MADRID, 24 (EUROPA PRESS)
La delegada de Cultura, Turismo y Deporte, Andrea Levy, ha asegurado que en el evento navideño privado ‘Árticus’ “no ha habido incumplimiento de contrato ni trato de favor al abonar la tarifa de alquiler aprobada por Madrid Destino”, una iniciativa que ha sido calificada por la portavoz socialista en el Ayuntamiento, Mar Espinar, como puro “fast food cultural a precio de Milla de Oro”.
Espinar ha reclamado en la comisión de Cultura que “algún responsable del área pida disculpas por las molestias y por la nefasta gestión del parque de la Navidad”. “Incluso la empresa afirma que el aforo se les fue de las manos porque no supieron calcular bien el tiempo medio de estancia por familia. ¿Nadie de Madrid Destino, Cultura o del Ayuntamiento hizo su propio cálculo propio?”, ha preguntado la socialista, que ha querido saber si se han ejecutado sanciones contra el promotor.
“COLAS KILOMÉTRICAS, NIÑOS LLORANDO, DESVANECIMIENTOS”
La edil socialista pasó un día en ‘Árticus’ con su hija menor de edad y puede dar fe de la “desesperación por colas de horas para ver un espectáculo de calidad más que lamentable”. “Había colas kilométricas, niños llorando, desvanecimientos, gritos de ‘vergüenza’. Si no se lo cree métase en Google y vea las reseñas de los que fueron”, ha descrito la concejala.
A lo que ha sumado los precios de la comida, “fuera de toda lógica”, demostrando que e Gobierno municipal “está abierto a que el sector privado se enriquezca, instala lo que instale, como se vio cuando querían regalar una parcela a Nacho Cano”.
“Madrid se convierte en la capital mundial del fast food cultural con precios de la Milla de Oro. No controlan, no gestionan, van al photocall cuando les interesa y cuando no se esconden como una avestruz”, ha reprochado Espinar.
Para Levy, la portavoz socialista está “desubicada” porque a ella, como delegada, no le corresponde “hacer valoraciones de un negocio privado”, como tampoco valoraría la ‘Naturaleza encendida’ del Jardín Botánico o los musicales de Gran Vía. En todo caso ha confirmado “que no ha habido por la empresa arrendadora incumplimiento de contrato”.
En todo caso ha justificado la intervención del Ayuntamiento “por el impacto de un parque de Navidad con una afluencia importante de público y de ahí el esfuerzo de coordinación de los servicios municipales, especialmente de Movilidad y Seguridad”. Lo único que le chocó a Levy “es que en un evento privado llamado ‘Árticus’ hubiera pingüinos, que viven en el Polo opuesto”.
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