VALÈNCIA, 21 (EUROPA PRESS)
CCOO y UGT han celebrado concentraciones en Castellón, Alicante y Valencia, específicamente en las residencias de Ballesol, para denunciar la situación de la plantilla de las residencias privadas de personas mayores que, “además de tener unas condiciones laborales nefastas, perciben unos salarios bajos que la patronal se niega a incrementar”.
Los sindicatos han denunciado, en un comunicado conjunto, que “después de un largo año de espera para iniciar las negociaciones, la patronal ha propuesto un aumento salarial claramente insuficiente, teniendo en cuenta la precaria situación de este sector que no reconoce la labor de las personas trabajadoras que cuidan de nuestros mayores”.
El salario de una gerocultora, según la última tabla salarial vigente en su convenio colectivo de 2023, es de 1.112,30 euros, a lo que se suman 23’13 euros mensuales por estar disponible para ser llamada en cualquier momento, 20’82 euros por trabajar en domingos o festivos, y 19’17 euros por noche.
Mientras, una auxiliar de enfermería en el sector público en ese mismo año cobró un sueldo de 1.512.15 euros, por cada domingo o festivo 39,45 euros y por cada noche 35,10 euros. “Claramente, una diferencia salarial muy considerable realizando las mismas tareas y con menos ratios de personal”, han lamentado las organizaciones sindicales.
En ese sentido, han apuntado que las ratios en centros residenciales privados están “muy por debajo” de las de los centros de titularidad pública y “no son suficientes para que nuestros mayores tengan una atención de calidad”.
UGT y CCOO han apuntado que las trabajadoras y trabajadores de este ámbito “enfrentan sobrecargas de trabajo físicas, psicológicas y emocionales, lo que se traduce en trastornos músculo-esqueléticos y otros problemas de salud derivados de la alta carga laboral”.
El sector, altamente feminizado, demostró su labor esencial durante la pandemia, pero “tras los aplausos y reconocimientos públicos, ha sido olvidado y continúa siendo desvalorizado”, han recriminado.
Por ello, los sindicatos han defendido que es “imperativo que se reconozca su labor no solo a través de palabras, sino también con un ajuste salarial y mejoras en las condiciones laborales que reflejen su verdadero valor”.
CCOO y UGT han exigido una “mejora significativa de estas condiciones, pues las trabajadoras y trabajadores de las residencias privadas de mayores merecen un trato justo, digno y acorde con la labor que desempeñan y las personas usuarias también merecen una mejor atención”.
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