VALÈNCIA, 10 (EUROPA PRESS)
La pobreza energética afecta a un 24,81 por ciento de la población de la Comunitat Valenciana, con 1.254.824 personas en esta situación, según un estudio elaborado por la Universitat Politècnica de València (UPV), en colaboración con el Institut Valencià de l’Edificació (IVE).
El informe ‘Pobreza Energética de la Comunitat Valenciana’ se ha presentado este lunes en un acto que ha contado con la participación del vicepresidente segundo y conseller de Vivienda y Arquitectura Bioclimática, Héctor Illueca, que ha abogado por modelos constructivos que mejoren la eficiencia de los edificios para luchar contra esta problemática, según ha informado la Generalitat en un comunicado.
Se considera pobreza energética la situación en la que se encuentra un hogar en el que no pueden ser satisfechas las necesidades básicas de suministros de energía, como consecuencia de un nivel de ingresos insuficiente y que, en su caso, puede verse agravada por disponer de una vivienda ineficiente en energía.
La pobreza energética afecta en Europa a unos 35 millones de personas y en España a unos 3,5 millones. Según el estudio presentado, este tipo de pobreza se cifra en un 24,81%, lo que significa que 1.254.824 personas de la Comunitat Valenciana se encuentran en dicha situación. Es más, según ha señalado el vicepresidente, “la pobreza energética podría aumentar un 17% este mismo invierno”.
Hay que tener en cuenta que el estudio recoge datos principalmente obtenidos en 2021, por lo que conforme ha evolucionado la coyuntura energética y la inflación, a fecha de hoy se presume una situación aún más abultada en los hogares.
Ante estas expectativas, Illueca ha destacado que el informe constituye “un primer paso para afrontar el problema”, ya que gracias a él se conocen las necesidades, carencias y puntos débiles de la Comunitat Valenciana.
Además del nivel de ingresos, el vicepresidente también ha señalado el envejecimiento del parque edificado y la falta de arquitecturas realmente preparadas para ser eficientes energéticamente como otras de las causas de la pobreza energética.
Todo ello “afecta a la salud de la población, causando problemas respiratorios y circulatorios, pero también de salud mental” y que origina “un sufrimiento humano que recae sobre las personas que más debiéramos de proteger: los niños y las personas mayores”.
En su intervención, Illueca ha defendido la regulación de los precios de la energía para luchar contra la pobreza energética. Pero considera que también “hay que combatirla con medidas estructurales que abordan el asunto desde la raíz, que fomentan modelos constructivos que mejoran la eficiencia de los edificios, haciendo más ecológicas y asequibles la refrigeración y la calefacción de todos los hogares”.
El conseller ha agradecido al equipo implicado en la elaboración de este informe formado por el director general de Calidad, Rehabilitación y Eficiencia Energética, Alberto Rubio; la directora del IVE, Begoña Serrano; Rafael Temes, del departamento de Urbanismo de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de la UPV, y el equipo de investigación formado por Blanca Larraz y Pablo Carnero.
ESTRATEGIA NACIONAL
El Gobierno aprobó en 2019 la Estrategia Nacional contra la Pobreza Energética 2019-2024 (ENPE) para establecer las bases que permitieran hacer un diagnóstico comprensivo y transversal de la pobreza energética, su evolución y establecer medidas de actuación necesarias para reducir el número de hogares que se encuentran en esa situación.
“De ahí que la Generalitat haya querido profundizar en dicha dimensión de la pobreza en un momento en el que las energías y su costo se han convertido en una de las primeras preocupaciones de los ciudadanos”, según Illueca. El estudio trata de dar respuesta a dicha demanda, valorando sobre el territorio de la Comunitat las zonas en las que se estima la existencia de pobreza energética.
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