ALICANTE, 31 (EUROPA PRESS)
Agentes de la Policía Nacional han detenido en Alicante a dos hombres como presuntos autores de cuatro estafas a diferentes víctimas de diferentes puntos de la geografía española, a las que supuestamente habían realizado cargos fraudulentos en sus cuentas bancarias –tras obtenerlos con técnicas de ‘phising’–. Presuntamente, estafaron casi 4.000 euros con la adquisición de productos de tecnología de última generación, alcohol y tabaco en comercios de Albacete.
La investigación comenzó a raíz de las denuncias de cuatro personas, residentes en distintos puntos de la geografía española, quienes vieron que se habían cargado en sus cuentas bancarias importantes cantidades de dinero en concepto de compras realizadas en comercios de la ciudad de Albacete, todas ellas realizadas el mismo día, según ha indicado el cuerpo policial en un comunicado.
En concreto, uno de ellos denunció una compra fraudulenta por importe de 917,99 euros en una tienda de tecnología; y otro, una compra de 1.288 euros en la misma tienda. Un tercer denunciante había detectado una compra por valor de 1.184 euros en bebidas alcohólicas en un supermercado; mientras que el último, una compra de tabaco por 604,80 euros en un estanco, todos en Albacete.
Tras detectar la posible conexión que existía entre las diferentes denuncias, los investigadores de Albacete comenzaron a realizar averiguaciones que les llevaron a la plena identificación de los autores de estas estafas.
Se trataba de dos varones de 25 y 28 años, afincados en Alicante y con numerosos antecedentes por estafa. De hecho, uno de ellos ya había sido identificado y detenido por hechos similares en Albacete el año pasado.
A raíz de esta identificación, desde Alicante se procedió la semana pasada a la detención de estos dos presuntos estafadores, que han pasado a disposición judicial a los Juzgados de Instrucción de Alicante.
EMPLEABAN EL ‘PHISING’
Estos detenidos supuestamente pertenecían a una de las bandas organizadas que operan en España y que actúan en dos fases claramente diferenciadas. En primer lugar, mediante técnicas de ‘phising’, consiguen los datos del titular de la tarjeta bancaria.
Para hacerse con esta información, aprovechan vulnerabilidades de las entidades bancarias, de los comercios o falta de precaución de los propios clientes, a quienes envían mensajes que simulan ser de su entidad bancaria u otro comercio y les invitan a pinchar en un enlace que en realidad facilitará a los criminales el acceso a todos los datos de su ordenador o terminal telefónico.
En una segunda fase, entran en juego las ‘mulas’, que son personas a cuyos teléfonos móviles se vinculan los datos de las tarjetas de sus víctimas. Estas, aprovechando que algunos comercios no solicitan identificación cuando realizan pagos con el teléfono móvil, realizan todo tipo de compras hasta que agotan el saldo o límites que esas tarjetas o cuentas bancarias dispongan. Suelen desplazarse a ciudades cercanas a sus puntos de residencia para dificultar su identificación.
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