MADRID, 29 (EUROPA PRESS)
Un equipo de investigadores de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM)ha desarrollado nuevos conceptos de diseño con ‘ManoPla’ para integrar la mecánica y la electrónica dentro de la mano de un robot humanoide, que permite una comunicación “más amigable con los humanos y favorece su interacción social”.
‘ManoPla’ es una mano robótica cuya finalidad es la comunicación gestual. Ha sido ideada y desarrollada por investigadores del Centro de Automática y Robótica (CAR), un centro mixto de investigación de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM) y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), ha informado la UPM en un comunicado.
Permitirá a robots guía o de asistencia transmitir, de forma “más natural, énfasis, sentimientos y emociones, enriqueciendo de esta forma la comunicación humano-robot”.
En la robótica social, se busca “a interacción amigable y natural con el ser humano”. En una conversación con otra persona, la comunicación gestual puede ser “tan rica e incluso más enfática que la verbal”, comentan los investigadores.
Por ese motivo, existen muchos desarrollos e investigaciones que se centran en esa capacidad interactiva del robot. Por ejemplo, en la Escuela Técnica Superior de Ingeniería y Diseño Industrial (ETSIDI) de la UPM, han desarrollado un robot social humanoide Hidalgo y, para él, se decidió diseñar una mano robótica lo más parecida a la mano humana en cuanto a términos de movilidad.
El resultado de esta investigación con ‘ManoPla’ es un prototipo funcional con 17 articulaciones controlables más 4 pasivas. Las cuatro articulaciones de los dedos son actuadas por medio de tres motores (siguiendo el modelo propuesto por el astronauta humanoide Robonaut). El pulgar, por su singularidad, controla las cuatro articulaciones con las que se ha modelado.
Además la palma puede combarse, logrando emular de una forma excepcional la morfología humana y sus movimientos naturalmente. La utilización de métodos de diseño mecatrónicos que ponen en común los tres campos tratados: mecánica, electrónica y programación, ha hecho posible la elaboración del prototipo final totalmente funcional.
Los investigadores implicados en este desarrollo confían en “poder seguir avanzando en una humanización cada vez mayor de los sistemas robóticos que interactúan” con los humanos.
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