es la planificación para el centro tradicional y casco histórico”.
“Creemos que es una cuestión de fondo y del derecho de vuelta de la vida cotidiana al centro y de la diversidad económica en esos barrios, ahora ocupada por el monocultivo de la hostelería”, ha enfatizado, al tiempo que ha resaltado que la ordenanza no cumple con los objetivos que se habían marcado, por lo que ha avanzado su voto en contra.
Por parte del PSPV-PSOE, la concejala Trini Amorós también ha insistido en que “hace falta un mapa del ruido” y ha denunciado que no se incluya la Oficina de Control Acústico en la ordenanza. “A partir de mayo, sí la incluiremos y desarrollaremos la ordenanza con ese contenido”, ha afirmado, al tiempo que ha dicho que votarían a favor.
Tras la aprobación inicial de esta ordenanza, ahora se procederá a abrir un período de información pública y audiencia a los interesados por un plazo de 30 días para la presentación de reclamaciones y sugerencias y, en el caso de que no se hubiera presentado ninguna reclamación o sugerencia durante el plazo concedido, se entenderá definitivamente adoptado el acuerdo provisional.
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