MADRID, 2 (EUROPA PRESS)
De los 2.385.079 vehículos inspeccionados en las ITV madrileñas durante el año 2023, un total de 211.927 fueron rechazados por presentar defectos graves en el capítulo de emisiones contaminantes, el 8,9% del total, siendo así la primera causa de rechazo, según datos facilitados por el Archivo de Vehículos de la Comunidad de Madrid.
Otros de los motivos más habituales para no superar la inspección son los fallos relacionados con el alumbrado y la señalización, concretamente el 8,2% de los defectos detectados son en este capítulo.
Además, en el último año la tercera causa de no aprobar la ITV se corresponde con el capítulo de ejes, ruedas, neumáticos y suspensión con un 6,1%, “lo que evidencia la importancia que tiene un adecuado mantenimiento de los vehículos para proteger la calidad del aire y mejorar la seguridad vial”.
LA IMPORTANCIA DE LAS INSPECCIONES
Ante estos datos, la Policía Municipal de Madrid destaca en el último número de su revista la importancia de las inspecciones técnicas de vehículos juegan al contribuir no sólo a mejorar la seguridad vial, sino también a proteger la salud de las personas, evitando la circulación de los vehículos cuyas emisiones excedan los límites marcados por la normativa aplicable.
De hecho, el último estudio de la Universidad Carlos III de Madrid sobre la ‘Contribución de la ITV a la seguridad vial y al medio ambiente’ muestra que, gracias a la labor que se lleva a cabo en las estaciones de Inspección Técnica de Vehículos en el ámbito de control de emisiones, cada año se salvan, a nivel nacional, 575 víctimas prematuras por exposición a partículas contaminantes de los vehículos.
Y, si todos los vehículos turismo que tienen obligación de pasar la ITV, lo hicieran, “se podrían salvar 207 muertes adicionales por exposición a partículas en un año”, añaden.
Por ello, desde la Asociación de Entidades para la Inspección Técnica de Vehículos de la Comunidad de Madrid (AEMA-ITV) inciden en la importancia y necesidad de realizar, en plazo, la inspección técnica del vehículo para detectar posibles fallos en los vehículos con el fin de contribuir a mejorar la calidad del aire.
ESTACIONES MÓVILES DE MEDICIÓN
En esta línea, el Ayuntamiento de Madrid ha dotado a los Agentes de Movilidad de tres estaciones móviles duales que miden el nivel de las emisiones contaminantes de los vehículos diésel, gasolina y GLP en las propias calles de la ciudad.
Los opacímetros son los dispositivos con los que se están realizando estos controles en las vías madrileñas. Su funcionamiento es ágil y sencillo pues los agentes solo tienen que colocarlo en el tubo de escape de los vehículos para, cinco segundos después, conocer el nivel de monóxido de carbono (CO), dióxido de carbono (CO2), hidrocarburos (HC), hexano equivalente (C6H14) y oxígeno (O2) que emiten los vehículos seleccionados.
Si las emisiones están por encima de los límites establecidos, el equipo de medición generará de manera automática un documento en el que aparecerán los valores. A partir de ese momento, el vehículo analizado contará con un mes de plazo para pasar de manera obligatoria la Inspección Técnica de Vehículos (ITV). En caso de no hacerlo, podrá ser sancionado, recuerdan.
Desde julio de 2021, los Agentes de Movilidad de Madrid han examinado un total de 9.944 vehículos, principalmente mediante la inspección visual, pero ahora el control se mejora con los citados equipos. De este total de vehículos examinados, 998, que se corresponden con el 10%, se evidenció que sus emisiones estaban por encima de las estipuladas.
“La tecnología, a través de este nuevo dispositivo, junto al trabajo y dedicación humana, se convierte, una vez más, en la mejor aliada para detectar gases que contaminan el aire que respiramos; permitiendo dar un paso más hacia una ciudad más limpia y sostenible, lo que beneficia directamente a la salud de las personas, disminuyendo la incidencia de enfermedades cardiacas y respiratorias”, concluyen.
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