MADRID, 5 (EUROPA PRESS)
La 106 edición del Giro de Italia va a dar comienzo en Pescara este sábado y finalizará el 28 de mayo en Roma, con la novedad de la presencia de hasta tres etapas contrarreloj, dos llanas, entre ellas la inaugural de la ‘corsa rosa’, y una cronoescalada en la vigésima en el inédito Monte Lussari.
En el recorrido de esta primera ‘grande’ se echan en falta ascensiones ‘míticas’ como el Zoncolan, el Mortiloro o el Stelvio, pero se compensa con otras con menos historia, pero la misma dificultad, como Crans Montana, Lavaredo y el inédito Monte Lussari. Un Giro de dureza extrema, con siete finales en alto, y donde la media montaña también tendrá protagonismo, no así las etapas para esprinters, ya que estos no tendrán muchas oportunidades este año.
Además de la contrarreloj inicial de Pescara, la primera semana tendrá la peligrosa etapa en la cuarta etapa con final en el Lago Laceno, un aperitivo en los Apeninos, que acumula 3.500 metros de desnivel en un continuo ‘sube y baja’ de largos puertos de poca pendiente media. En la séptima etapa llegará el primer final en alto, con una brutal subida de casi 45 kilómetros al Campo Imperatore.
La segunda semana de competición comenzará con una contrarreloj llana de 33,6 kilómetros, con final en Cesena, en la que los favoritos pueden abrir distancias en la clasificación. Los velocistas tendrán su mejores opciones con las llegadas a Viareggio y Tortona, dos oportunidades consecutivas para una llegada masiva, algo que no va a ser nada habitual este Giro.
El pelotón llegará a los Alpes en la 13ª jornada, con la ascensión final al Crans Montana, tras una etapa de más de 200 kilómetros y 5.000 metros de desnivel, dónde podrían empezar a abrirse distancias en la clasificación general. Justo antes de la última jornada de descanso, el pelotón llegará a Bérgamo en una etapa de media montaña, con un recorrido que recuerda al del Giro de Lombardía, con la línea de meta en el mismo punto que la mítica clásica de final de temporada.
La última semana, de una dureza extrema, comienza con un etapa de 198 kilómetros que acumula más de 5.000 metros de desnivel, en un encadenado de puertos con final en el Monte Bodone. En la jornada 18ª, llegan los Dolomitas, con una etapa corta (160 kms), pero intensa, con final en el Val di Zoldo.
La jornada siguiente, la considera etapa ‘reina’. Un encadenado de puertos en los que se acumulan 5.000 metros de desnivel en los últimos 100 kilómetros, con final en el conocido Tre Cime di Lavaredo, puerto de categoría especial con pendientes de hasta el 19 por ciento.
Si la clasificación llega abierta, se decidirá en la penúltima etapa, una cronoescalada de 18,6 kilómetros que finalizará en el Monte Lussari, un puerto de 7,5 kilómetros, con pendientes que llegan al 22 por ciento de desnivel. La carrera tendrá su final el 28 de mayo, con una etapa llana de 115 kilómetros con salida y llegada en Roma, dónde se coronará al ganador de la ‘Maglia Rosa’.
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