Estos medicamentos, que ayudan a relajarse y a dormir, provocan “dependencia y adicción” si se ingieren sin recomendación médica
MADRID, 9 (EUROPA PRESS)
El consumo de hipnosedantes, ya sea con o sin receta médica, ha repuntado en los últimos años entre los madrileños. Así, el porcentaje de población en la región que ha ingerido este medicamento, que ayuda a dormir y a relajarse, en los últimos 12 meses ha pasado del 7,5% en 2022 al 10,5% en 2024 (el 2,1% lo hace sin receta).
Si se diferencia el consumo entre sexos, los datos reflejan que es más habitual entre las mujeres que entre los hombres, ya que ellas alcanzan el 13,1%, mientras que ellos se quedan en el 7,7%, según refleja la ‘Encuesta domiciliaria sobre alcohol y otras drogas’, publicada este lunes y que en la que se recoge un avance de los datos de la encuesta nacional Edades.
Entendidos como un grupo de fármacos que actúan sobre el sistema nervioso central, los hipnosedantes se utilizan para tratar el insomnio, la ansiedad o el estrés. Dentro de este grupo se encuentran las benzodiacepinas, algunas de nombre conocido como el diazepam (Valium) o el lorazepam.
Aunque ingerirlos con prescripción médica no supone ningún problema, un consumo descontrolado o innecesario puede generar “tolerancia, dependencia y adicción”, según detalla el director adjunto de Proyecto Hombre Madrid, Jesús Villanueva. “La tolerancia implica que, cuanto más vas tomando, más vas necesitando, y eso supone un riesgo de adicción alto”, comenta.
Es en estos casos cuando los afectados tienen que acudir a las urgencias hospitalarias. Y, en este sentido, también hay diferencias entre sexos. Así, la primera razón por la que acuden las mujeres son los hipnosedantes, en un 49% de las veces, seguida de los estimulantes (15%), de los antidepresivos (14%) y del cannabis (13%). Mientras que, en el caso de los hombres, el primer motivo por el que acuden a las urgencias hospitalarias son los estimulantes, en el 42% de las veces, seguido del cannabis (24%) y de los hipnosedantes (20%), según datos extraídos del Plan Regional contra las Drogas.
DOBLE ESTIGMA Y ROL DE CUIDADORAS
Para tratar de explicar el mayor uso de los hipnosedantes entre las mujeres, Villanueva esgrime dos razones principales. Por un lado, cuando tienen un problema de adicción o de salud mental, están “doblemente estigmatizadas”, lo que las conduce a medicarse “en secreto, sin comentarlo”.
“Las que vienen a pedir ayuda a Proyecto Hombre suelen hablar de las benzodiacepinas como algo normalizado, que han visto en su entorno familiar y social, que es común y que tienen accesibilidad”, indica Villanueva, que añade que es habitual escuchar en el entorno frases que blanquean el consumo, como utilizar los hipnosedantes para relajarse “antes de una conferencia o de un examen”.
Por otro lado, el también psicólogo en Proyecto Hombre comenta que, en términos generales, suelen ser ellas las que asumen “el rol de cuidadoras y las que no se permiten estar malas, por lo que pueden tender a usar esta medicación para seguir funcionando”.
MAYOR CONSUMO DE MUJERES EN TODAS LAS EDADES
Esta prevalencia entre las mujeres en el consumo de hipnosedantes, además, se mantiene independientemente de la edad y son las de entre 45 y 54 años las que más lo utilizan, seguidas de las de entre 55 y 64 (a partir de esta cifra ya no se recogen datos). Además, la edad media a la que se empieza a ingerir es bastante pareja entre ambos sexos, ya que ellos lo hacen a los 33,4 años y ellas a los 35.
Llama la atención que, de entre todas las drogas y medicamentos analizados en la encuesta, los hipnosedantes y los analgésicos opioides (con o sin receta) sean los únicos en los que el consumo de las mujeres es superior al de los hombres, mientras que en el resto, como el alcohol, el tabaco, el cannabis o la cocaína, son ellos quienes más consumen.
Una de las razones que explica este hecho, según se recoge en la encuesta, es que las mujeres ven menos riesgo que los hombres en el caso de estos dos tipos de fármacos, mientras que muestran más preocupación en el resto de drogas analizadas.
SOLUCIONES PARA COMBATIR LA ADICCIÓN
Las soluciones para combatir este tipo de drogas y las adicciones que generan, según los encuestados, se tienen que centrar en una mayor educación en los centros educativos, en leyes más estrictas y en un mayor control policial y de aduanas.
En este sentido, Villanueva pone el foco en la necesidad de enseñar a manejar el estrés, la ansiedad y el insomnio cuando estos aparecen de manera puntual y no se han cronificado. “Hay que diferenciar estos momentos, como puede ser la realización de un examen o el nerviosismo puntual de unos días y que forman parte normal de la vida, de los de mayor estrés o ansiedad y que se prolongan en el tiempo”, advierte.
Además, el director adjunto de Proyecto Hombre añade la necesidad de “transmitir a las mujeres que se prioricen y se cuiden a ellas mismas” y, en caso de necesitarlo, buscar ayuda en los especialistas para no automedicarse.
Si bien es verdad que el Plan Regional contra las Drogas del Gobierno regional recoge varios datos relacionados con los hipnosedantes, en las 75 medidas de prevención y concienciación desplegadas no hay ninguna mención específica a estos medicamentos. No ocurre así, en cambio, con el cannabis, que sí que aparece mencionado de forma explícita en las medidas.
Este plan está dotado con una inversión de 200 millones de euros y la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha hecho hincapié durante los últimos meses en que la lucha contra las drogas es uno de los pilares del Ejecutivo madrileño.
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