MADRID, 18 (EUROPA PRESS)
Uno de los dos presuntos autores del robo de 45 botellas de vino del restaurante Atrio en 2021, un hombre de 47 años con doble nacionalidad rumana y neerlandesa, ha negado este martes haber participado en el hurto de una botella de whisky valorada en 5.250 euros en un establecimiento del barrio de Salamanca de Madrid en mayo de 2019.
El Juzgado de lo Penal número 8 de Madrid ha acogido este martes el juicio oral por estos hechos, en el que el acusado, Constantin Gabriel Dumitru, ha negado “rotundamente” su autoría en una declaración por videoconferencia desde la prisión de Cáceres en que se encuentra tras su arresto en relación al robo en Atrio de 45 botellas de vino por valor de 1,6 millones de euros.
Durante su intervención, en la que únicamente ha respondido a las preguntas de su defensa, el acusado ha explicado que era un “cliente habitual” de esta tienda gourmet, donde compraba de manera asidua y al que acudía con frecuencia al encontrarse a unos cinco minutos caminando desde su residencia en aquel entonces. “Siempre que voy compro”, ha explicado.
La Fiscalía pide para 18 meses de prisión y una indemnización por el valor de la botella en base a las imágenes de las cámaras de seguridad del día del hurto y el reconocimiento de los testigos del acusado como la persona que aparece en ellas.
“Blanco y en botella no siempre es leche”, ha resumido la defensa del acusado para defender su libre absolución en base a que no existe prueba directa ni indirecta ni siquiera acumulación de múltiples indicios sobre su autoría ni sobre el hecho del hurto en sí. Así, ha cuestionado que no exista una factura que acredite que la botella de whisky estaba en la tienda y fuera hurtada o qué contenido tenía esa botella y su valor.
El hurto de la botella se produjo el 7 de mayo de 2019 en una tienda ubicada en la calle Ortega y Gasset y el arresto del acusado tuvo lugar en agosto de ese mismo año a la salida del establecimiento, acompañado de su hija, después de que una empleada le reconociera en las imágenes de las cámaras de seguridad.
Durante la vista oral se ha visualizado el vídeo del día en el que supuestamente se produjo el hurto en la tienda Lavinia y en el que el acusado ha reconocido haber estado en el local comprando unas botellas de vino. En las imágenes se puede ver cómo accede a la parte de la tienda reservada para bebidas de alto coste, denominada ‘La Cava’, junto a un empleado del local, gracias al cual pudo acceder a este espacio al que se entra mediante huella dactilar.
Asimismo, se aprecia como una persona mueve ligeramente la cámara de vigilancia en un momento dado y poco después se visiona el brazo de una persona que aparece en imagen y coge una botella. Poco después, el acusado y el empleado vuelven a aparecer en imagen con total normalidad y abandonan el establecimiento. “Antes y después no hay más personas”, ha explicado el responsable del local.
NO DEBERÍA HABER ESTADO ALLÍ
Según ha indicado en su declaración como testigo, el mismo día 7 se percataron de la ausencia de la botella, que no debía estar ubicada en ese lugar pero que estaba porque habían hecho unas fotos, y 48 horas después, tras la visualización de las cámaras de seguridad, interpusieron la correspondiente denuncia. “Se sacó de su espacio para hacer unas fotos. No debería haber estado allí”, ha explicado.
En el juicio oral también ha declarado como testigo Mónica, responsable de tienda, que ha explicado que conocía al acusado por haberle atendido en alguna ocasión. El día del arresto reconoció sin ningún género de dudas al acusado como la persona que aparecía en las imágenes de la cámara de seguridad en el día del hurto y alertó a la Policía.
Tres agentes de Policía Nacional que participaron en la detención y en el atestado posterior han explicado que recibieron un aviso y procedieron al arresto cuando abandonaba el local en compañía de su hija.
PRISIÓN PROVISIONAL POR EL ROBO EN ATRIO
Los dos acusados de robar botellas en el restaurante Atrio permanecen en prisión provisional comunicada y sin fianza desde el pasado 4 de agosto.
Los presuntos autores fueron arrestados en Croacia durante una operación policial internacional tras emitir la Euroorden de detención el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 4 de Cáceres que instruye la causa.
Ambos fueron identificados por la Policía Nacional, principalmente por las imágenes de las cámaras de seguridad, a los tres meses de cometerse el delito, que se perpetró en octubre de 2021. Desde entonces, les siguieron la pista durante unos seis meses por varios países europeos hasta su detención en julio en Croacia cuando entraban en un vehículo por la frontera con Montenegro.
Se trata de una pareja, una mujer de 29 años y nacionalidad mexicana, y un hombre de 47 años con doble nacionalidad rumana y neerlandesa, que son “especialistas” en este tipo de delitos, ya que él había sido detenido por casos similares de robos de botellas de vino o alcohol de alto valor en el mercado, y tenía causas pendientes de años anteriores en dos juzgados de Madrid, por haber robado un vino valorado en 39.000 euros de una bodega gourmet del barrio de Salamanca, entre otros. A la mujer no le constan antecedentes penales.
Desde que se cometió el robo en el restaurante cacereño, de donde sustrajeron botellas por valor de 1,6 millones de euros, entre ellas una valorada en 310.000 euros, han estado viajando por Europa, utilizando pasaportes falsos y siempre en coche para no dejar rastro en los aeropuertos.
A los pocos días de cometer el robo se marcharon de España para visitar Rumanía y luego volvieron a España. Desde entonces se han movido por otros países y han estado en Croacia en varias ocasiones a donde volvían, tras visitar Montenegro, cuando fueron detenidos en el puesto fronterizo de Karasovi Sutorina.
Según confirmó la Policía tras su detención, la investigación de los hechos sigue abierta para dar con “el receptor último” de las botellas que fueron robadas y no se descarta que se pueda dar con el paradero de los vinos.
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