Acusa a Catalá de robar protagonismo a las falleras mayores: “Quiere ser la niña en el bautizo y el muerto en el entierro”
VALÈNCIA, 21 (EUROPA PRESS9
Compromís ve necesario repensar el modelo de las Fallas de València e impulsar cambios normativos para no parecer “una ciudad sin ley”, con un mayor de control de petardos, un retraso de la instalación de carpas, una reducción “drástica” de los puestos de comida y un aumento del transporte público. Además, insiste en crear una tasa turística para que la afluencia de visitantes revierta en la ciudad.
En una rueda de prensa de balance de las Fallas 2025, la portavoz municipal de Compromís, Papi Robles, y el concejal Pere Fuset han abogado por pasar “de las recomendaciones a los cambios normativos” para “no dividir la ciudad entre falleros y ‘antifalleros’, que es lo que parece que el PP quiere hacer”.
A su juicio, las Fallas de este año habrían vivido momentos de mayor “caos” de no ser por la lluvia. “La alcaldesa, Mª José Catalá, estaba haciendo oraciones para que lloviera porque le ha salvado del desastre”, ha ironizado Robles, a lo que Fuset ha añadido que “la lluvia ha hecho lo que Catalá no ha sido capaz de hacer”.
En la coalición se preguntan “cómo es posible que en unas Fallas con menos visitantes la ciudad esté igual o más sucia” y pone como ejemplo que había días como el pasado 15 de marzo que “no se podía caminar por la calle en Russafa a las once de la mañana”. También aluden a los “momentos de caos absoluto” durante la ‘mascletà’ del sábado 15, “con gente que estuvo más de una hora atrapada para salir”.
NO CORTAR CALLES HASTA EL 12 DE MARZO
En primer lugar, Compromís ve necesario retrasar la instalación de las carpas en las calles hasta el 12 de marzo, aunque permitiendo actividades recreativas en el fin de semana previo a Fallas. “Este año la ciudad ha estado toda la ciudad bloqueada durante más de una semana, con carpas sin prácticamente uso y con mucha gente enfadada”, denuncian, y auguran que el Ayuntamiento acabará “reculando” en 2026 por la “presión vecinal”.
Respecto al transporte, lamentan el servicio “muy deficitario” durante estas Fallas, en las que “la gente se ha dedicado a caminar más que nunca porque no tenían alternativa y sálvese quien pueda”.
En cuanto a los mercadillos, apuestan por “reducirlos drásticamente” y por establecer un máximo de paradas de comida preparada y de “mojiterías”, así como por velar por que se cumpla la normativa de que solo se instalen en un lado de la calle y cuenten con cocinas cerradas para evitar la salida de humos.
“LO DE AYER NO FUE UN PETARDO, FUE UNA BOMBA”
Sobre los petardos, defienden “que la recomendación de horarios sea norma” en el bando fallero y que se difunda más. Ponen como ejemplo el petardo lanzado en la madrugada de este viernes que provocó un herido y que fue “una auténtica bomba”, además de advertir que no es un caso aislado: “Hay que mirar más allá de lo que pasa bajo del río”.
En general, Compromís aboga por “unas dimensiones de la fiesta que sean asumibles para que la administración pueda reaccionar”. “El caos mejor organizado del mundo se convierte en un caos total sin una previsión detrás”, ha señalado Fuset, si bien ha remarcado que no quiere “predicar el apocalipsis ni negar que la fiesta arrastra problemas históricos”.
“Las Fallas no deben crecer, sino mejorar. Hay que buscar la excelencia de la fiesta, Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, y buscar la convivencia para que no sea solo de los falleros, sino del cien por cien de la ciudad”, ha reivindicado el también exconcejal de Cultura Festiva y expresidente de Junta Central Fallera (JCF).
Para conseguirlo, la coalición reitera la necesidad de aplicar una tasa turística en València y “no solo en Fallas”, aunque a su juicio es en esta fiesta cuando queda más clara su necesidad. La destinación de esa tasa, en su opinión, es algo que debe ir “basculando” el Ayuntamiento a partir de las necesidades de la ciudad.
“NI BARBERÁ SE ATREVÍA A TANTO”
En clave política, los concejales de Compromís han acusado a Catalá de una “instrumentalización política de las Fallas”, al considerar que ha antepuesto su “protagonismo” al de las falleras mayores “para poder lucir ella su imagen: “Ha retrasado su entrada al balcón en las ‘mascletaes’ simplemente para figurar que la gente le aplaude a ella. Es algo que ni (la exalcaldesa) Rita Barberá se ha atrevido a hacer”.
También han afeado a la primera edil que atravesara la plaza de la Virgen durante la Ofrenda tras la fallera mayor, cuando en su opinión podría haberle esperado en la Basílica como hacía Barberá. “Son cuestiones de estilo. Ya lo vimos el 9 d’Octubre que Catalá iba como Braveheart con la Senyera”, ha ilustrado Fuset, quien cree que la alcaldesa quiere ser “la niña en el bautizo y el muerto en el entierro”.
El “colmo”, a juicio de Compromís, fue que la primera edil tuviera “la poca vergüenza” de invitar al ‘president’ de la Generalitat, Carlos Mazón, al balcón del Ayuntamiento al final de la Cremà “a última hora y por la puerta de atrás para cederle el momento más álgido de las Fallas. “La fallera mayor no podía ni llegar a encender la Cremà”, ha lamentado Robles.
Para la coalición, esta forma de actuar demuestra que “o bien Catalá sabe que su imagen está muy denostada y quiere utilizar a las falleras mayores; no respeta las fiestas y pasa por encima de ellas cuando le interesa, o está preocupada de su carrera política dentro del PP”.
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