Es “historia de Madrid” porque durante la dictadura “incluso se hacía topless” o “Ava Gardner se paseaba en bañador” por ella
MADRID, 20 (EUROPA PRESS)
El Gobierno municipal cree que el Club Piscina Stella, en el número 231 de la calle Arturo Soria, junto a la M-30, “tiene protección suficiente”, un posicionamiento que no comparte el PSOE, que ha propuesto catalogarla como Bien de Interés Patrimonial (BIP).
El Club Piscina Stella, en el distrito de Ciudad Lineal, es considerado una de las joyas arquitectónicas del Madrid moderno. Fue levantada en los años 40 del siglo pasado en la finca de Manuel Pérez-Vizcaíno y Pérez-Stella, de ahí su nombre.
La socialista Adriana Moscoso elevó un ruego en la comisión de Cultura, Turismo y Deporte para instar a la Comunidad de Madrid a que comience los trámites necesarios para que la piscina sea declarada BIP.
La edil socialista describía este “ejemplo claro y raro en el país y en la ciudad de arquitectura racionalista”. Fue cerrada desde el año 2006 y protegida a través de un Plan Especial de 2011 con un nivel 3 de protección, “lo que supone una protección solamente parcial”, mientras que sus jardines han recibido un nivel de protección 2. “Es una joya desde el punto de vista arquitectónico y paisajístico”, insistía.
“LA ACTUAL PROTECCIÓN NO ES SUFICIENTE”
Pese a ello, en la piscina de esta propiedad privada domina “el estado de abandono”. Ha habido intentos de venderla recientemente. “Independientemente de los intereses privados, nuestro Ayuntamiento debe velar por su correcta conservación y la actual protección no es suficiente”, subrayaba la edil.
Los socialistas quieren que la Comunidad declare la piscina bien de interés patrimonial y, a partir de ahí, “iniciar los trámites que sean precisos para que o bien se restaure o bien pueda ser adquirida por el Ayuntamiento”. Esta segunda opción es por la que se decanta el PSOE.
Moscoso destacaba “el valor patrimonial y paisajístico indubitado de este edificio y de su ubicación, pero también que es historia de Madrid”.
“Durante la dictadura el Club Estela era uno de los pocos lugares en España donde se podía respirar cierta libertad, donde se colaba una rendija de modernidad: las mujeres podían usar bikini, incluso hacer topless, Ava Gardner se paseaba en bañador y allí se daba cita el mundo cultural de la ciudad. Era un icono, una prueba de que se podía vivir de otra manera, con tolerancia y sin miedo. Ya solamente por eso no deberíamos permitir que se olvidase y que desapareciera”, argumentaba.
Unido a que Madrid “es la ciudad interior con menos piscinas de verano por habitante”. “Aquí tienen una oportunidad de incorporar una nueva dotación única. París lo ha hecho con sus piscinas históricas, cubriendo dos necesidades, ampliar los servicios deportivos a la ciudadanía y preservar el patrimonio histórico de la ciudad. Sigan el modelo de París”, animaba Moscoso.
La directora general de Patrimonio Cultural, Elena Hernando, recordaba que es de titularidad privada, que estuvo en uso hasta 2006 y desde entonces permanece cerrada. “Para evitar su pérdida, el Ayuntamiento de Madrid la ha protegido impidiendo modificar sus fachadas o jardines”, señalaba.
El edificio principal está incluido en el catálogo de protección con un nivel 3, grado parcial. “Ante una posible venta y rehabilitación por un nuevo propietario, se aprobó en 2012 un Plan Especial, que regula la las obras de ampliación de la dotación existente mediante la definición de una nueva ordenación de volúmenes valorando su incidencia sobre el jardín protegido y la edificación catalogada”, indicaba.
Todo ello con la finalidad de “mejorar la calidad del equipamiento y adaptarlo a las necesidades actuales, así como proteger y poner en valor el jardín, catalogado con el nivel 2 de protección”. Por todo ello, el Gobierno municipal considera que “la Piscina Club Estela tiene protección suficiente”.
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