MADRID, 27 (EUROPA PRESS)
La Asociación de Apicultores de la Comunidad de Madrid (APISCAM) celebra que el Parlamento Europeo pida etiquetas más claras para la miel, pero insisten en reclamar que se indique en las mismas el porcentaje de miel de cada, entre otras cuestiones.
La Eurocámara quiere etiquetas más claras para la miel, los zumos y la mermelada, indicación clara del origen geográfico, nuevas medidas para combatir el fraude en la miel y más claridad sobre el contenido en azúcar. La revisión pretende ayudar a los consumidores a tomar decisiones informados y optar por opciones más saludables al comprar este tipo de productos.
Al respecto, la miembro de la Junta de APISCAM y portavoz de la plataforma ‘Etiquetado Claro Ya Miel’, Eva Miquel, ha recordado que fue hace años cuando ya lograron que en las etiquetas de las miles aparecieran los países donde se había recogido, pero consideran necesario que figure también el porcentaje de cada país para “evitar engaños” a los consumidores.
Asimismo, considera necesario que también aparezcan en las etiquetas de estos productos si la miel ha sido calentada a más de 45 grados, ya que es un procedimiento que realizan grandes productores de determinados países para lograr un color ámbar y evitar que cristalice, al romper los cristales propios de la miel natural.
“Pero calentándolas de esta manera, esas mieles pierden las vitaminas, minerales y encimas que dejan las abejas, convirtiendo ese producto en un edulcorante más, como tantos otros. Por eso creemos que es importantísimo que se indique en el etiquetado”, apunta Miquel a Europa Press.
En cuanto al laboratorio de referencia, considera útil que se cuente con resonancias magnéticas para detectar la utilización de siropes de arroz en las mieles y que se realicen análisis de calidad para detectar si una mil es monofloral o no. Igualmente, no admiten microfiltrados que conlleven la pérdida de polínicos.
LA PROPUESTA DEL PARLAMENTO EUROPEO
La propuesta aprobada hace unos días en el Parlamento Europeo por 522 votos a favor, 13 en contra y 65 abstenciones actualiza las normas sobre composición, nomenclatura, etiquetado y presentación de una serie de alimentos y bebidas habituales en esa primera comida del día.
Los eurodiputados quieren que aparezca el nombre del país donde se ha recogido la miel y si es de varios, en orden descendente en función de su proporción.
Para atajar el fraude en la miel, el Parlamento propone un sistema de trazabilidad que permita identificar el origen, con una excepción para los pequeños apicultores de la UE. También plantean establecer un laboratorio de referencia para la miel para detectar si ha habido adulteración mediante análisis sistemáticos.
“Una indicación más precisa de los países de origen de los productos proporcionará más transparencia y facilitará a los consumidores la elección de productos más sanos y regionales. Acabaremos con las prácticas fraudulentas en torno a las etiquetas de la miel, que en el futuro deberán indicar claramente los países de origen y, en el caso de las mieles mezcladas, las proporciones respectivas de los países de origen en porcentajes. Esto, junto con otras medidas, protegerá a los consumidores y apicultores de la miel adulterada y facilitará la elección informada de los consumidores a través de una mayor transparencia”, ha indicado el ponente de la declaración, Alexander Bernhuer.
El Parlamento está listo para iniciar negociaciones con el Consejo de la Unión Europea sobre la forma final de la legislación.
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