MADRID, 9 (EUROPA PRESS)
El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, ha asegurado este martes que la ciudad aprendió “varias lecciones” con la nevada histórica que cayó en la capital con la borrasca Filomena, cuando se cumple el tercer aniversario del suceso.
“Ayer echaba precisamente la mirada atrás. Hace tres años era el día de Filomena e hicimos una reflexión y desde luego pusimos los medios para que si tuviéramos que sufrir otra Filomena la situación en la ciudad de bloqueo no fuera la misma”, ha explicado el regidor en una entrevista en ‘Onda Madrid’, recogida por Europa Press.
Así, ha reivindicado que la ciudad ha mejorado su servicio de Emergencias, se han incrementado los medios en los contratos de limpieza y mantenimiento de espacio público y de zonas verdes, con medios adicionales, además de trabajar en el ámbito de Calle 30.
“En cualquier ciudad, en cualquier lugar del mundo, por mucha o por poca experiencia que tenga, cuando cae medio metro de nieve es muy complicado poder gestionar una ciudad”, ha subrayado Almeida, quien ha aseverado que Madrid aprendió “varias lecciones” como la previsión y una mejor capacidad de reacción desde el punto de vista de los medios materiales y los recursos humanos.
Pese a las bajas temperaturas que se prevén durante esta semana en Madrid, el alcalde ha informado de que no hay ningún previsión que en estos momentos diga que en los próximos días pueda nevar en la ciudad. Sin embargo, el Ayuntamiento ha esparcido salmuera para evitar las heladas que pueden provocar resbalones o caídas.
Hace tres años Madrid se preparaba para la llegada del temporal bautizado Filomena, que se esperaba que dejaría nieve en la capital, una previsión que con el paso de las horas se transformó en la “nevada del siglo”, paralizando varios municipios de la región y abocando a la capital a pedir días después la primera declaración como zona catastrófica de su historia.
Por entonces la Agencia Española de Meteorología (Aemet) advertía de que podía llegar a depositar hasta 20 centímetros de nieve y ante ello, consistorios, el aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas, Adif y la Comunidad desplegaban un operativo que no estaba dimensionado para la tormenta que se avecinaba y que imposibilitaría durante días la salida de vuelos, trenes y autobuses.
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