TARRAGONA, 22 (EUROPA PRESS)
El Observatorio de la Calidad del Aire del Camp de Tarragona (OQACT) ha presentado este miércoles su quinta edición, en el que ha medido un año entero de puntas de compuesto 1,3-Butadieno por primera vez, “gracias al trabajo realizado” por el doctor Francesc Borrull, catedrático de Química Analítica de la Universitat Rovira i Virgili (URV).
Esta información permitirá a las empresas poder analizar los episodios de puntas del año y, en consecuencia, mejorar operaciones internas que puedan estar vinculadas a estas puntas, informa la Associació Empresarial Química de Tarragona (AEQT) en un comunicado este miércoles.
El informe dispone de un ciclo completo de 50.000 datos acumulados durante cuatro años la calidad del aire, “que configuran una herramienta para el estudio y la toma de decisiones al servicio de la industria química, los Ayuntamientos, la sociedad y el territorio”.
La iniciativa, impulsada por Repsol con el apoyo de la Associació Empresarial Química de Tarragona (AEQT), el Institut Cerd y la Universitat Rovira i Virgili (URV), comenzó en 2018 con una prueba piloto y permite ver la evolución de los valores de inmisión en los últimos cuatro años.
Para realizar el primer estudio de puntas de 1,3-Butadieno, se instaló un equipo en línea en el Morell (Tarragona), que detectó medias mensuales “relativamente superiores” a la cifra recomendada de 2 microgramos por metro cúbico.
En concreto, estas cifras se detectaron en marzo, junio y noviembre “sin que esto haya afectado la media anual, que sigue por debajo de la recomendación en todo el Camp de Tarragona”.
En 2022 se han medido 18 puntos de muestreo de 11 municipios del Camp de Tarragona y cuatro puntos más en ciudades de referencia para valorar comparaciones.
Las máximas concentraciones de compuestos orgánicos volátiles (COV) se siguen produciendo en Barcelona, mientras que Reus (Tarragona), Lleida, Girona y Tarragona muestran una concentración similar, con un “ligero incremento” en Tarragona.
Por lo que hace a los valores medios de benceno, estos siguen siendo “notoriamente inferiores” al límite que establece la legislación.
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