La Iniciativa Ciudadana Europea ‘Salvemos a las Abejas y a los agricultores’ se debatió esta semana en el Parlamento Europeo
MADRID, 29 (EUROPA PRESS)
Apicultores madrileños advierten de los altos niveles de mortandad de abejas melíferas en la región por múltiples factores, entre los que destacan las prácticas agrícolas intensivas, uso de plaguicidas, especies invasoras y el cambio climático, y han subrayado la importancia de “salvar a las abejas para salvar el planeta”.
La abeja es una de las especies más valiosas de la naturaleza ya que, además de producir miel, polen, jalea real o cera, es una de las grandes polinizadoras del planeta. De ellas depende el 76% de la producción de alimentos que consumimos y el 84% de las especies de plantas en flor, según el Parlamento Europeo.
Además de su imprescindible función para la biodiversidad, es enorme el valor económico de esta función que abejas y demás polinizadores realizan para la agricultura de manera “gratuita”. Las estimaciones arrojan la cifra de 265.000 millones de euros a nivel mundial, según Greenpeace. En España, el beneficio en polinización, solo en el sector agrícola, se estima que supera los 4.000 millones de euros anuales, según señalan desde el sector apícola de COAG.
Se trata de un sector de gran importancia en la región, que cuenta con 13.682 colmenas repartidas en 114 municipios, dando como resultado una producción anual de 220 toneladas, según datos del Gobierno regional correspondientes a 2021.
ZONAS DE LA SIERRA ALEJADAS DE LA CONTAMINACIÓN
El sector apícola madrileño se concentra principalmente en zonas de la Sierra y presierra, con gran presencia en localidades como Villa del Prado, Navas del Rey y Colmenar Viejo, Miraflores, Manzanares, Patones, Bustarviejo, El Arazar, Colmenar de Arroyo, Lozoya, Navalagamella o Rascafría. Todas ellas alejadas de las zonas de urbanización de terrenos y contaminación que favorecen su mortalidad y con una apuesta cada vez mayor por la producción ecológica.
Aunque la producción madrileña es menor comparada a otras regiones españoles, su miel está considerada de muy alta calidad. Pese a que esta última no se ve afectada, la cantidad de miel sí se reduce por múltiples factores al perder las abejas su capacidad polinizadora. Así, desde ‘La Garbancita ecológica’ de Vallecas, una Cooperativa de Consumo Responsable Agroecológico de Madrid, han incidido en “las dificultades” que viven los apicultores de la región ante cuestiones como el cambio climático.ilustrado Pilar Galindo, del Consejo Rector de esta cooperativa, una organización sin ánimo de lucro que cuenta entre sus asociados con productores de la Sierra Norte como Miel Antonio Simón o La abeja Meli, centrados en la producción ecológica.
Así, ha advertido que factores como el cambio climático, la contaminación, prácticas agrícolas intensivas, plaguicidas o especies invasoras fomentan la muerte y la trashumancia a otras zonas de estos insectos polinizadores. En el caso de España, el sector apícola denuncia mortandades de abejas entre el 20 y el 40%, incluso superiores en algunas regiones, como Galicia, donde hasta un 56% de las colonias han desaparecido desde el año 2000.
Unos factores que se dan actualmente y tienen repercusión con la cantidad que se recoge por el impacto en la supervivencia de las colonias de abejas. En este sentido, Galindo ha indicado “las dificultades” que viven los apicultores, que de hacer dos colectas al año en primavera y otoño han pasado en muchos casos a una única anual para lograr que el colmenar se reponga.
‘SALVEMOS A LAS ABEJAS’, EN BRUSELAS
En este marco, esta misma semana se ha expuesto en audiencia pública en Bruselas la Iniciativa Ciudadana Europea ‘Salvemos a las abejas y a los agricultores-Hacia una agricultura respetuosa con las abejas para un medio ambiente sano’, que busca eliminar gradualmente los plaguicidas sintéticos en la agricultura de la UE en un 80% de aquí a 2030, empezando por los más peligrosos, para quedar libres de materias sintéticas de aquí a 2035.
