“Es complicado destacar con la gran competencia que hay. Yo solo he escrito una novela que me hubiese encantado leer”, asegura
VALÈNCIA, 24 (EUROPA PRESS)
El autor valenciano Alexandre Escrivà (1996) protagoniza un “ambicioso” debut literario con la novela de género negro ‘El último caso de William Parker’, en la que entrelaza distintas voces narrativas, flashbacks y dos ambientes: San Francisco, en Estados Unidos, y la localidad valenciana de Tavernes de la Valldigna.
¿Quién mató a Sarah Evans? Esta es la pregunta que hay que responder en este relato, que publica Alfaguara, tras la aparición de la cabeza decapitada en las calles de San Francisco a pocos días de la Navidad.
‘El último caso de William Parker’ es la primera novela de Escrivà, que cuenta con una exitosa carrera musical. Ha sido miembro de numerosas jóvenes orquestas, entre ellas la Jove Orquestra de la Generalitat Valenciana y la Nacional de España. Actualmente, se dedica a la interpretación, compaginando giras y colaboraciones con la Banda Municipal de Barcelona con la docencia.
De hecho, afirma, en una entrevista con Europa Press, que se considera “un músico que ha escrito una novela”. “Me he dedicado toda mi vida a la música y, a pesar de que siempre he tenido la escritura muy presente, la palabra escritor me parece muy grande aún”, apostilla.
Sobre ‘El último caso de William Parker’, explica que hasta ahora todo lo que había escrito estaba ambientado en Tavernes de la Valldigna, pero con esta vez quiso salir de su “zona de confort” ambientar la trama principal en San Francisco.
“No obstante, –apunta– quería darle protagonismo a un personaje que ya había aparecido en otra historia anterior, Fernando Fons, y eso me permitía escribir sobre su pasado como periodista en mi ciudad natal. Pero eso no es todo, pues William Parker, el otro protagonista de la novela, también tiene su pasado en Los Ángeles”.
Con las diferentes ciudades y los distintos tipos de narrador, consigue que el lector no se confundiese con las diferentes tramas y líneas temporales. “Era más complicado, por supuesto, pero el resultado podía ser mucho mejor. Gran parte de la novela la escribí en el orden en el que se lee, siguiendo el cambio de personajes, narradores, tramas y líneas temporales”, señala.
En las páginas, además de la búsqueda del culpable, surgen varios temas, algunos de los cuales “sirven para hacer un poco de crítica social, como la diversidad o el maltrato, y otros para el dramatismo de la historia, el trasfondo de los personajes y las acciones que estos pueden tomar en una situación determinada”.
“Todos tenemos problemas y traumas y cada uno los lleva como buenamente puede, y esto, desde mi punto de vista, dota de humanidad a cualquier personaje”, reflexiona el autor.
Alexandre Ecrivà declara que “el buen momento de la novela negra se debe a las demandas de la sociedad actual”. “Hoy en día, –continúa– lo queremos todo de forma inmediata y, cuando vemos una película, una serie o leemos un libro, necesitamos que nos enganche desde las primeras páginas. En general, la novela negra empieza con un asesinato; es un inicio potente que, además, abre muchas preguntas: ¿Quién es la víctima? ¿Quién es su asesino? ¿Por qué la ha matado? Entonces la curiosidad surge en nuestras entrañas y necesitamos leer para descubrir y comprender qué ha pasado para que esa persona muriera asesinada”.
REFERENTES
El valenciano cree que, en el ámbito de la literatura negra, es “complicado destacar con la gran competencia que hay”, al tiempo que cita entre sus referentes a Carlos Ruiz Zafón –“hizo que me apasionara por la literatura”, subraya–, Agatha Christie, Joël Dicker, Susana Martín Gijón, Mikel Santiago, Javier Castillo, Carmen Mola o César Pérez Gellida.
“Podría estar nombrando a muchísimos más, porque creo que en España tenemos un elenco de escritores maravilloso. Yo solo he escrito una novela que me hubiese encantado leer, con la que no puedas parar de pasar páginas y que te sorprenda cuando ya pensabas que lo sabías todo”, asevera.
Avanza que está ya escribiendo otra historia con la que está “completamente obsesionado”, pero adelanta que no aparecerán los personajes de ‘El último caso de William Parker’.
“A fin de cuentas, –dice– soy un autor novel al que la gente está descubriendo ahora, y quiero que mis primeras novelas no tengan un orden de lectura. Me gustaría que los que hayan leído este libro quieran leer el segundo y que los nuevos lectores que surjan con el segundo quieran leer el primero”. “¿Pueden aparecer William y Fernando en un futuro? Claro, la puerta no está cerrada, y en el mundo de los libros todo puede pasar”, concluye.
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