
VALÈNCIA, 21 (EUROPA PRESS)
Agentes de la Policía Nacional han detenido en València a cuatro personas –dos hombres y dos mujeres, de entre 31 y 56 años de edad–, como presuntos miembros de una organización criminal itinerante que llevaba varios meses robando dispositivos multimedia, por valor de más de 68.000 euros, en centros comerciales de siete provincias españolas.
La detención se produjo en la ciudad de València, donde los presuntos integrantes del grupo criminal fueron detectados por los vigilantes de seguridad de un centro comercial cuando supuestamente ya habían conseguido apoderarse de tres cámaras fotográficas, valoradas en casi 8.000 euros, y después de que el día anterior presuntamente hubieran cometido un robo en otro centro de Sabadell (Barcelona), según ha indicado la Jefatura en un comunicado.
Al lugar acudió una patrulla de la Comisaría del distrito valenciano de Marítim y agentes del grupo de Robos de la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV) de València, quienes procedieron a la detención de estos cuatro individuos como presuntos autores de delitos de robo con fuerza en establecimientos abiertos al público.
Los efectivos recuperaron las cámaras sustraídas y localizaron en las inmediaciones el vehículo de alquiler que utilizaban los arrestados, donde también se hallaron varios útiles empleados para los robos.
Por su parte, el Grupo de Delincuencia Itinerante de Zaragoza había iniciado una investigación el pasado mes de febrero tras recibir una denuncia de un robo con fuerza en un establecimiento de un centro comercial. En el hecho, los autores sustrajeron tres teléfonos móviles valorados en más de 2.500 euros.
Los agentes lograron identificar a los presuntos responsables, quienes también estarían implicados en otros robos similares cometidos en distintas ciudades del territorio nacional. Como resultado, se emitieron órdenes de búsqueda y detención para los cuatro integrantes dado su carácter itinerante.
La organización, compuesta por al menos cuatro integrantes, actuaba de forma “perfectamente estructurada y coordinada”, y operaba en diferentes puntos de la geografía española, como Valencia, Alicante, Madrid, Barcelona, Murcia, Sevilla y Zaragoza.
Los integrantes del grupo, con vínculos familiares entre sí, obtenían “importantes beneficios económicos” presuntamente fruto de su actividad delictiva, “ocasionando a su vez un grave perjuicio económico a los establecimientos afectados”.
El grupo actuaba principalmente en establecimientos especializados en la venta de dispositivos electrónicos de alta gama, como teléfonos móviles o cámaras de videograbación. Supuestamente forzaban las cerraduras de las vitrinas que custodian estos productos, mientras otros miembros del grupo ejercían funciones de vigilancia para evitar ser detectados.
La participación coordinada de todos los integrantes era “indispensable” para ejecutar los robos “con rapidez y eficacia”. El importe de los artículos sustraídos en los 16 robos que se les imputan asciende a más de 68.000 euros.
Los agentes acreditaron la participación de los cuatro detenidos –que contaban con antecedentes policiales previos– en los 16 robos y su pertenencia a organización criminal durante la investigación. Se logró su desarticulación, ya que tras su paso por el Juzgado de Instrucción Siete de Valencia, en funciones de Guardia, se decretó el ingreso en prisión provisional de todos ellos.
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