El cabecilla del grupo contactó al resto tras sufrir un ataque de los Dominican Don’t Play esa misma tarde, según la Policía
MADRID, 25 (EUROPA PRESS)
Uno de los seis presuntos integrantes de los trinitarios acusados del intento de asesinato en enero de 2023 a dos personas en un parque de Arganzuela trató de detener el ataque al ver que los agredidos no pertenecían al grupo rival Dominican Don’t Play, ya que no entendían la jerga con la que se les apelaba.
“¿Qué hacéis? Que no son de nada”, les espetó a sus compañeros aquella noche del 14 de enero, según ha explicado este martes en el juicio por estos hechos una policía de la Brigada Provincial de Información, al mencionar la declaración tomada en comisaría a uno de los acusados.
Este mismo miembro, en su declaración tras ser detenido, reconoció los hechos y la acción y corroboró la información de la investigación, según ha añadido la policía en la Audiencia Provincial de Madrid, donde se está desarrollando el juicio contra siete personas (una de las cuales no ha podido ser identificada como miembro de los Trinitarios).
Al grito de ‘Patria’, uno de los signos de identificación de los Trinitarios, los agresores rodearon a los dos jóvenes de 18 y 19 años y les instaron a realizar el gesto de “baja a tres”, que implica un símbolo de sumisión para las bandas rivales.
A la vista de este martes han acudido en calidad de testigos 14 miembros de la Policía Nacional, que han relatado minuciosamente los hechos ocurridos alrededor de las 23.00 horas del 14 de enero de 2023, cuando “un grupo de 14 personas” propinó una paliza a dos jóvenes que se encontraban sentados en un banco del parque, mientras que un tercero, que estaba de pie y los vio llegar de cara, logró escapar.
La declaración de ambos agredidos se iba a producir este martes, pero se ha aplazado al próximo lunes, según ha anunciado la jueza. Los abogados de los siete acusados están tratando de llegar a un acuerdo de conformidad para pagar una cantidad económica de unos 30.000 euros, según han indicado fuentes judiciales a Europa Press.
El fiscal imputa a los acusados dos delitos de asesinato en grado de tentativa y a cinco de ellos con la modalidad de pertenencia a banda criminal. Se enfrentan a penas de hasta 32 años de prisión. La defensa, en cambio, pide una sentencia absolutoria o la rebaja a un delito de heridas graves, y no de tentativa de asesinato.
AGRESIÓN CON MACHETE Y ADOQUINES
A uno de los agredidos, B., los miembros de la banda le propinaron dos golpes con un machete dirigidos a su cabeza, que finalmente impactaron en el brazo derecho, además de golpes con adoquines recogidos en la entrada del parque, según ha declarado uno de los policías este martes.
Al otro agredido, A., le propinaron un fuerte golpe con un machete en la cabeza que, finalmente, impactó en el rostro. “Tenía una brecha increíble en la cara, como no he visto nunca. Tenía todo lleno de sangre. Era como coger un filete de pollo y partirlo por la mitad”, ha esgrimido el séptimo policía que ha comparecido y que les atendió aquel día en el parque. “El ataque se produjo de manera sorpresiva y rápida”, ha añadido.
CABECILLA DE LA AGRESIÓN
La policía de la Brigada de Información ha identificado a uno de los acusados, M.J.R., apodado ‘Gretty’, como el cabecilla del ataque, ya que se encontraba en un nivel jerárquico superior al resto –excepto a R., que también estaba en la misma escala de poder y que se encargaba de aplicar castigos y de controlar las cuentas–.
Gretty contactó con uno de los miembros de rango inferior, A.B.N., para que coordinara al resto de los trinitarios que acudirían posteriormente al parque donde se produjeron los hechos.
Citando a fuentes propias, la policía de la Brigada de Información ha relatado que Gretty “había sufrido esa misma tarde un intento de agresión por los Dominican Don’t Play”, una de las bandas rivales en Madrid. “Realiza varias llamadas a los cargos de Trinitarios y moviliza a varios miembros. Eso requiere tener jerarquía” para poder convocar a más de una decena de miembros, ha detallado.
Los dos primeros policías han reiterado que la agresión se produjo “entre las 22.51 y las 22.56 horas” y que, más tarde, se dispersaron por parejas o pequeños grupos en distintas estaciones de metro y de autobús.
En este sentido, el tercero en declarar como testigo ha detallado que, antes de llegar al parque, andaban “de columna a uno, una formación militar poco habitual en estos casos”. “Puede parecer que van separados, pero en realidad van en grupo”, ha añadido. También, el citado policía ha explicado que la manera de caminar de uno de ellos, W., medio cojeando, hace indicar que “seguramente llevaba una arma similar a un machete” dentro de los pantalones.
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