La relación de MM y Sumar, la renovación del PSOE-M con López desde el Gobierno y el rodaje de Vox con Moñino marcan el inicio de 2025
MADRID, 5 (EUROPA PRESS)
La oposición a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, tratará de convertir en 2025 las crisis en oportunidades y resurgir tras un 2024 marcado por las guerras internas y los cambios de liderazgo, especialmente en el último trimestre del año.
La Asamblea de Madrid cerraba sus puertas en diciembre con el fin de un ciclo. Isabel Díaz Ayuso se mantenía como la única cabeza electoral de 2019, 2021 y 2023 al frente de su partido en la Cámara, mientras que el portavoz del PP, Carlos Díaz-Pache, era el único que continuaba desde que arrancara la legislatura en 2023.
Rocío Monasterio dimitía en octubre tras tensiones internas con su partido, cuya dirección la había relevado como líder de Vox en Madrid en favor de su portavoz adjunto José Antonio Fúster. Se despedía de la Cámara una pieza clave de la política madrileña desde que irrumpiese en 2019 apoyando que Ayuso entrara por primera vez en la Real Casa de Correos.
Se marchaba también la socia imprescindible de la ‘popular’ después de convocar elecciones anticipadas en 2021 y eliminar del tablero político a la otra parte de su Gobierno en coalición hasta ese momento, Ignacio Aguado (Ciudadanos).
RELEVO EN VOX
El relevo en la Portavocía lo ha tomado Isabel Pérez Moñino, quien fuera portavoz de la formación en Fuenlabrada. El tono duro en materia migratoria y contra lo que califica de “ideología de género” han marcado un arranque que ha estado plagado de críticas al PP.
Una tensión entre Vox y PP que ya venía de la época de Monasterio pero que ha pisado el acelerador en estos últimos meses. “¿Va a estar con los mismos discursos del socialismo? ¿Van a intentar parecerse a ellos cada día un poquito más en sus obsesiones contra el PP y en que alguien les haga un poco más de caso, quizás porque se han convertido en un partido irrelevante aquí?”, espetaba Ayuso a Moñino en la última sesión de control del año.
Vox usaba también como ariete contra los ‘populares’ la comisión de investigación que trata de dilucidar si hubo trato de favor de la Universidad Complutense de Madrid (UCM) con la mujer del presidente del Gobierno, Begoña Gómez. Moñino ha acusado en reiteradas ocasiones al PP de tratar de impedir que comparezca el jefe del Ejecutivo central, Pedro Sánchez, mientras que el partido de Ayuso lo ha negado.
En clave interna el cambio de Monasterio por Fúster –también portavoz nacional de la formación– ha vuelto fluidas las relaciones con la dirección estatal, que se habían deteriorado en la última etapa de la ya exportavoz. En su mano queda, entre otros, las turbulentas relaciones con los ‘populares’ en ayuntamientos como los de Torrelodones, Arganda del Rey o Humanes.
EL PSOE-M DE ÓSCAR LÓPEZ
También renovaba a final de año la dirección del partido y la Portavocía parlamentaria el PSOE, pero mientras que Vox lo hacía en modo relámpago (en dos días estaba resuelto) la salida de Juan Lobato de la Secretaría General se prolongaba y dejaba réplicas judiciales que llegan hasta el Palacio de la Moncloa.
Lobato ya llegaba a noviembre tocado tras ser cuestionado por Ferraz por los resultados electorales en comparación con el PP y por sus críticas a varios ejes del Gobierno central como la amnistía. Unos reproches al secretario general del PSOE-M que llegaban también desde el propio partido, verbalizados por alcaldes como los de Fuenlabrada y Getafe.
Pero todo se precipitaba tras conocerse que había registrado en una notaría una conversación de Whatsapp con Pilar Sánchez Acera –jefa de Gabinete del ministro de Transformación Digital y Función Pública, Óscar López– en la que ella le enviaba una copia del email en el que presuntamente reconocía delitos fiscales el novio de Ayuso, Alberto González Amador. Este correo es el centro de la investigación del Tribunal Supremo (TS) al fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, por presunta revelación de secretos.
