CCOO denunció los hechos ocurridos en el hospital público gestionado por el Grupo Quirón Salud y se personó en defensa de la trabajadora
MADRID, 30 (EUROPA PRESS)
La Inspección de Trabajo ha propuesto una sanción al Hospital Infanta Elena de Valdemoro tras la denuncia de CCOO por la agresión sexual que por parte de un paciente sufrió en enero una trabajadora sanitaria del turno de noche cuando realizaba sus tareas en el centro.
El órgano inspector dictamina que sí existió agresión sexual y una infracción grave en materia de prevención de riesgos laborales, debido fundamentalmente a que la empresa IDC Salud del Grupo Quirón, que gestiona el hospital, “no había evaluado el riesgo de agresiones por parte de pacientes o familiares o usuarios del centro, con el agravante de producirse la agresión en un área aislada, en turnos nocturnos y, en ocasiones, con atención a usuarios/as (entrega de muestras, recepción de envases, etc.); incluida la posibilidad de agresión sexual”.
Asimismo, ha realizado un requerimiento para que se garantice, por parte de la dirección del hospital la seguridad y salud de todos sus profesionales y se ofrezca formación suficiente y adecuada, en los términos que marca la Ley de Prevención de Riesgos Laborales, sobre agresiones de pacientes y usurarios.
CC.OO. Sanidad Madrid denunció la agresión sexual y prestó asesoramiento y apoyo jurídico y personal a la víctima a través de su estructura sindical. Documentó lo ocurrido y constató que se había producido una agresión sexual.
El sindicato asegura que tanto la Comunidad de Madrid como la empresa de Quirón “negaron públicamente la existencia de una agresión sexual y rebajaron el ataque a un ‘incidente’ y ‘agresión física'”. La víctima aún está de baja laboral con secuelas psicológicas.
Con anterioridad, las delegadas de CCOO habían advertido a la dirección del hospital de la “gravedad” que suponía trabajar en el turno de noche en esa zona aislada, sin ningún control de acceso por personas ajenas al hospital y con la puerta que tenía estropeada la cerradura desde hacía mucho tiempo -hecho que ya se había comunicado previamente a la dirección- y sin la posibilidad de comunicar ni de avisar a otras compañeras.
El sindicato denuncia también la “deleznable actuación” de la dirección del Hospital Infanta Elena, “que no puso a disposición de la trabajadora agredida ningún tipo de asesoramiento jurídico cuando ocurrieron los hechos”.
Además, considera “totalmente inadecuadas y tergiversadas” las declaraciones realizadas por la dirección del hospital y la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid, que, “en lugar de asumir y hacerse cargo de la realidad de los hechos, negó la agresión sexual anteponiendo la imagen pública al bienestar y seguridad de sus profesionales”.
Las trabajadoras de este hospital, a través de la representación legal de CCOO Sanidad Madrid, han dejado constancia mediante una carta a la dirección, que se sienten “desprotegidas e impotentes”, pero sobretodo “profundamente tristes ante la actitud de Quirón Salud en el Hospital Universitario Infanta Elena de Valdemoro”.
EL HOSPITAL SE DEFIENDE
Por su parte, desde el Hospital Infanta Elena señalaron en junio que lo que se produjo fue una agresión física y no sexual y que la víctima “contó con todos los recursos médicos, psicológicos y jurídicos por parte del centro”. Además, afirmaron que se puso a plena disposición de Inspección de Trabajo, “colaborando en todo momento”.
En cuanto a la activación del protocolo VISEM de la Comunidad de Madrid, las mismas fuentes indican que se basa en unos indicadores de sospecha de agresión sexual, “perfectamente tasados y siempre aplicados por un profesional facultativo del hospital”. “La valoración profesional no dio lugar a activación alguna por parte del facultativo que atendió el caso ya que se trató lamentablemente de una agresión de carácter físico”, añadieron.
Por último, recalcaron que los años de historia de este hospital no se había producido un hecho de esta naturaleza, gracias a la actuación conjunta de todos los profesionales. Y dentro del compromiso hacia sus trabajadores el hospital “ha fortalecido, aún más, las medidas de seguridad con el fin de evitar que vuelvan a repetirse situaciones como las vividas por esta compañera”, a la que desearon una pronta recuperación y reincorporación.
LOS HECHOS
Los hechos ocurrieron en la última semana de enero de 2024. La trabajadora estaba en su turno cuando la Guardia Civil trasladó al hospital a un hombre con lesiones en la cara al que dejó en la sala de espera de Urgencias. La supervisora de turno le envió a una zona de boxes. Allí el paciente solicitó ir al aseo. Una sanitaria que observó al paciente deambulando le interpeló para que regresar a boxes.
Sin embargo, el individuo, de 28 años y nacionalidad colombiana, no acudió al lugar y permaneció deambulando por pasillos y sala de espera, desde donde accedió por una puerta que debía estar cerrada, hasta llegar al laboratorio y zona de acceso al aparcamiento de personal. Una trabajadora se percató de la presencia del extraño y le conminó a salir de allí.
Es en este contexto, en un pasillo de acceso a los ascensores, es donde se produjo la agresión. Según detalló CCOO, la víctima fue golpeada y agredida sexualmente. Logró zafarse de su atacante cuando éste, durante el forcejeo, perdió las gafas.
La trabajadora huyó hacia el aparcamiento, comenzó a gritar y otros trabajadores escucharon sus gritos de socorro. Ellos encontraron a la empleada en estado de shock, con heridas y sangre en la cara y en un estado de nerviosismo y miedo extremo. Tras la denuncia de lo ocurrido, el supuesto agresor su detenido por parte de agentes de la Guardia Civil.
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