MADRID, 14 (EUROPA PRESS)
El rechazo vecinal al crematorio de la M-40 se materializará en una manifestación el próximo martes y preguntas tanto en la comisión del Ayuntamiento de Madrid como en Bruselas.
Será este lunes, en la comisión de Urbanismo, Medio y Ambiente y Movilidad donde Más Madrid preguntará al delegado del ramo, Borja Carabante, por “el cambio de criterio medioambiental desde 2021 hasta hoy para autorizar ahora la instalación de un crematorio de cadáveres en Usera”.
Un día más tarde, el martes, las asociaciones vecinales de Usera y Villaverde promueven una manifestación conjunta para decir ‘no’ al crematorio. Hasta el momento llevan recopiladas más de 3.200 peticiones en la plataforma virtual Change.org.
En un manifiesto, las asociaciones vecinales recordaban que “es la cuarta vez que se anuncia” en la avenida de los Rosales, en el barrio de San Fermín, pero la diferencia es que “esta vez no es una amenaza” porque “el Ayuntamiento ha concedido este 23 de agosto licencia para las obras del crematorio”, el mismo “que ya se quiso poner en 2002, en 2015 y en 2021”.
La eurodiputada de Podemos Isa Serra ha registrado además, junto a Alianza Verde, una pregunta a la Comisión Europea para que se pronuncie sobre si el horno incinerador en el tanatorio de la M-40 vulnera la legislación al tratarse de un proyecto, autorizado por el Ayuntamiento de Madrid, que se encuentra a menos de 250 metros de edificios residenciales.
El Consistorio dirigido por José Luis Martínez-Almeida ha concedido licencia de obra a la empresa Parcesa para la construcción del horno crematorio “en una zona densamente poblada”, subraya la formación ‘morada’ en su pregunta a la Comisión Europea, en la que remarca que los crematorios emiten “óxidos de nitrógeno, monóxido de carbono, dióxido de azufre y mercurio, sustancias nocivas para la salud y la atmósfera”.
“SIN COMUNICACIÓN PREVIA”
La licencia ha llegado “sin comunicación previa de nada”, a pesar de que los crematorios suponen “una actividad nociva e insalubre”, han apuntado las asociaciones vecinales en su manifiesto, por lo que la ordenanza ya exigía una distancia mínima de 250 metros desde el foco de emisión a viviendas o lugares de permanencia habitual de personas. Fue esa la razón por la que el Ayuntamiento en 2016, gobernado por Manuela Carmena, denegó a la empresa Parcesa la licencia que solicitaba.
En 2021 el Tribunal Supremo ordenaba que el Ayuntamiento resolviera motivadamente la negativa en el punto referido a la distancia por considerarla una normativa antigua, de 1985. Sin embargo, el Gobierno de Almeida la actualizó.
Reafirman desde Usera y Villaverde, “el crematorio incumple todo” porque “a menos de esos metros se encuentran bloques de vivienda en Oligisto y Rutilo en San Fermín, un instituto y un colegio en El Espinillo, tres parques, dos centros comerciales y un centro de trabajo, además del enorme centro de educación infantil de 0-3 años construido por la Comunidad de Madrid a menos de 160 metros”.
“CUMPLE CON LA LEGISLACIÓN VIGENTE”
La Comunidad y el Ayuntamiento de Madrid han recalcado que la concesión de la licencia urbanística a Parcesa Parques de la Paz para construir un horno crematorio en sus instalaciones del tanatorio de la M-40 cumple con la legislación vigente y obedece a una sentencia del Tribunal Supremo que hay que cumplir.
El consejero de Vivienda, Transportes e Infraestructuras de la Comunidad de Madrid, Jorge Rodrigo, y el delegado de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad y segundo teniente de alcalde de Madrid, Borja Carabante, han defendido la autorización medioambiental del Gobierno regional y la concesión de licencia por parte del Consistorio a esta instalación, rechazada en tres ocasiones anteriores.
El Ayuntamiento dio luz verde el pasado 16 de agosto a la solicitud de licencia urbanística tras la revisión de la documentación por parte de los servicios técnicos al considerarla “conforme con la ordenación urbanística aplicable” y en aplicación de una sentencia del Tribunal Supremo (TS), con la autorización ambiental previa de la Comunidad de Madrid.
La instalación de este horno crematorio había sido previamente denegada en tres ocasiones, en 2002, en 2015 y en 2021. La última de ellas, ya con José Luis Martínez-Almeida en Cibeles, al considerar que era inviable por no respetar la distancia mínima de 250 metros respecto de otros usos exigidas en el artículo 52.3 de la Ordenanza de Protección de Medio Ambiente de Madrid.
Parcesa recurrió la decisión y el Supremo ordenó al Consistorio dictar una nueva resolución. De este modo, la licencia ahora concedida, es “por acatamiento y cumplimiento firme” de la decisión de la Sala de lo Contencioso Administrativo (Sección Quinta) del Tribunal Supremo de 12 de julio de 2021.
En este marco, el consejero de Vivienda, Transportes e Infraestructuras subrayaba que se trata de “una sentencia que el Ayuntamiento de Madrid tiene que cumplir” y recordaba que “si los promotores del mismo cumplen con los requisitos que establece el reglamento y la norma específica”, tanto la Comunidad como el Consistorio “no pueden hacer nada en contra de ese derecho a la instalación de ese crematorio”.
En la misma línea se pronunciaba el delegado de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad, quien recalcaba que el Ayuntamiento no hace más que “cumplir la legislación y, en segundo lugar, cumplir la sentencia del Tribunal Supremo del año 2021 y así también la autorización ambiental que ha otorgado la Comunidad de Madrid”.
También indicaba que la Comunidad de Madrid ha otorgado la autorización tras examinar las condiciones técnicas que incorpora el proyecto y, en esta línea, lanzaba un mensaje de tranquilidad dirigido a la vecindad.
“En esa autorización ambiental por parte de la Comunidad de Madrid, en el otorgamiento de licencia, hay unos niveles máximos de emisiones y unas características técnicas que tiene que cumplir el crematorio y, por tanto, el Ayuntamiento estará vigilante para que esas condiciones y condiciones perceptivas en otorgamiento de licencia y la autorización ambiental a la Comunidad de Madrid se cumplan”, incidía.
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