La prevalencia en mujeres con trastorno mental grave (TMG) es “muy elevada”
BARCELONA, 18 (EUROPA PRESS)
El 80% de las mujeres con discapacidad en España ha sufrido algún tipo de violencia de género, según ha informado Fundación Hospitalarias en un comunicado de este martes.
Es uno de los datos que se han abordado en la jornada ‘Violencia en la mujer con especial vulnerabilidad. Realidad y abordaje’, organizada por la Fundación este martes en Barcelona junto al Ministerio de Igualdad.
En el evento se han tratado diferentes realidades de la violencia que sufren las mujeres en situación de especial vulnerabilidad, como mujeres con discapacidad, daño cerebral adquirido, jóvenes o mayores con deteriorio cognitivo.
La prevalencia de violencia de género en mujeres con trastorno mental grave (TMG) es “muy elevada”: la sufren 3 de cada 4, siendo la más frecuente la psicológica, y se producen a menudo en el núcleo familiar o de la pareja.
La directora general para la Erradicación de las Violencias Machistas del Departamento de Igualdad y Feminismo de la Generalitat, Belén Gallo, ha explicado que la falta de credibilidad es un factor que impide, en muchos casos, el acceso de estas mujeres a la justicia, porque son los propios agresores quienes les dicen que “nadie las va a creer” porque tienen un trastorno mental.
La violencia de género en mujeres con discapacidad intelectual también es muy elevada: más del 40% la ha sufrido en alguna de sus manifestaciones, siendo la más común la física y sexual; en este caso, los episodios acostumbran a producirse en el entorno social o externo de la paciente, o por parte de una persona próxima a la familia.
CAPACITAR AL ENTORNO
Durante la jornada se ha señalado la necesidad de capacitar al entorno, tanto a profesionales como a la sociedad, para identificar y acompañar a la víctima en el proceso de concienciación de la situación y de la denuncia, y la importancia de no cuestionar la veracidad del relato.
La directora de la línea social de Fundación Hospitalarias en Catalunya, Conchita Peña, ha afirmado que tanto en el caso de la discapacidad intelectual como en el de la salud mental, la persona se encuentra en una situación donde el entorno acostumbra a poner en duda su testimonio.
Peña ha explicado que tanto en mujeres con TMG como con discapacidad intelectual es importante tener en cuenta los signos de violencia física; en el caso de la discapacidad intelectual, también hay que tener en cuenta si se producen cambios de comportamiento y de hábitos o situaciones aislamiento o de miedo.
Durante la jornada también se ha incidido en la violencia contra las mujeres con daño cerebral adquirido y en la importancia de acompañar estas mujeres y potenciar su autonomía.
MUJERES JÓVENES Y MAYORES
Asimismo, se ha puesto el foco en la violencia hacia la mujer joven y la mujer mayor con demencia: en el primer caso, los especialistas han marcado como reto que las niñas y adolescentes que pasan por recursos de protección de menores sean “plenamente independientes” cuando alcancen la mayoría de edad.
En el caso de la mujer mayor con deterioro cognitivo, se ha señalado que el tipo de violencia más frecuente es por negligencia por parte del cuidador, y se ha apuntado al “alto nivel de estrés emocional” del cuidador como uno de los factores desencadenantes del maltrato.
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