Lobato se aferraba a la Secretaría General el martes 26 de noviembre, el miércoles dimitía y el viernes acudía a declarar al TS por el origen del email. Se quedaba, eso sí, con su acta de diputado y como senador por designación autonómica.
GESTORA Y ERA LÓPEZ
Tras caer Lobato, el PSOE-M entraba en la cuarta gestora de su historia que convocaba unas primarias que nunca fueron. Óscar López –quien se había perfilado ya como candidato de Ferraz– era el único que se presentaba y, por ende, era declarado secretario general del partido en Madrid automáticamente.
Comenzaba López una ronda de encuentros con socialistas como los alcaldes de este partido, las juventudes o el Grupo Parlamentario. En este último quedaba al frente Jesús Celada tras haberse apartado a Lobato. Se optaba por un perfil moderado y con un tono similar a exlíder socialista hasta que se conforme la nueva Ejecutiva Regional, que saldrá del Comité Regional del 1 y 2 de febrero.
Mientras tanto López ya hace oposición a Ayuso con la voluntad de plantear una “izquierda valiente” que gane al PP en 2027 tras 30 años de hegemonía en la Comunidad de Madrid. En sus primeras intervenciones arengaba a las bases socialistas frente al “rosario de corrupción” del PP madrileño o sus políticas que fomentan “la mayor desigualdad”.
Concretamente a Ayuso le ha acusado de protagonizar una “contrarrevolución cultural” que va “contra el avance de la civilización”, añadiendo que se basa en una “política del enfrentamiento” que va “contra el sentido común”.
En 2025 se descubrirá si la apuesta de los socialistas de presentar a un ministro como antítesis de la presidenta funciona, especialmente cuando ella está acostumbrada a dar la batalla en temas nacionales con el tiro enfocado en Pedro Sánchez, y si podrán compaginar la oposición desde la Asamblea y el Consejo de Ministros.
MÁS MADRID Y SUMAR
Por último, Más Madrid vivió también en octubre su propia crisis. Era la renuncia del fundador de su partido a nivel regional, Íñigo Errejón, acusado de agresión sexual. Pronto el foco se situaba en su diputada regional Loreto Arenillas por presuntamente tratar de mediar con una víctima.
La formación encabezada por Manuela Bergerot en la Asamblea le reclamaba el acta y le retiraba sus funciones orgánicas. Arenillas se comprometía a renunciar pero nunca lo hacía. Tras semanas de tensión y la posibilidad de que la sancionaran por faltar a los Plenos, se entraba en un punto muerto al comunicar la parlamentaria su baja médica.
Además de la incómoda presencia del vacío escaño de Arenillas en las filas de Más Madrid, en 2025 se prevé el resurgir de las tiranteces con Sumar. La secretaria de Organización de Sumar, Lara Hernández, trasladaba un día antes de Nochebuena que la organización irá a por el despliegue territorial en 2025 priorizando las alianzas electorales con otras formaciones y siempre en un movimiento coordinado con sus socios.
Será a finales de marzo cuando el partido celebre su segunda asamblea y para entonces tendrá que haber formalizado esta alianza territorial con formaciones locales, como es el caso de Más Madrid. Los madrileños han intentado desligarse de la plataforma nacional reivindicando sus siglas especialmente tras las debacles electorales autonómicas en Galicia o País Vasco aunque el antes y después llegó tras el 23-J.
Las coportavoces de Más Madrid, Mónica García, Rita Maestre y Manuela Bergerot, exigían entonces una “reflexión profunda”, incluso llegaron a hablar de la necesidad de una “enmienda a la totalidad”. La clave la ubicaban en la relación con las organizaciones arraigadas territorialmente.
Se espera así que este primer trimestre se aclare qué son Más Madrid y Sumar para el otro, con la formación de la ministra de Sanidad reivindicándose como la única fuerza con implantación territorial en la región.
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