MADRID, 18 (EUROPA PRESS)
Un estudio internacional liderado por el Laboratorio de Biodiversidad y Funcionamiento Ecosistémico (BioFunLab) del IRNAS-CSIC y en el que participó el Departamento de Química Agrícola y Bromatología de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) muestra que las zonas naturales empiezan a estar tan contaminadas como las ciudades.
La contaminación del suelo es una de las principales amenazas para la salud y la sostenibilidad de los ecosistemas. Las zonas verdes, incluyendo parques y jardines, constituyen una parte fundamental de las ciudades y son, en muchas ocasiones, el único contacto que tienen los seres humanos con la naturaleza, ha indicado la Universidad en un comunicado.
Estas áreas también están muy sometidas a contaminación de origen antrópico, desde metales pesados a microplásticos y pesticidas. Esta contaminación es potencialmente transferible a los ecosistemas naturales que rodean las ciudades, sin embargo, nunca se había evaluado las diferencias en niveles de contaminantes entre los suelos de zonas naturales y espacios verdes urbanos a una escala mundial.
Los resultados obtenidos demuestran que los suelos de los espacios verdes urbanos y las áreas naturales adyacentes comparten, en muchos casos, niveles similares de múltiples contaminantes (metales pesados, pesticidas, microplásticos y genes de resistencia a los antibióticos) en ecosistemas de todo el mundo.
“Cuando pensamos en los bosques y praderas fuera de nuestras ciudades a los que solemos acudir a hacer senderismo, pensamos en lugares relativamente prístinos, sin embargo, en muchos casos, las zonas naturales que rodean nuestras ciudades ya están tan contaminadas como nuestros parques y jardines”, ha indicado Manuel Delgado Baquerizo, líder del Laboratorio de Biodiversidad y Funcionamiento Ecosistémico (BioFunLab) del IRNAS-CSIC y autor senior del artículo.
Los factores socioeconómicos fueron “esenciales para explicar la presencia de contaminantes del suelo en todo el mundo”, con las regiones con mayor PIB mostrando también mayor nivel de metales pesados, y con ciudades más pobladas mostrando mayor proporción de microplásticos. “Algunos de estos contaminantes como micro-plásticos, pesticidas o metales pesados están incluso presentes en lugares remotos como la Antártida”, han trasladado.
HUELLA URBANA
El estudio indica, además, que el aumento de los niveles de múltiples contaminantes del suelo está relacionado con cambios en el microbioma del suelo, incluyendo genes asociados con la resistencia al estrés ambiental, el ciclo de nutrientes y la patogénesis.
“Nuestros resultados destacan una asociación negativa entre la cantidad de pesticidas y los genes microbianos relacionados con el ciclado del fósforo, uno de los nutrientes esenciales y más limitantes de los ecosistemas terrestres”, han destacado Alexandra Rodríguez y Jorge Durán, investigadores de la Misión Biológica de Galicia, CSIC.
A ello, el profesor de la Universidad Autónoma de Madrid y coautor del artículo, Eduardo Moreno, ha añadido que la dispersión de contaminantes hacia las zonas adyacentes a las ciudades “es preocupante y sugiere una huella urbana difícil de acotar”.
Este estudio ha sido realizado como parte del proyecto URBANFUN de la Fundación BBVA, concedido al doctor Manuel Delgado-Baquerizo. En el estudio ha participado la UAM junto a una veintena de instituciones de 17 países, entre las que se encuentran distintos centros del CSIC y diversas instituciones internacionales: la Universidad de Zürich, de Berlin, de Sidney o de Pretoria, entre otras.
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