
MADRID, 7 (EUROPA PRESS)
El consejero de Medio Ambiente, Agricultura e Interior de la Comunidad de Madrid, Carlos Novillo, ha reclamado este viernes al Gobierno central que modifique la normativa y haga obligatorio el uso de detectores de humo en viviendas, una medida que ya se aplica en la mayoría de los países occidentales.
“Todos los países ya lo tienen como obligatorio en su normativa. Es el sistema más económico y la única garantía ante un descuido nocturno que nos pueda alertar y salvar vidas”, ha señalado Novillo, quien ha insistido en la necesidad de que el Ministerio competente “dé el paso y lo incorpore en la legislación”.
La petición se enmarca dentro de la presentación del informe ‘112 Recomendaciones. Apuntes para un Libro Blanco de la Prevención de Incendios y sus Consecuencias’, un estudio impulsado por Fundación Mapfre y la Asociación Profesional de Técnicos de Bomberos (APTB) que analiza las causas de los incendios y las principales medidas de prevención.
Según el informe, el 2023 fue uno de los peores años en cuanto a víctimas mortales por incendios en viviendas en España, con 249 fallecidos. Siete de cada diez muertos por incendios en nuestro país se produce en los domicilios.
Novillo ha destacado que estos datos evidencian fallos en la cultura de prevención en España y la necesidad de reforzar la concienciación ciudadana. “Sabemos que muchas de estas muertes podrían haberse evitado con medidas sencillas, como el uso de detectores de humo, que cuestan apenas 10 o 12 euros y pueden marcar la diferencia entre la vida y la muerte”, ha afirmado.
El consejero ha recordado que lleva más de dos décadas impulsando esta medida sin éxito, pese a haber remitido varias cartas al Ministerio de Vivienda solicitando su incorporación al Código Técnico de Edificación. “No entendemos cómo después de tantos años no lo hemos conseguido. Seguimos esperando que el Gobierno rectifique”, ha añadido.
Mientras tanto, el titular regional de Interior ha instado a la ciudadanía a instalar detectores de humo de forma voluntaria, especialmente en viviendas con personas mayores que viven solas, consideradas el grupo más vulnerable. “Es una herramienta básica de protección y un elemento fundamental para reducir las víctimas en incendios domésticos”, ha concluido.
LOS RIESGOS DE INCENDIOS
El consejero ha destacado el libro publicado por Mapfre con unos consejos muy sencillos de cómo prevenir ese incendio con comportamientos para no generar esa primera llama, cómo instalar esos detectores de humo, cómo comportarse en caso de incendio, “esos primeros instantes donde todavía no han llegado las dotaciones para salvar su propia vida”.
“El libro es muy importante porque recoge todas esas enseñanzas llevamos ya más de 10 años con Fundación MAPFRE y APTV haciendo ese estudio de víctimas para identificar cuáles son las causas y saber dónde incidir con las campañas de prevención y llevamos incorporándonos muchos años también los servicios de Bomberos llevando estos conocimientos sobre todas las personas vulnerables, como las personas mayores que viven solas durante la noche”, ha indicado.
Carlos Novillo ha indicado que en España hay buenas cifras de incendios comparado a otros países europeos por su buena climatología, ya que son menos los meses con calefacciones encendidas. No obstante, les frustra que haya 249 víctimas en 2024 “que se podían haber evitado”. “Precisamente con esos consejos de prevención y con esos medios de protección queremos que esto se reduzca a cero porque sabemos de buena tinta desde los Cuerpos de bomberos que puede ser”, ha concluido.
REACCIÓN ANTE UNA ‘EMERGENCIA COTIDIANA’
Por su parte, Jesús Monclús, director de Prevención y Seguridad Vial de Fundación MAPFRE ha explicado que se trata de informe muy distinto a otros porque “quiere reaccionar ante lo que llamamos una emergencia cotidiana”. “No queremos asustar pero la realidad es que las cifras de fallecidos en España en los últimos 15 años han venido aumentando y tanto el año 2023 como este invierno que está terminando está suponiendo un récord en víctimas mortales en España por incendios y explosiones”, ha apuntado.
Entre otras razones, ha continuado, porque en las casas hay más carga de fuego, más cosas, hay más personas solas viviendo y mayores. “Cualquiera de estos factores, vivir solo o tener más de 65 años multiplica por tres el riesgo de fallecer en un incendio en una vivienda; pero es que además tenemos más cargadores, tenemos patinetes eléctricos cargando, no hemos dejado de fumar en la cama, tenemos más muebles y más carga de fuego en general”, ha manifestado.
Monclús ha señalado que cada dos días fallece en España una persona en su vivienda por algún incendio o explosión “y se tienen que hacer muchas más cosas”. “Este documento es probablemente la mayor reflexión colectiva de los últimos años en España en donde han participado bomberos, ingenieros, empresas, fundaciones, colegios profesionales aporta un total de 112 recomendaciones para mejorar la prevención de incendios, de víctimas por quemaduras y por intoxicaciones y todas las consecuencias en España”.
El libro cubre un abanico integral, desde incendios forestales, desde incendios en patrimonio histórico, pero sobre todo cubre la promoción de elementos tan efectivos como el detector de incendios, “que reducen un 50% el riesgo de fallecer en un incendio en nuestras viviendas”. Por eso, ha pedido desplegándolos en residencias de mayores junto con rociadores de agua.
“Debemos repensar todo el sistema, hacer una evaluación de los riesgos en todos los establecimientos públicos, también de pública concurrencia, incluso restaurantes o salas de fiestas, también alguno de los aspectos que tratamos en este documento. Espacios hospitalarios, espacios residenciales, sin alarmarnos, pero sin perder ni un segundo. Y sobre todo las viviendas, el 80% de los fallecidos en España por incendios se produce en las viviendas”, ha añadido.
El director de Prevención de MAPFRE apuesta también por revisar continuamente el Código Técnico de la Edificación para que hacer que las casas sean siempre más seguras. “Tenemos que prestar más atención a nuestras instalaciones eléctricas. Estamos conectando en verano a aires acondicionados en instalaciones que tienen 50 o 60 años de antigüedad. Esto en sí mismo supone un riesgo y, de hecho, nuestro estudio de víctimas mortales ve como el pico que antes se producía en invierno cuando utilizamos más productores de calor, ahora también se reproduce en verano, que es cuando tenemos más consumo eléctrico en las viviendas, sobre todo por aires acondicionados”, ha detallado.
Además de los detectores, Monclús se queja de que España esté a la cola también de la instalación de rociadores en edificios de gran altura, en edificios con difícil acceso por parte de los Bomberos como los cascos viejos de las ciudades, o en edificios de difícil evacuación, por ejemplo, donde hay muchas personas mayores con retos especiales de movilidad.
“Y tenemos sobre todo que aprovechar la oportunidad que la transición energética nos supone. Estamos promoviendo vehículos eléctricos, estamos promoviendo placas solares, estamos promoviendo también recubrimientos de fachadas que las hacen más eficientes energéticamente. Pero se nos está olvidando que todo eso, sin que sea peligroso, pero sí que añade unos retos que tenemos que valorar. En cada actuación y en cada programa público, estatal, municipal o de comunidades autónomas de apoyo a la rehabilitación, a la eficiencia energética, a la instalación de puntos de recarga de vehículos eléctricos, hay que dedicar una pequeña parte a reflexionar y a mejorar la seguridad y la prevención contra incendios”, ha concluido.
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