El procesado tenía erosiones y marcas de arañazos en el momento del crimen, lesiones compatibles con una uña rota de la víctima
MADRID, 18 (EUROPA PRESS)
Los agentes de la Policía Nacional que investigaron a David Arellano, acusado de violar y matar el 27 de mayo de 2017 a su mujer en Collado Villalba, sostienen que simuló un asalto amordazando a la víctima, se excedió en marcar una coartada y pudo contaminar la escena del crimen con huellas.
El juicio contra David se ha retomado este lunes en la Audiencia Provincial de Madrid con la comparecencia de los policías del Grupo de Homicidios encargados del atestado policial y los agentes de la Policía Científica que inspeccionaron el lugar del asesinato.
El acusado, que se mantiene atento y serio en la vista, se enfrenta a una solicitud de prisión permanente revisable por un delito de asesinato y otro de agresión sexual.
Los hechos juzgados se produjeron sobre las dos de la madrugada del 27 de mayo de 2017 cuando el acusado y su mujer regresaron de una cena con amigos. Según la fiscal, el hombre violó a la víctima, la golpeó hasta dejarla semiinconsciente y la asfixió para evitar que le denunciara.
Frente a esta tesis, el procesado mantiene que se encontró el cuerpo sin vida de Valentina esa mañana con una bolsa en la cabeza al regresar de una salida en moto, apuntado a un posible robo como el móvil del crimen. Tras hallar el cuerpo, llamó al 112 y les esperó en un descampado próximo por miedo a unos posibles ladrones.
La Policía duda de que esa noche se produjera un asalto en el domicilio familiar al no haber cerraduras forzadas, estar los cajones cerrados y no detectar signos en la vivienda que indicaran que hubiera una búsqueda de objetos de valor.
Además, sospechan que amordazó a la víctima para aparentar un robo y que le puso una bolsa de plástico para simular una asfixia por este mecanismo pese a que los forenses apuntan a que el agresor habría matado supuestamente a la mujer con una almohada.
Sin embargo, apareció ADN de un varón no identificado tanto en la bolsa de plástico como en la cinta adhesiva con la que se amordazó a la mujer, lo que exculparía al acusado al apuntar a otra persona como autor del crimen.
SIMULÓ UN ROBO
En la sesión, el instructor del atestado ha relatado al tribunal que los agentes sorprendieron al acusado el día del crimen manipulando la cerradura de entrada a la vivienda. A su llegada, los policías realizaron una inspección ocular en la habitación, donde se encontraba la mujer desnuda, amordazada y con una bolsa en la cabeza.
“Los cajones estaban cerrados y no había un desorden propio de un robo”, ha comentado el jefe de las actuaciones, quien ha detallado que en el exterior no se observó signos de forzamiento ni saltaron las alarmas del domicilio. La víctima además mantenía las joyas en las manos y un reloj, un hecho que sorprendió a los agentes.
Los vecinos del chalet comentaron a los investigadores que esa noche no escucharon gritos y que no hubo ningún ruido de moto, ya que otras veces que David salía de la vivienda en moto solía hacer mucho escándalo.
El jefe del operativo cree que David simuló un asalto ya que la víctima estaba amordazada y había joyas escondidas en las baldosas del baño.
Además, el procesado presentaba erosiones y arañazos “visibles” en la espalda, lesiones que apuntan a un posible forcejeo con la víctima al tener en el momento de la muerte Valentina una uña rota. Respecto a esta cuestión, la defensa mantiene que la víctima se rompió la uña en la cena previa al asesinato, un extremo que se acredita con el testimonio de los camareros del bar.
“Simuló un robo para tapar un asesinato previo”, ha aseverado el policía, afirmando que el acusado marcó mucho una posible coartada desde las siete de la mañana al salir a un circuito de motocross solo e ir a un hotel antes de volver a su domicilio. “Quería asegurarse de que había estado fuera del domicilio”, ha subrayado.
CONTAMINACIÓN DE LA ESCENA DEL CRIMEN
También sostiene el instructor de las diligencias que la cinta adhesiva con la que estaba amordazada la víctima estaba en el interior de una maleta en la vivienda, por lo que entienden que esa cinta era de David.
“Las únicas huellas en la vivienda son de David”, ha señalado el agente a preguntas del abogado de la defensa, el letrado Manuel Alonso, quien le ha preguntado sobre por qué había huellas de otras personas en la bolsa de plástico y en la cinta. A ello, el instructor le manifestado que el procesado pudo contaminar la escena del crimen a propósito con huellas.
Pese a que David sostiene que cuando salió a las siete de la mañana su mujer estaba durmiendo, los forenses datan la hora del fallecimiento de Valentina entre las cuatro o las seis de la mañana. Según los agentes, murió por asfixia al colocar su agresor una almohada en su cabeza.
Asimismo, el instructor ha apuntando que a los agentes les sorprendió bastante la actitud apática del imputado tanto el día del crimen como en el momento de su detención.
Otros agentes han detallado cómo suelen actuar las bandas que entran a robar en las viviendas, quienes lo habitual es que no se enfrenten a los moradores. “Lo más común es que si ven al morador, se van en la mayoría de las ocasiones”, ha explicado.
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