Desde la Asociación de apicultores de la Comunidad de Madrid (Apiscam) han destacado que iniciativas como esta “son fundamentales para conservar y mejorar la biodiversidad, nuestro entorno y la vida de los madrileños”. “En Madrid disfrutamos de ganadería y agricultura, así como de muchos olivares, viñas, diferentes cultivos de cereal y vegas con huertos, que ya están en ecológico y otros acogiendo unas prácticas agroecológicas, pero aún queda mucho que mejorar y apostar por la eliminación progresiva de los plaguicidas sintéticos y el apoyo a los agricultores, mejoraría notablemente la salud de nuestros polinizadores así como de nuestra apis mellífera (abeja doméstica o abeja melífera )”, ha explicado a Europa Press Eva Miquel, de la Junta Directiva de la asociación.
Esta iniciativa ciudadana, la séptima ICE que ha prosperado al lograr más de 1,1 millón de apoyos en toda Europa, fue entregada a la Comisión Europea en noviembre de 2022. Tras este primer paso en la cámara legislativa europea, la Comisión tiene hasta el próximo 7 de abril para dar una respuesta.
La ICE, que aglutina a más de 140 organizaciones como ONG’s medioambientales, asociaciones de apicultores o fundaciones, promueve prohibir los pesticidas sintéticos en la Unión Europea para 2035, restaurar la biodiversidad y apoyar a los apicultores en el periodo transitorio.
En concreto, tiene por finalidad “proteger a las abejas y la salud de las personas” y, en este marco, insta a la Comisión Europea “a proponer actos jurídicos dirigidos a eliminar gradualmente los plaguicidas sintéticos de aquí a 2035, medidas para restaurar la biodiversidad en las tierras agrícolas y un apoyo masivo a los agricultores para la transición hacia la agroecología.
También busca restaurar los ecosistemas naturales en las zonas agrícolas para que la agricultura se convierta en un vector de recuperación de la biodiversidad. Igualmente, persigue reformar la agricultura, dando prioridad a la agricultura a pequeña escala, diversa y sostenible, apoyando un rápido aumento de las prácticas agroecológicas y ecológicas, y permitiendo una formación independiente basada en los agricultores, así como investigación sobre la agricultura libre de plaguicidas y transgénicos.
ACABAR CON LOS PESTICIDAS
Desde ‘La Garbancita ecológica’ de Vallecas han impulsado desde el primer momento esta ICE para salvar las abejas. Así, Pilar Galindo se ha mostrado esperanza en que la Unión Europa mueva ficha para acabar con los pesticidas. “Hará lo menos posible, porque el lobby de las industrias químicas es muy fuerte, pero algo tendrán que hacer ante la evidencia de daños que causan”, ha indicado.
En este sentido, la también miembro de la Junta Directiva de la Sociedad Española de Agricultura Ecológica (SEAE), ha recalcado que, aunque todavía se habla de “minorías conscientes”, son cada vez más los ciudadanos preocupados por los efectos de los productos químicos en la agricultura.
Entre otras cuestiones, cada vez hay más claridad sobre el “impacto negativo” en la salud del uso de plaguicidas y de la “carga tóxica” para la población de este tipo de alimentación y la Unión Europea está cada vez más informada. “Aunque no inmediato, el uso de químicos puede estar relacionados con la aparición de cáncer en 20 años”, ha recordado.
Se trata de un sector de gran importancia en la región, con una producción que ronda las 200-300 toneladas anuales. En este marco, el Ejecutivo autonómico dedica también presupuesto a ayudar a las colmenas madrileñas. Fueron 85.000 euros en 2021 y con una previsión en 2022 de hasta 385.000 en ayudas para contribuir a aumentar la biodiversidad y la polinización de los campos y adoptar métodos ecológicos en la práctica de la apicultura.
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